Periodista.
Javiera Ortiz y Tania Quiroga, feministas y candidatas al Comité Central del nuevo partido Convergencia Social hablan sobre la importancia de militar y de disputarle al patriarcado en instituciones tradicionalmente masculinas.
Esta semana se mueven aguas en el Frente Amplio. Cuatro organizaciones cierran un proceso de unión para dar vida a un nuevo partido, Convergencia Social, con la elección de su directiva y del Comité Central entre el 11 y 13 de mayo próximo.
Las figuras más reconocidas de esta nueva alianza son el alcalde Jorge Sharp de Valparaíso, los diputados Gonzalo Winter, Gabriel Boric y Diego Ibáñez, todos ellos del Movimiento Autonomista, y la diputada de Izquierda Libertaria, Gael Yeomás. A Convergencia Social llegan también Nueva Democracia, del dirigente Cristián Cuevas, y el Movimiento Político Socialismo y Libertad (SOL).
Esta fusión se da luego de un congreso en el que distintos grupos o tendencias se alinearon en tesis o propuestas ideológicas y estratégicas, de cuya unión nacerán los lineamientos del futuro partido. Las tesis más votadas fueron las encabezadas por el alcalde Sharp por un lado y la del diputado Ibañez por el otro. En tercer lugar, y sobre la tesis de los diputados Boric y Winter, quedó la tesis Poder Popular y Democracia Feminista desde los Territorios.
La particularidad de esta apuesta es que fue levantada desde las bases, con las feministas del Movimiento Autonomista y dirigencias territoriales desde Arica a Magallanes, sin personalismos reconocidos. En Página 19 conversamos con dos de sus candidatas para conocer cuál es la relevancia de su apuesta y qué esperan del nuevo partido.
¿Por qué levantar un camino propio y no sumarse a las tendencias mayoritarias dentro del nuevo partido?
Javiera Ortiz, señala: “Para nosotres era muy importante relevar la importancia del feminismo. La izquierda tradicional se ha centrado, por décadas, en la contradicción capital-trabajo entendiendo la lucha de clases como la tarea más importante. Si bien no desconocemos su importancia, creemos que no se puede entender la desigualdad y la explotación sin la contradicción capital-vida y la subordinación que hemos vivido las mujeres y las disidencias sexuales en los distintos territorios. Nuestra apuesta va no por seguir liderazgos reconocidos, sino que sean las bases quienes puedan decidir el quehacer político del nuevo partido, y eso es también lo que queremos transmitir sobre el futuro de nuestras relaciones con el mundo fuera del partido”.
¿Y las otras tendencias o grupos no abordaban el feminismo?
“Sabíamos que ninguna tesis dejaría fuera el feminismo, habría sido demasiado miope de su parte. Sin embargo, nuestra tesis nace desde el análisis político que se realiza el feminismo. Gran parte de nuestro trabajo para sentar las bases del nuevo partido fue hacer hincapié en que el neoliberalismo descansa en el patriarcado y que su explotación se vive en los cuerpos de las mujeres y en los cuerpos feminizados, y que este problema no fuera incorporado como “un área más” del partido”, destaca Tania Quiroga.
Y continúa: “así como el patriarcado también descansa en el extractivismo que vivimos día a día en los lugares donde vivimos, con la explotación de los bienes comunes y sociales, como el agua y la tierra. Por eso, nuestra apuesta es por la descentralización y por poner en valor la defensa socio ambiental de nuestros territorios, entendiéndose como un básico para asegurar nuestra existencia en nuestro mundo.
¿Qué entienden por un partido feminista? Se sabe que el nuevo partido contempla cuotas para asegurar la presencia de las mujeres.
“Las cuotas son importantes, porque aún es necesario asegurar nuestra presencia en los espacios de toma de decisión, pero las cuotas son solo un piso mínimo. Un partido feminista comprende que las personas militan según su contexto, asegura distintas formas de participación, piensa colectivamente los cuidados, promueve la formación y la participación horizontal. Efectivamente, el partido tiene mecanismos que aseguran una participación paritaria, pero no servirán si se siguen repitiendo lógicas centralistas o de acuerdos entre cúpulas”, recalca Javiera Ortiz.
Y Tania Quiroga agrega: “Por eso nuestra apuesta nace en los territorios desde las bases, porque tenemos una visión acerca del futuro de nuestras regiones y del país. El feminismo y su propuesta emancipada y social defenderán que esto emane desde y para los pueblos”.
¿Cuál es el desafío del feminismo a un año del mayo feminista?
“El mayo feminista del año 2018 y las masivas marchas del 8 de Marzo que desde hace años venimos observando, revela que el feminismo es convocante y ha empujado con lucidez transformaciones sociales. Incluso hoy aparece como la alternativa reconocible para enfrentar los fundamentalismos y el avance de la ultra derecha. El desafío del feminismo es articularnos más y mejor, las que estamos en los partidos, en los movimientos sociales, gremiales, estudiantiles, etc. Creo que hemos aprendido y la Coordinadora 8 de Marzo es un poderoso ejemplo de que hemos aprendido y estamos avanzando a paso firme”, sostiene Tania Quiroga.
“Más bien el desafío de la izquierda es cómo hace carne el feminismo, cómo comprende que no estamos para acompañar la lucha, que somos la lucha y que un partido del siglo XXI no puede pensarse sin el feminismo, no puede pensarse sin las mujeres como articuladoras de cambios sociales. Por eso, estamos en la disputa partidaria y era fundamental para nosotras levantar un discurso propio al interior de Convergencia Social”, precisa Javiera Ortiz.
