Abogado
Señor Director:
Los valores universales de la justicia y la paz exigen la condena de la opresión y la liberación del oprimido.
Observo con horror y una profunda indignación, cómo gran parte del mundo hace caso omiso de ello, mientras “Israel”, la entidad que hace ocupación y colonización de Palestina desde hace setenta y cinco años, perpetra impunemente el más trágico genocidio conocido desde la Segunda Guerra Mundial.
No me queda más que clamar frente a esta obscenidad, apelando a la conciencia moral del ser humano, mientras las principales potencias del orbe permiten, de modo cómplice, que la entidad sionista incurra en toda clase de crímenes de guerra y de lesa humanidad, mofándose de toda norma y órgano de derecho internacional.
¿Qué más debe ocurrir? ¿Esperará la “comunidad internacional” a que todo el pueblo árabe palestino se ahogue en su sangre y se consuma por el hambre? ¿Aguardará a su total exterminio, en nombre de un régimen que se pretende escogido por Dios, a la vez que aplasta y desprecia a cristianos y musulmanes por igual?
Sé que Chile, hogar de la mayor comunidad palestina fuera de Oriente Próximo, en su condición de país pequeño y periférico, se ha posicionado en defensa de los derechos fundamentales de los palestinos, mas imploro a nuestra diplomacia que analice qué más puede hacer de cara a esta afrenta a la civilización, una barbarie desprovista de toda razón.
Juan Pablo Pinto Montero
Abogado, Universidad de Chile