El 16 de septiembre se conmemora el Día Internacional del Condón Femenino, Vaginal e Interno, importante herramienta de prevención en VIH/SIDA e ITS para las personas con vagina, una emblemática e importante fecha instaurada en la III Conferencia Mundial del SIDA que busca aumentar el conocimiento, acceso, la autodeterminación e independencia sexual de todas las personas con vagina.
Un poco de historia
El primer condón femenino surgió en el año 1992 y desde su creación, hasta la fecha, su calidad ha ido en aumento, tanto como el número de países que lo conocen y distribuyen. En la actualidad está disponible en 150 países del mundo, desde naciones desarrolladas, hasta otras con bajo desarrollo económico, siendo Brasil y Perú los países de América Latina donde se distribuye y usa el condón femenino, vagina e interno de modo universal. Chile se sumó a esta lista de países donde se conoce y distribuye el condón vaginal, pero en el caso chileno, existiendo restricciones en su certificación sanitaria y comercialización masiva.
En Chile, las comunidades de mujeres viviendo con VIH/SIDA, articuladas en la ICW Capítulo Chileno, hicieron una ardua campaña de sensibilización pública con otros grupos de mujeres organizadas, entre ellas las trabajadoras sexuales de Fundación Margen, integrante de la RedTraSex, buscando así convencer e incidir en las autoridades de salud para la introducción del condón vaginal en las políticas públicas de salud de nuestro país.
Según estudios realizados por las organizaciones de mujeres, lideradas por la ICW Capítulo Chileno, el patrón de transmisión del VIH e ITS señala que las mujeres seropositivas adquieren el VIH a través de sus parejas sexuales estables. De hecho, un informe distribuido entre autoridades de salud y medios de comunicación social asegura que el 87,5% de las mujeres adquiere el VIH de esta manera, lo que acentúa la problemática del cuidado de la salud sexual de las mujeres.
Las demandas de hoy
El condón para pene o condón externo es de amplio conocimiento y distribución masiva, sin embargo, el condón vaginal tiene un conocimiento y uso acotado por su escasa distribución y/o distribución a grupos específicos, mujeres trabajadoras sexuales y mujeres viviendo con VIH/SIDA. Si bien es una política pública de salud de las autoridades administrativas, carece de un respaldo legal y necesaria voluntad política para avanzar en su conocimiento, distribución y amplio uso.
A la fecha, el condón femenino, vaginal e interno, en todas sus variaciones, incluidos los con aromas y colores, todavía se encuentra pendiente de certificación sanitaria acreditada por el Instituto de Salud Pública (ISP) para su comercialización en farmacias, sin embargo, el condón femenino, vaginal e interno tradicional es distribuido entre organizaciones sociales debido a la distribución limitada por parte del Ministerio de Salud.
El condón femenino, vaginal e interno es una herramienta de doble protección, cuidado, trabajo e incluso placer para todas las personas con vagina. En este contexto de avance en derechos sexuales y reproductivos de un bienvenido Chile feminista, invitamos al Ministerio de Salud del Gobierno de Chile a realizar todas las gestiones necesarias para certificar el condón vaginal en el Instituto de Salud Pública (ISP), permitiendo así el acceso y uso de esta urgente e importante herramienta de cuidado y protección a todas las mujeres sexualmente activas y a todas las personas con vagina.
Del mismo modo, invitamos a toda la comunidad a movilizarse y sumarse a la campaña pública de ICW Capítulo Chileno de Mujeres Viviendo con VIH/SIDA y Fundación Margen de Mujeres Trabajadoras Sexuales que exigen y demandan: ¡CONDÓN VAGINAL, ACCESO UNIVERSAL!
