Periodista.
En un hecho que sorprendió a gran parte de la comunidad internacional: Estados Unidos tomó la decisión y ejecutó el asesinato de uno de los principales líderes del ejército iraní, el general Qassem Soleimani de los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica. Ocurrió en un ataque perpetrado durante la madrugada del jueves, donde, además, asesinaron a siete personas en el aeropuerto internacional de Bagdad, la capital de Iraq, el país vecino a Irán con el que Estados Unidos también posee un alto nivel de intervencionismo.
Este ataque de Estados Unidos, que ha sido celebrado por su Presidente a través de mensajes poco afortunados en Twitter, no ha hecho más que escalar las tensiones en luchas que llevan décadas de pésimo manejo entre autoridades de los tres países, y que aumentan la tensión internacional ante la posibilidad que este conflicto pueda derivar en más asesinatos tanto en el Medio Oriente como en el mismo Estados Unidos.
El Pentágono confirmó lo ocurrido. El gobierno, a través de su secretario de Defensa, Mark Esper, argumentó que “este ataque tenía el enfoque de evitar futuros planes de ataque por parte de los iraníes”, en un intento por justificar un ataque como algo necesario para evitar más escalada de tensiones. Sin embargo, ya el ministro de relaciones exteriores de Irán, Javad Zarif, calificó a través de Twitter a esta acción como un “ataque terrorista por parte de Estados Unidos que es extremadamente peligroso y un escalamiento tonto”.
Asesinato Iraní en suelo Iraquí
Uno de los aspectos más importantes, y que puede llevar a fuertes tensiones internacionales, es que el ataque al general iraní Soleimani no fue perpetrado dentro de suelo iraní, sino que en el aeropuerto internacional del país vecino, Iraq. Esto es trascendente, ya que las relaciones entre Estados Unidos e Iraq también son tensas desde la invasión y ocupación por parte del ejército estadounidense de Iraq, y por las décadas de historia conflictiva entre Iraq e Irán. Pero no solo eso ocurrió, sino que uno de los asesinados por el ataque fue un comandante paramilitar iraquí, Abu Mahdi Al-Muhandis
Ante esto, las principales autoridades de Iraq ya han condenado el ataque, y su Primer Ministro, que fue investido como tal el pasado mes de noviembre, Adil Abdul- Mahdi, aseveró que el “asesinato a un comandante militar iraquí en su puesto oficial es una agresión contra el país de Iraq, su Estado, su gobierno y su gente” y especuló que esto “podría gatillar una guerra”.
Estos actos podrían también provocar que el gobierno de Iraq tome la decisión de expulsar a los militares estadounidenses de ese país. Así puede desprenderse de lo declarado por el mismo Primer Ministro en el sentido que el ataque “fue una violación flagrante de las condiciones que autorizan la presencia de las tropas estadounidenses (en Iraq)”.
Por lo tanto, uno de los escenarios complejos que se podrían dar a futuro es que los estadounidenses pierdan su puesto estratégico que les otorgó su ocupación a Iraq y podría desencadenar en la radicalización de los mensajes de guerra de los partidarios republicanos más extremistas del país de América del Norte.
Reacciones de los aliados de Estados Unidos
Los pares de Donald Trump en países de la Unión Europea, ya han utilizado los distintos medios de comunicación para opinar sobre el acto de Estados Unidos, opiniones que van desde posturas centristas diplomáticas hasta condenas más enérgicas. Pero en general se puede afirmar que el ataque de Estados Unidos no fue del gusto de las autoridades de los países aliados a Estados Unidos en el viejo continente.
En el caso del Reino Unido, su ministro de Relaciones Exteriores Dominic Raab, aseguró en un lenguaje diplomático que “nosotros siempre hemos reconocido la amenaza agresiva representada por la fuerza iraní liderada por Qasem Soleimani”, mientras que llama en general a otras autoridades a que “el conflicto sea bajado en tensiones por las otras partes, porque más conflictos no es algo que esté en nuestros intereses”.
Mientras que la Canciller de Alemania, Ángela Merkel, considera que “estamos en un punto peligroso de escalamiento (del conflicto). Es importante ahora que la prudencia y la cautela contribuyan a destrabar el conflicto”.
Futuros escenarios
Si bien aún no existe nada oficial, se considera inevitable que haya reacciones álgidas a este ataque por parte de Estados Unidos, tanto la respuesta de miembros del ejército iraní, como por el aumento de las tropas estadounidenses en los territorios tanto de Iraq como de Irán. Ya se prevé que en la primera semana completa del nuevo año 2020, las tropas del país de América del Norte aumenten en número en una cifra cercana a los 4000 militares, según especulan medios como CNN y NBC, medios de dicho país.
Lo que sí es cierto es que este ataque eliminó aún más las posibilidades de llegar a negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán, y empeoró las relaciones entre los estadounidenses e Iraq, que va a desembocar en aún más conflictos, represalias y contestaciones bélicas, entre los tres países, que pueden llevar a conflictos mayores que tensionarán a la política internacional durante los primeros meses del año 2020. Este conflicto no se sabe cuándo terminará, pero sí se sabe que no se detendrá con este asesinato a oficiales de Iraq e Irán.
