Doctora en Estudios Latinoamericanos. Magister de género y cultura en América Latina. Docente de la carrera de Ciencia Política UAHC.
El voto de castigo para el oficialismo se extendió también para el sistema de partidos en general. Este voto se presenta como una expresión de cambio hacia nuevos modos de construcción de las relaciones políticas y sociales alejadas de las tradicionales. La diversidad de candidaturas que representan a mundos muy distintos también expresa que en las últimas décadas hemos vivido una democracia poco participativa y que existen sectores -tradicionalmente excluidos- interesados en ser parte de las decisiones relevantes sobre los derechos civiles, los recursos naturales, la educación, la economía, etcétera.
De acuerdo, la política ha estado mal, pero no es porque sea así. Es porque ha existido una élite que se ha instalado en los espacios de poder con una incapacidad de acoger las demandas de la ciudadanía. Por ello la votación del pasado fin de semana es coherente con esas demandas y con el porcentaje de votación de la opción Apruebo en el plebiscito.
En ese sentido, los y las asambleístas representan mejor al Chile de hoy que el parlamento y evidencia de ello es que los elementos significativos en esa representación es el alto número de mujeres escogidas. En todas las elecciones realizadas este fin de semana se trata de mujeres jóvenes, progresistas y feministas. De hecho, hay varios hombres que lograron entrar a la constituyente sólo por la cláusula de la paridad.
Otros factores importantes de relevar son las señales recientes que dan cuenta de un despertar de una situación de neoliberalismo salvaje que ha vivido este país, una privatización de todo, donde el nivel de desvergüenza con que ha actuado la clase política y la élite oligarca de este país es central. Las declaraciones despiadadas de los gerentes de las AFP y dirigentes empresariales solo muestran desprecio y su creencia en la existencia de ciudadanos de primera y segunda categoría. Eso es tremendamente violento. Algo ha pasado en este último tiempo, en ese marcar la distancia entre un ustedes y un nosotros.
En ese contexto, la incapacidad de abrir espacios de poder y de flexibilidad en este mundo más tradicional, ha impulsado una respuesta ciudadana que fue la organización y la participación a nivel local para convocar una representación más genuina.