En las próximas décadas, la Capa de Ozono podría recuperarse y volver a los valores previos a 1980, antes de que se detectara el agujero de la capa de ozono. Esto, gracias a la aplicación del Protocolo de Montreal y la eliminación global de los productos químicos que la agotan, ya constituye un enorme aporte a los esfuerzos para mitigar el cambio climático.
El informe de evaluación cuatrienal del Panel de Evaluación Científica (SAP, por sus siglas en inglés) del Protocolo de Montreal sobre Sustancias que Agotan el Ozono (SAO), auspiciado por la ONU, que se publica cada cuatro años, confirmó a comienzos de 2023, que el agujero del ozono habrá disminuido significativamente para el año 2050, y se prevé que su recuperación ocurrirá entre 2060 y 2070.
A la fecha, ya se han eliminado más del 99% de las Sustancias Controladas (en su mayoría gases refrigerantes), lo que ha permitido una recuperación gradual de la capa de ozono.
Con la recuperación de la capa de ozono y la posibilidad de remediar el agujero, también se está contribuyendo a cuidar y proteger la salud de las personas, especialmente en lo que refiere a la radiación solar. Esto es particularmente importante por los problemas de salud a la piel que significa estar expuesto al sol y la relevancia de seguir tomando medidas de protección.
Sin embargo, esta recuperación será progresiva, por lo tanto, no hay que dejar de lado los cuidados de la piel y la salud. La afectación a la piel por el aumento de la exposición a rayos ultravioleta (UV) es todavía un tema del que los expertos recomiendan preocuparse. Con la llegada de la primavera y por lo tanto, el aumento de las temperaturas, es esencial que las personas se protejan de los rayos de sol y tomen medidas de acuerdo a lo señalado por la Unidad de Ozono del MMA, como uso de gafas y protector solar.
Por otra parte, el Protocolo de Montreal continua, por lo que su aplicación para la mitigación del cambio climático es esencial. Actualmente, el 15% de las alternativas utilizadas para reemplazar a las Sustancias Agotadoras del Ozono corresponden a hidrofluorocarburos (HFC), que no agotan la capa de ozono, pero tienen un alto potencial de calentamiento atmosférico (PCG), y, por lo tanto, contribuyen al calentamiento global.
En este sentido, la Enmienda de Kigali del Protocolo de Montreal atiende esta realidad y establece metas de reducción para los países firmantes. Existen distintas alternativas, soluciones y acciones para que entidades y la comunidad conozca las buenas prácticas que deben tener los sectores de refrigeración y climatización que contienen los HFC.
La recuperación de la capa de ozono facilita la conservación del equilibrio del ecosistema del Planeta, permitiendo la supervivencia de las especies animales y vegetales, que son particularmente sensibles a la radiación UV-B.
A través de esta actividad se pone especial énfasis en la participación de las niñeces, se le da prioridad a que conozcan los aparatos que -de no tener una mantención adecuada- podrían tener un impacto negativo en el calentamiento global, y que además, puedan promover y crear conciencia como motores del desarrollo de una sociedad más justa, equitativa y por el derecho a vivir en un medioambiente sano y libre de contaminación.