Periodista
Sin que aún exista confirmación oficial, distintos músicos, medios británicos y fanáticos han dado cuenta en las últimas horas a través de las redes sociales de la muerte de uno de los músicos y cantantes más interesantes de la década de los ochenta.
Mark Hollis nació en Tottenham, Inglaterra en 1955 y junto a su hermano Ed Hollis (productor y dj) al bajista Paul Webb, al tecladista Simon Brenner y al baterista Lee Harris, formaron la banda Talk Talk en 1981.
Explorador del New Wave y el Synth pop, su primer disco “The Party is Over”, llamó la atención por distanciarse de lo más trivial de ambos estilos y bañar su música con particulares y llamativas atmósferas a pesar de la renuencia de su sello discográfico EMI, que para darles un tinte más comercial los acercó al productor de Duran Duran Colin Thurston.
Para su segundo trabajo editado en 1984 Talk Talk logra un poco más de autonomía creativa y consigue darle mayor profundidad e identidad a su sonido con canciones como “Such a Shame”, “Dum Dum Girls” y la que le da nombre al disco “It’s my life”.
Con este avance la banda de Harris logró reconocimiento, llegando a los primeros lugares de las listas estadounidenses lo que le significó ganar la confianza del sello y con ello mayor autonomía creativa.
En 1986 publicaron su tercer disco “The Colour of Spring” y con él comenzaron a dejar atrás ese sonido synth pop que los había caracterizado en un comienzo, no obstante, su raíz new wave se mantuvo intacta lo que les valió seguir cosechando éxitos, buenas criticas y por supuesto mayor libertad creativa y presupuesto para desarrollar su trabajo.
Para su cuarto álbum “Spirit of Eden” la banda consiguió montar sus equipos de grabación en una iglesia abandonada y anunció que debido a la complejidad de los arreglos no saldrían de gira promocional y tampoco sacarían ningún sencillo. Esta decisión les generó un quiebre con su casa disquera que sin su autorización lanzó la canción “I Believe in you” como single promocional y de pasada los despidió por entregar un disco muy poco comercial. La banda demandó al sello y ganó, pero de todos modos para su siguiente trabajo debieron buscar nueva casa disquera.
Sin embargo “Spirit of Eden” obtuvo buena crítica y con los años se fue transformando en disco de culto y muchos críticos lo señalan hoy como la piedra angular de lo que posteriormente se conocería como post rock.
En 1991 editaron su último trabajo “Laughing Stock” el cual pudieron publicar a través de una sub compañía de Polydor llamada Verve. Este disco, que tardo más de un año en ver la luz, profundiza y extrema el concepto de su antecesor y se sacude cualquier matiz pop que pudiera haber quedado en ellos.
Tras la separación de la banda, Mark Hollis abandonó la composición y la música hasta 1998 en que publicó su único disco solista, logrando un sonido extremadamente intimo en una composición muy personal que aunque recuerda el sonido de Talk Talk, tiene brillos distintos más vinculados a la música de finales de los años 50’s. Este disco tampoco quiso presentarlo en vivo y tuvo muy buena acogida de la critica especializada.
Luego de esto Hollis participó en algunas colaboraciones bajo el seudónimo John Cope y acompañó a distintos músicos ya sea como instrumentista o como productor y en el 2012 colaboró con Alan Wilder en el tributo a su banda llamado “The Spirit of Talk Talk”.
La influencia de Talk Talk completamente permeada por la personalidad de Mark Hollis ha ido creciendo con los años, un personaje que tomó absoluta distancia de la fama y que utilizó a la industria para lograr hacer la música que el quería hacer y no lo que las modas iban imponiendo, esto le valió tener una relación muy áspera con la misma.
Hoy su estilo y visión se ven reflejados en grandes bandas como Radiohead o Mogwai, las cuales le deben algo más que simple influencia musical y tras su partida queda un legado musical que cambió el estado de las cosas.
