Dentro de todo, Alejandro Chanique se considera una persona afortunada que nació con ciertos privilegios en una sociedad desigual y con grandes inequidades. Fue precisamente este contraste de realidades el que lo impulso a desarrollar desde joven un intenso trabajo social como una forma de emparejar la cancha y lo que lo llevó a vincularse con la populosa comuna de Lo Prado.
Llegó allí con una postura política clara, pero con un sello basado en la solidaridad. Allí conoció a pobladoras y pobladores que tenían muchas carencias. Fue así como recorrió calles, pasajes y plazas hasta conocer al revés y derecho la comuna, como se observa al caminar junto a él por sus calles, donde la gente se le acerca a saludarlo en cada rincón. Nos cuenta que también se vinculó activamente al trabajo con organizaciones de Adultos Mayores, Clubes Deportivos, comedores populares entre otras. Con los clubes de adultos mayores – explica – posee una sintonía más que especial, porque terminó apadrinando a varios de ellos con los cuales construyó más que una relación social, una de carácter casi familiar. En muchos de ellos pasó a ser como un “nieto” como reconocen entre risas los abuelos y abuelas cuando se les consulta por su relación con Alejandro Chanique. Comentan, con evidente tristeza, que han debido lidiar a sus años, con la ausencia de sus hijos y nietos que ya no los visitan, siendo muchas veces la reunión semanal del club o la visita de Alejandro su única alegría tras muchos días de soledad y abandono de sus familiares, ya muy ocupados con sus trabajos o las familias y relaciones nuevas que han constituido.
De profesión periodista, Alejandro fue candidato a Concejal y, posteriormente, a Alcalde de Lo Prado, con una significativa votación. Aunque no tuvo la fortuna de ganar, Chanique no abandona a los suyos, pues sin una elección a corto plazo, él se sigue reuniendo con la ciudadanía de la comuna. “Postulé a esos cargos porque podría desarrollar mejor mi trabajo social, y en el caso de la votación a alcalde no me fue nada mal porque salí segundo e inclusive le gané a la derecha”.
Desde 2016 se encuentra apoyando a las organizaciones de la comuna y ante la consulta de cómo es Lo Prado, Chanique señala: “es una comuna pequeña, donde hay grandes contrastes, pero también grandes oportunidades de hacerla crecer”. Al preguntarle respecto a quiénes cree que les falta más ayuda, señala que “la población adulto mayor sin duda, está muy abandonada, al no existir una política comunal que se enfoque y atienda en forma íntegra sus necesidades.”
En este trabajo social de más de 5 años, hemos podido constatar que apadrina efectivamente a más de 50 organizaciones entre las cuales se cuentan clubes deportivos femeninos, centros de padres, organizaciones de mujeres y de adultos mayores. Nos cuenta que “algunos de esos apoyos han sido también a través del Gobiernos Regional con proyectos que benefician a las personas, como talleres de tejidos, bordados, manteles, vestuario y que algunos de estos productos que fabrican los comercializan a través de ferias durante el año.”
Mientras camina con nosotros por la comuna junto a vecinos de algunas de las organizaciones que apoya, nos señala que le encanta el trabajo social. “Disfruto cada momento con la gente y trato de hacer todo lo que está a mi alcance, por cambiar y mejorar la realidad que viven. Si algún pobladora o poblador tiene un problema, buscamos cómo solucionarlo, especialmente si son adultos mayores, que están más indefensos y más carentes de apoyos. A veces requieren de asesoría legal, otras veces de orientación para resolver un problema y en otras ocasiones, sólo quieren que los escuchen, que su voz sea oída, porque sienten que las autoridades no los representan o son lejanas y distantes a sus necesidades.”
Cuenta que la comuna se forjó a punta de tomas y campamentos en la época de la Unidad Popular, por lo que su historia está asentada sobre el esfuerzo y la voluntad de cambiar sus vidas. “Había una lucha creciente por la vivienda y movimientos sociales emergentes organizándose, hasta que finalmente el Estado comenzó a construir sus casas, llegando a ser una comuna populosa como lo es hoy.”
Agrega que productos de la pandemia, las organizaciones cerraron, pero que tienen todo el ánimo y las ganas para volver a juntarse en marzo de 2022 con ellas, obviamente con todos los cuidados que la pandemia exige, puesto que dichas organizaciones, son las verdaderas articuladoras del tejido social en la comuna y su ausencia se ha notado. Pese a esto, Chanique ha seguido trabajando por los y las pobladores de la comuna entregando sillas de ruedas. Estas ayudas se han gestionado con la corporación Ratoncito Pérez, donde junto al mítico doctor Patricio Mardones han logrado cambiar la vida de muchas personas con discapacidad que no tenían la posibilidad de adquirir una silla de ruedas, o un colchón anti escaras, entre otros insumos necesarios para atender sus necesidades especiales.
Finalmente, señala que seguirá trabajando en Lo Prado, porque los vecinos y vecinas de dicha comuna le exigen que esté con ellos, por lo que siente que no puede ausentarse, más aún cuando el Estado ya está ausente de muchos modos en la vida de ellos, como se denota en sus calles polvorientas, con veredas erosionadas por el desgaste de los años, con escasas áreas verdes y, donde la delincuencia ha comenzado a ser el nuevo flagelo que azota a la popular comuna de la zona poniente.
