Periodista.
En menos de 24 horas, el oficialismo pasó de la congoja y el enojo, al alivio y a los abrazos casieufóricos. Del fracaso de la defensa de su líder, Andrés Chadwick Piñera, al éxito de esa misma defensa para el Presidente. Ambos acusados constitucionalmente por su responsabilidad política en la violación de los derechos humanos en la crisis que aún vive el país. Hubo un suspiro de alivio en La Moneda y en los partidos de Chile Vamos cuando se rechazó la acusación del Mandatario, qué duda cabe. Cerraron filas. Pero, habrá que ver cuánto dura.
Es que en la coalición de gobierno la procesión va por dentro. Hay irritaciones que comenzaron a crecer desde el día aquel de noviembre, cuando la UDI se vio prácticamente obligada a firmar un acuerdo para cambiar la Constitución y hasta aceptar la posibilidad de una Asamblea Constituyente, que, en jerga negociadora, pasó a llamarse Convención Constituyente, que es lo mismo, pero no para el gremialismo que alguna explicación rebuscada tenía que darle a su gente.
Luego vino la acusación contra Chadwick quien ya había sido cuestionado luego del asesinato de Camilo Catrillanca y fue defendido a ultranza por el gobierno. Pero ahora, a medida que pasaban las horas, se hacía carne en la UDI que el ex ministro del Interior sería castigado durante cinco años con la prohibición de ejercer cargos públicos. Los dos capítulos de la acusación constitucional lograron 23 votos a favor y 18 en contra. El primero de los capítulos acusatorios contra Chadwick apunta a la infracción a la «Constitución y las leyes omitiendo medidas eficaces para evitar la violación de los derechos humanos y no haber mantenido el orden público de manera racional».El segundo y último capítulo apuntó a la infracción de la Constitución «al declarar estado de emergencia y haber permitido hechos no contemplados en esta figura. Se le acusa de restringir la libertad de movimiento y reunión en estados de queda, traspasando los parámetros correspondientes desnaturalizando la medida», debido a que el Presidente Sebastián Piñera no delegó al jefe de la defensa nacional, la facultad de restringir ambaslibertades.
Cuando el juicio político terminó, esos rostros gremialistas lo decían todo. Y cual más cual menos, dijo que haber votado contra Chadwick les pesará en su conciencia por siempre en la vida, porque nadie se merece un castigo tan injusto.
Claro, no quisieron recordar que ese mismo “castigo tan injusto”, se lo propinaron ellos a la entonces ministra de Educación y actual senadora DC, YasnaProvoste, y por supuestas causas muchísimo menos graves.
Al día siguiente, y luego de horas de tensión, llegó el alivio. En la Cámara de Diputados se rechazó la primera parte de la acusación constitucional contra el Mandatario, la llamada “cuestión previa”, es decir en la forma el libelo no cumple con los requisitos para acusar al Mandatario y así no se pudo debatir, al menos debatir, el problema de fondo: la situación de los derechos humanos en el Chile de hoy y la responsabilidad que le cae al gobernante.
En todo caso estaba claro que de rechazarse esa “cuestión previa” y pasar a debatir en Sala el fondo de la acusación, los votos no estaban para aprobarla en la Cámara. Ocurre que, a diferencia de las acusaciones a otras autoridades, en el caso del Presidente de la República se exige un quorum de la mayoría de los diputados en ejercicio, esto es, 78 de los 155 y, en el caso del Senado, de 2/3. Es decir, la Constitución de Guzmán hace prácticamente imposible una salida de este u otro Mandatario por la vía de una acusación constitucional. No así en el caso de los ministros.
Con el ala herida
Lo ocurrido con Chadwick dejó con un ala herida a la UDI. Su molestia la han mostrado ostensiblemente, al punto que los principales medios de comunicación lo han mostrado sin tapujos. De hecho, la diputada Hoffman había señalado que “el alto precio que está pagando la UDI por su lealtad nos hace replantearnos muchos temas”. El diputado Jaime Bellolio fue más allá. En uno de los recesos del debate, fue a conversar con el Ministro Blumel y le reprochó la escasa defensa del gobierno a su ex ministro del Interior. Le planteó lainquietud de los diputados de la UDI respecto a lo que calificaron como un “completo abandono” hacia la figura de Chadwick. Hizo notar que, salvo el titular de la Segpres, Felipe Ward, también de la UDI, ningún ministro se había presentado para dar su apoyo al exjefe de gabinete. “Lo dejaron solo”, le habría dicho Bellolio a Blumel.
Y, por si fuera poco, rondó en algunas cabezas la teoría del «cordero de Dios», que significaba que era inevitable sacrificar políticamente a Chadwick para salvar a Piñera y, así, dar la señal de que «alguien» asumiera –ante los ojos ciudadanos– la responsabilidad del mal manejo de la crisis en la que ha estado el país por casi dos meses.
Luego de la salvada del Presidente, el ministro Blumelse reunió con los diputados gremialistas y se dio por superado el desencuentro. Lo dijo así su presidenta, Jacqueline van Ryssenberghe: “fue una semana difícil y súper dura para la coalición y para la UDI en especial. Se puso a prueba la unidad del sector. Como fuimos capaces de resistir, hay que dar vuelta la página y enfocarnos en sacar los proyectos de ley que son esenciales”.
Mientras, siguen por su propio carril las manifestaciones, los encuentros autoconvocados para analizar lo que viene en el proceso constitucional, los artistas entregando su arte y las performances de las mujeres, jóvenes y mayores denunciando a los abusadores y que a estas alturas gozan de un prestigio y una fama internacional que ya se la quisiera en una mínima proporción el gobierno.
Marzo “horribilis”
Para muchos observadores de la situación política, objetivamente la masividad de las manifestaciones ha bajado. Pero, para sorpresa de todos, particularmente del gobierno, nunca se han detenido desde el mismo 18 de octubre, día del inicio del estallido social más impactante que ha ocurrido en Chile desde hace décadas. En redes sociales y en entrevistas que se hacen al azar en las radioemisoras, se repite una frase permanentemente: “aún no hemos conseguido nada”. Y se menciona a las AFPs, las Isapres, el CAE, el sueldo mínimo, el transporte y una que otra reivindicación más que siguen sin soluciones reales. Entre medio, se repite que los más ricos del país, aún no son tocados por el gobierno, aunque algunos de ellos han manifestado que “habrá que dar hasta que duela”.
Si esta sensación ambiente de que nada se ha conseguido aún se mantiene porque las respuestas que espera la ciudadanía no llegan, se podría esperar un panorama difícil en marzo. La “segunda ola” la llaman algunos.
Quien lo graficó fue el ex ministro de Hacienda del gobierno de Bachelet, Rodrigo Valdés: “Es bastante probable -dijo- que entre la Pascua y el verano no tengamos el nivel de estrés que tuvimos en noviembre. Pero temo que marzo puede ser un mes horribilis si los liderazgos no trabajan en cambios palpables, en una agenda social con una ruta muy clara de gastos e ingresos del fisco. Lo que no puede pasar es que lleguemos a marzo y no se haya visto nada ni se haya escuchado nada del “hasta que duela” que dijeron los empresarios.
También lo ha dicho, no una sino varias veces, el senador RN Manuel José Ossandón. «El gran problema pasa porque este equipo tiene un jefe que todavía no entiende la gravedad del problema (…) Tiene que conducir esto, el que tiene las riendas del caballo, lo maneja. Él tiene que apurar para que esta agenda social, sea rápida y potente». Y está convencido que “Chile no acepta más parches».
Y luego señaló: «la planificación no tiene por qué ser a 20 años. Cuando tu te encuentras con un conflicto tienes que planificar cuál es el camino. Aquí partimos con un problema de orden público y un problema inmenso de paz social, que no fue leído al principio por el Gobierno ni el Presidente de la República», concluyó.
Para Bárbara Figueroa, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), “leer esto desde los códigos tradicionales no permite el análisis. Vas a tener momentos de flujo y reflujo de movilización, eso es normal. Pero lo más probable es que nos enfrentemos a un proceso muy extenso y no solo de 60 o 70 días”. La dirigente de los trabajadores agregó que “quienes apuesten a que con las medidas que se están tomando van a lograr desactivar la crisis, no están haciendo una buena lectura de lo que se expresa hoy día, que es un llamado de atención y donde la ciudadanía ha dicho que tiene que haber cambios profundos. Podrán demorarse más o menos, pero los cambios profundos van a seguir demandándose. Y eso va a ser con movilizaciones en alza, con momentos como este”.
Débil Agenda
Y tal parece que la lectura del gobierno sigue transitando por la vereda tropical, como dice el bolero. Todo sigue demorándose. La posición del gobierno ya se aclaró en parte con su agenda anti abusos, dada a conocer por el propio Presidente, sin que aminorara las críticas a sus respuestas con cuentagotas que lo ha caracterizado en estos casi dos meses. Por ejemplo, una de las peticiones de la Mesa de Unidad Social es la solución definitiva al problema del CAE. En su agenda anti abusos, el presidente Piñera dijo que el gobierno va a ayudar a los «deudores morosos del CAE para que puedan regularizar su situación, condonando las multas y los intereses penales y permitirles que accedan a los beneficios del nuevo sistema de crédito, que tiene un Interés Subsidiado del 2 por ciento y un pago máximo del 10 por ciento del Ingreso». Luego, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones descartó cualquier opción de condonar las deudas del CAE adquiridas por estudiantes universitarios «por la magnitud de recursos que ello supone» y porque hacerlo le parecería «injusto» para quienes han pagado.
La agenda anti abusos del gobierno fue, en general, calificada como débil por sectores de la oposición. El paquete de medidas anunciado señala que se va a«combatir con mayor severidad las colusiones y los abusos en los mercados, los delitos tributarios y el uso de información privilegiada», a raíz de los «indignantes y sensibles casos de colusión y abusos en mercados tan importantes como el de los medicamentos, el papel higiénico y los pollos». Sus principales propuestas apuntan a «aumentar las sanciones penales con penas de cárcel efectivas para los delitos de colusión cuando los bienes afectados sean de primera necesidad, como medicamentos o alimentos», así como incrementar «las sanciones penales y las multas para los delitos tributarios, el uso de información privilegiada -un tema por el que Piñera fue investigado- y la divulgación de información falsa en los mercados financieros».
Entre las otras medidas está fortalecer la Fiscalía Nacional Económica «con nuevas herramientas para prevenir, investigar y denunciar los carteles y las conductas anticompetitivas, herramientas como el alzamiento del secreto bancario y la protección de las pruebas físicas o digitales de conductas anticompetitivas».
También anunció el incremento de “ las sanciones a los denominados ‘delitos de cuello y corbata'». Pero no mencionó que el 2016 ya se había aprobado una ley que penaba -eventualmente– con cárcel la colusión, sin embargo, la pena iba de 3 a 10 años, ahora iría de 5 a 10 años para casos con bienes de «primera necesidad», por lo que desde el Ejecutivo apuntan a que es más probable que exista una condena que implique cárcel efectiva.
Lo que se reprocha en esto es que, en los delitos económicos, nada dijo sobre la habilitación del Ministerio Público para que se pueda querellar. Hoy no puede hacerlo.
Anunció, además, una «poderosa agenda Pro Consumidor», que incluye, como primera medida, «terminar con la letra chica en los contratos de adhesión, a través de una plataforma digital en Sernacque va a permitir a los consumidores poner término a los contratos que no deseen mantener, con la misma facilidad con que los adquirieron». También propuso establecer un sistema de consulta en línea «para que todos los ciudadanos puedan conocer los seguros que mantienen vigentes y cancelar los seguros desconocidos o no deseados»; y ordenar que los términos y condiciones del comercio electrónico se conozcan «en forma simple y transparente», junto con «prohibir todo abuso y todo cobro de comisiones que no correspondan a prestaciones efectivas».
Por último, dijo que habrá medidas que apunten amejorar la protección de los derechos de los trabajadores, «especialmente durante estos tiempos difíciles» Y adelantó que prontamente anunciará una «modernización profunda» a la Dirección del Trabajo, para «incorporar tecnología digital para facilitar la relación entre trabajadores, empleadores y la DT, y va a promover la mediación voluntaria entre trabajadores y empleadores por parte de la DT, para facilitar acuerdos y encontrar soluciones».
Pero, nada dijo de cómo se frenarán los abusos de la salud, de las Isapres, de las AFPs, etc. Eso es el principal reclamo de la ciudadanía
Tecnología de punta
Por último, si algo llamó la atención y sigue dando vueltas por los pasillos del Congreso y particularmente de los partidos, es lo que el Mandatario señaló en una entrevista concedida a un medio español, el noticiero radial «Hoy por hoy», de la emisora española SER.
Sorprendiendo a medio mundo, dijo que “un 18 de octubre, que nunca lo voy a olvidar, se desató una ola de violencia sistemática, profesional, organizada con tecnología de punta que buscaba destruirlo todo. Querían incendiar el país», prosiguió el Mandatario. Consultado sobre quién está detrás de esa organización, Piñera aseveró que «está en estudio” yreconoció que las agencias de inteligencia «no estuvieron a la altura» y que por eso se están «renovando íntegramente».
«También ha habido mucha información de países amigos que indican que aquí hubo algo que no fue casual y que fue deliberado. Definitivamente aquí vimos algo que nunca habíamos visto (…) Aquí vimos algo que nunca habíamos visto. Una tecnología, una organización militar, una precisión, una voluntad de no respetar a nada y a nadie (…) Muchos de los muertos que hemos tenido que lamentar murieron porque las personas entraban a los locales comerciales a saquear y detrás de ellos venían otros con intención de quemarlos, y como tenían artefactos incendiarios de mucha eficacia, mucha gente murió porque no pudo salir», añadió.
De inmediato hubo reacciones. El diputado DC e integrante de la Comisión de Inteligencia de la Cámara, Gabriel Silber, anunció que citarán al ministro del Interior Gonzalo Blumel, por los dichos de Piñera a la cadena española SER. “Aunque las informaciones que maneja nuestra comisión son secretas, podemos decir con claridad que nada de lo dicho por el Presidente de la República en la radio española calza con lo que se ha informado a nuestra instancia, de manera seria y con criterio de verosimilitud». «Por eso, dada la gravedad de las palabras del Presidente en la entrevista, donde aseguró la existencia de tecnología de punta y de organizaciones militares que habrían atentado contra los intereses del estado de Chile, estamos citando al ministro Blumel para que nos informe qué sabe el Gobierno al respecto”, informó.
Por su parte, la diputada PPD, Andrea Parra, calificó de «preocupante» las palabras de Piñera y agregó que éstas «nos ponen en un estado de alerta máximo». Dijoque «el Presidente debiera poner todos los antecedentes en tribunales, porque si no pone en una situación muy compleja a la ciudadanía». Y añadió quedichas declaraciones «tienen que ser respaldadas através de los Tribunales de Justicia, sino estamos frente a aseveraciones irresponsables».
Distintos personeros en la oposición piden laspruebas, porque consideran muy graves las denuncias del Mandatario. Hay quienes señalan que sería bueno saber qué países le informaron -como dice Piñera-; por qué no hay detenidos aún; cómo sabe que usaron tecnología de punta, cuál tecnología. Aseguran que sabiendo aquello, podría descartarse lo que muchos han señalado como explicación a quienes podrían ser los responsables de la violencia desatada: los grupos antisistema, como el PC Acción Proletaria (pro chinos); el Grupo de Acción Popular (escisión antigua del Grupo Lautaro); anarquistas de distintas tendencias; los NINI, y los narcos, que se sumaron a las protestas y aprovecharon el contexto para realizar sus actos violentos y vandálicos.
