Periodista.
En Venezuela, la lucha entre chavistas y oposición continúa en las calles. Para este sábado, el Presidente Maduro ha convocado a una manifestación de apoyo para decirle al mundo que la situación no es como la pintan los medios hegemónicos controlados por la derecha internacional. Pero… ¿conoceremos realmente cuántos chavistas se manifestarán rechazando lo que él ha llamado “la agresión imperialista más poderosa que jamás hayan embestido contra Venezuela en 200 años de República, agresión económica, política, diplomática, interna, de sabotaje, intentos de perturbar la vida nacional”.
En Chile, al menos, se ve difícil, a menos que se cuente con DirecTv, que transmite también a través de sus canales Telesur (chavista) y GloboVisión (imparcial), de Caracas. Porque… ¿algún medio chileno informó sobre el resultado real de la aventura en Cúcuta, Colombia? ¿Que la “ayuda humanitaria” no pudo pasar, en lugar de explicar que se hizo una ”entrega parcial”…?
Lo concreto es que el golpe de Estado de febrero último con Guaidó, a la cabeza, ha fracasado. Una segunda derrota golpista ante Venezuela (después de la de 2002) y una más para el país del Norte, que se agrega a la reciente de Siria donde no logró derrocar a Bashar Al-Ashad, otro país con riqueza petrolera. Tampoco consiguió dividir a un ejército que hasta ahora sigue fiel al chavismo y que es clave en su resistencia.
Entretanto, Nicolás Maduro, el presidente legítimo y en pleno ejercicio, se hace fuerte dentro de su país que fuerzas extranjeras pretenden invadir, mientras tratan de aislarlo y asfixiarlo intensificando acciones como el bloqueo financiero y económico que tiene al pueblo con los escaparates, alacenas y mesas vacías.
No hay Crisis Humanitaria
Pero hasta ahora, no se ha sabido de muertos de hambre dentro de sus fronteras por la “crisis humanitaria”, crisis que no ha sido reconocida por la Cruz Roja Internacional, la única institución acreditada para validarla. Manteniendo en alto sus principios de imparcialidad, neutralidad e independencia, declaró no atender un pedido proveniente de otro país (Colombia) y acusó haber sido utilizada políticamente.
La hégira de un 10 por ciento de venezolanos que han dejado su país (en total son 37, 7 millones) encuentra un motivo suficiente: no les gusta el socialismo que allá se quiere construir y salen en busca de mejores oportunidades afuera. Ni salen perseguidos ni pidieron asilo político (salvo algunas autoridades que cambiaron abruptamente de bando) como ocurrió con el millón o más de chilenos que debieron huir de la dictadura mortífera de Pinochet. Tampoco se puede comparar a estos 3 millones de venezolanos que han salido, a la dramática hégira hondureña caminando miles de kilómetros para golpear el muro de Trump en Estados Unidos.
La Alta Comisionada de DD.HH. en Ginebra, Michelle Bachelet, acaba de reconocer que sí ha habido violaciones a los derechos civiles y políticos en Venezuela, situación que describe “exacerbada” por las sanciones que sufre el país llevándolo a una crisis no “humanitaria”, sino social, económica e institucional. No se trata de justificar los atropellos, pero si en tiempos normales muchos gobiernos a través de los excesos de sus policías y de los militares en tiempos de guerra cometen abusos, ¿qué se podría esperar de sus similares hoy en el acosado país caribeño…?
No hay cómo saber lo que ocurre realmente allí, cómo es la correlación de fuerzas entre gobiernistas y oposición en un país tan golpeado por los grupos mediáticos internacionales y por unos 50 países – incluyendo los gobiernos derechistas del Grupo de Lima donde está Chile. ¿Su culpa? Ser rico en petróleo y tratar de soltar las amarras del dogma neoliberal, un modelo que tantas riquezas produce para un selecto y mínimo grupo de ciudadanos del mundo y que tan bien está destruyendo el planeta…
La verdad de los hechos
No nos queda más que escarbar en los medios digitales para eliminar la paja del trigo, y sacar algunas conclusiones provisorias, pero más ciertas que la “post verdad” (= mentiras) que revelan las “noticias falsas” (que NO son noticias) de la furiosa propaganda mediática contra Nicolás Maduro y su régimen. Así hemos encontrado algunos hechos novedosos.
.Como, por ejemplo, que el 98,5 por ciento de las empresas que funcionan en Venezuela son del sector privado, y sólo el 1 por ciento es estatal. Que el 80 por ciento de los medios de comunicación pertenecen a empresarios privados. Que funcionan 14 partidos políticos, aparte del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV): comenzando por los tradicionales COPEI (social cristiano), Acción Democrática (social demócrata) y Partido Comunista, , y otros más recientes de oposición como Primero Justicia y ahora Voluntad Popular, de los líderes opositores Leopoldo López y Juan Guaidó… ¿De qué dictadura me están hablando?
En los 20 años de revolución chavista, se han realizado 25 elecciones – siempre con observadores internacionales- en las que el partido de gobierno sólo ha perdido dos, Y hace algunos años se escuchaba decir que Venezuela tiene uno de los mejores sistemas electorales del mundo. ¿Qué dictadura llama a tantas elecciones…?
En la explotación del petróleo que maneja la PDVSA (Petróleos de Venezuela S.A.), hay capitales de Estados Unidos, de Rusia, China y Turquía… EUA es su mayor importador de petróleo, pero ahora, malévolamente, para asfixiarlo más, le retienen los pagos adeudados. Recientemente, su eterno aliado, Gran Bretaña, impidió al Presidente Maduro sacar unos miles de millones de euros que le debe por ventas de oro… De nuevo: ¿qué dictadura permite la entrada de capitales extranjeros en sus riquezas básicas…?
Lucha de gigantes
Chávez primero y ahora Maduro están intentando un camino hacia una sociedad socialista, y eso asusta, en circunstancias que Venezuela, al día de hoy, está muy lejos todavía de los avances que hizo Salvador Allende hace cuarenta años en similar misión, o lo que ha hecho Evo Morales hasta ahora. Sólo ha tratado de emparejar la cancha: que todos los venezolanos y venezolanas reciban similares pedazos de la torta que los escogidos gourmets de siempre.
Pero la razón del plan de invasión violenta por parte del Pentágono y la Casa Blanca para producir un “cambio de gobierno” ni siquiera es este socialismo moderado. Es más geopolítica.
Venezuela está hoy en el medio de la pugna por el poder mundial, con su riqueza minera, en especial, hidrocarburos. EE.UU se empeña en manejar las reservas de petróleo de modo que lo favorezca a él y sus aliados, pero jamás a rivales como China, que necesita mucho de este combustible. Petróleo que, además, -y al contrario del que consigue con su aliado Arabia Saudí-, está dentro de su zona de influencia.
¿Justifica esta lucha despiadada por el poder entre los gigantes amenazar la paz de casi 40 millones de ciudadanos…? ¿invadir su país y colocar un gobierno a su gusto frenando un cambio de modelo económico que solo pretende favorecer a todos los venezolanos …? ¿disputarse un combustible energético que va en caída libre, según anuncian los científicos del futuro…?
