Periodista.
Cuando falta un poco más de cinco meses para elegir a quien tomará las riendas de este país herido por una pandemia que no cede, salen a flote las rencillas entre quienes aspiran a La Moneda y que siempre aparecen en las campañas políticas. Ya está comenzando a ocurrir en el país, aunque aún con guante blanco.
El escenario político augura cambios vertiginosos. No sólo el que en pocos días más -el 13 de junio- concretará, en una segunda vuelta, la elección definitiva de gobernadores en 13 de las 16 regiones del país, sino, además, los preparativos para las primarias legales en que se enfrentarán, por un lado, los candidatos de la derecha para elegir a quien los representará en noviembre, y por otro, los del Partido Comunista y el Frente Amplio con el mismo objetivo. Entre medio, se deberá despejar cómo Unidad Constituyente logra zanjar el impasse producido entre el Partido Socialista y la Democracia Cristiana, además del Partido Radical, y consigue tener un solo candidato o candidata que se enfrente a la derecha y al vencedor del polo más a la izquierda del espectro político.
Nadie puede asegurar cómo decantará la situación política en el país. Aunque una encuesta reciente anticipa la posibilidad de un triunfo del FA-PC con Karina Oliva para gobernadora de la Región Metropolitana, lo ocurrido con el triunfo del Partido Socialista en la Central Unitaria de Trabajadores, bastión del Partido Comunista durante años con Bárbara Figueroa al frente, son datos a tomar en cuenta para el futuro cercano.
Por ahora, partidos y candidatos que en julio medirán sus fuerzas en las primarias legales analizan el panorama en busca de los apoyos imprescindibles para ganar la presidencia y como derivada, un parlamento favorable para realizar los cambios que se avecinan. Y no sólo eso. También para enfrentar la pandemia y sus consecuencias, que no serán pocas ni baladíes.
Mientras la candidata del PS, PPD, Nuevo Trato y liberales, Paula Narváez sigue en su carrera iniciando un recorrido por las distintas regiones del país, la más que probable candidata de la Democracia Cristiana, Yasna Provoste Campillay, continúa desde la presidencia del Senado enfrentándose al gobierno por la respuesta de este a los llamados “mínimos comunes”. El Presidente Piñera informó hace unos días que el gobierno buscará impulsar en el Congreso un IFE Universal en base a la línea de la pobreza y un fondo para pymes de US$2.000 millones. La respuesta de la senadora llegó de inmediato: “Sin duda que estos anuncios son débiles, son débiles para las familias y para las empresas de menor tamaño”.
Y de inmediato también llegó la andanada desde el gobierno y su coalición. “Me parece que es una crítica más bien política que técnica. Me parece más bien que está hablando la candidata que una líder que tiene que sentarse a negociar, entendiendo que la responsabilidad fiscal también es un componente que debe estar sobre la mesa a la hora de analizar”, dijo el ministro del Interior.
¿Buscando apoyos?
Con el palpitante calendario electoral de este año, donde los días se acercan a una velocidad que asombra y el mes de julio se asoma no solo para las primarias, sino, además, para el inicio de la Convención Constitucional, partidos y candidatos inscritos para las primarias ya se encuentran embalados en la búsqueda de apoyos. Lo mismo para la contienda de segunda vuelta de gobernadores, donde la Región Metropolitana es, hasta ahora, todo un enigma.
Pasada la euforia inicial de los resultados de las elecciones del 15 y 16 de mayo, una situación quedó patente en la Convención: nadie tiene el tercio para poder vetar alguna propuesta. Ergo: tendrán que ponerse de acuerdo. De lo contrario, se perderá la oportunidad histórica de cambiar el país. Lo otro: la medición de las fuerzas políticas indica que nadie, ningún pacto, puede ganar en solitario.
Este es el escenario donde tendrán que moverse partidos y candidatos. De ahí entonces los últimos movimientos de los aspirantes a La Moneda. Daniel Jadue, pese a errores cometidos al vetar a partidos que apoyaban a la socialista Paula Narváez, y de alguna manera intentar apropiarse de la figura del Presidente Salvador Allende, hasta ahora está en la pool position en las encuestas.
Invitó a sumarse a su primaria a la Lista del Pueblo, que obtuvo 27 convencionales. Pero, los principales dirigentes de esas listas han señalado que no conversarán con partidos políticos. Rafael Ferrada, uno de sus voceros, señaló: “Nosotros sabemos que al interior de la Constituyente hay de partidos de derecha, de centro, de izquierda, más el mundo de independientes y cupos indígenas, se van a tener que dar negociaciones en medio de eso, pero nosotros no conversamos con partidos, sino con las personas, nos debemos al pueblo. No vamos a salir a juntarnos con Boric, con Jadue, ni a juntarnos con ningún partido político”. Ahora están enfocados en estudiar quiénes podrían ser sus candidatos a diputados y senadores. “No sacamos nada en escribir una Nueva Constitución si después van a seguir en estos puestos representantes de los mismos partidos políticos que van a legislar. Necesitamos que el gobierno nivele la cancha para los independientes y que se puedan hacer listas de independientes, lo mismo como ocurrió ahora”, agrega Ferrada.
Jadue también está trabajando con un grupo descolgado de la candidatura socialista, bautizado como “Socialistas por Jadue” y cuya vocera se llama Cecilia Toro. Dice ella que en las conversaciones que han sostenido estos días con Jadue, ya han acordado comenzar a trabajar en una estrategia de comando para su campaña, donde se sumarían militantes y simpatizantes del PS. Dice ella.
Palabras que sacan palabras
En los últimos días comenzaron a surgir intentos de diferenciarse entre los candidatos del PC y el FA. Una práctica que hace rato viene ocurriendo en la derecha y que ya no llama la atención. Al final, palabras más, palabras menos, todos esos candidatos de Chile Vamos defienden lo mismo.
En la otra vereda sí. Consultado por las diferencias con el candidato comunistas, el representante del Frente Amplio, Gabriel Boric, explicó: “Hay diferencias respecto a cómo hemos abordado temas del pasado reciente y lo que proponemos para el futuro dentro de un marco programático común. Si no, no estaríamos yendo a una primaria”, comenzó diciendo el candidato. Luego añadió: “Sobre las diferencias que tuvimos en el pasado, creo que fue importante el acuerdo del 15 de noviembre. Me la jugué para tener una canalización institucional de la crisis social que estábamos viviendo (…) En esa oportunidad, Daniel tuvo una posición distinta, más bien crítica del acuerdo que fue un momento muy difícil”, dijo el diputado por Magallanes.
“Respecto al futuro, creo que no basta con los convencidos de izquierda o antineoliberales para gobernar Chile. Creo que para ofrecer una alternativa de mayor dignidad se requiere convocar a un mundo mucho más amplio, y ahí tenemos otra diferencia con Daniel”, dijo el candidato por el Frente Amplio.
Daniel Jadue no resistió el recordatorio de Boric y lanzó unas frases que caldearon el ambiente en la oposición. «El acuerdo del 15 de noviembre fue porque los alcaldes y alcaldesas de Chile convocamos anticipadamente a una consulta nacional, cuando el Congreso ni siquiera se imaginaba convocar una consulta nacional. Le pediría a todo el sistema político que nadie se atreva, por favor, a tratar de apropiarse de este proceso, porque este proceso lo definió el pueblo de Chile en las calles y no los parlamentarios en el Congreso o el Gobierno».
Así, se instaló una polémica que duró poco, pero que está latente. El diputado RD Giorgio Jackson respondió que “vale la pena hacer algunas observaciones históricas a las declaraciones” del alcalde, partiendo por “reconocer el giro en la valoración del acuerdo del 15-N por parte de Daniel. Pasar de criticar la ‘cocina de espalda a la ciudadanía’, a reivindicarlo diciendo que el acuerdo 15-N se gestó gracias ‘a los alcaldes y alcaldesas’, es un giro importante”. A renglón seguido, Jackson sostuvo que el aporte de los alcaldes fue vital, pero “decir que sin esa iniciativa «no se les habría ocurrido» al sistema político, es de una falsedad demostrable”. El diputado RD destacó el rol cumplido por Boric en la génesis y firma del acuerdo que abrió las puertas al proceso constituyente. “Sobre todo a la luz de los resultados de la Convención Constitucional, se puede reconocer que quienes -como @gabrielboric-apostaron su capital político para abrir camino institucional y vinculante, mostraron que valió la pena. No creo que tenga mucho sentido negarlo a esta altura”.
Boric no se quedó en silencio. Diplomáticamente respondió que «concuerdo con Daniel en que nadie debe apropiarse del proceso constituyente. Es de todo el pueblo”. Pero agregó que “también es importante ser capaces de reconocer errores porque nos da la oportunidad de aprender. Creer que uno siempre tiene la razón nos nubla e impide mejorar».
Es lo que espera la oposición. Porque error fue pedir el apoyo de la militancia socialista y, además, sostener que el legado de Salvador Allende se reflejaba mejor en su opción. La respuesta llegó de parte de la senadora Allende, la hija del Presidente. Dijo que esas afirmaciones le provocaron “molestia como a todos los socialistas, una sensación de falta de respeto. Uno no hace eso con otro partido, uno tiene que ser leal. Jadue sabe que nosotros tenemos una candidata y es inentendible que haga ese llamado a las bases socialistas. Y más aludiendo a Salvador Allende, que nunca dejó su partido de toda la vida. Como siempre decía él, ‘todo lo que he sido se lo he dado a mi partido’. A pesar de que tuvo conflictos y contradicciones, siempre tuvo conciencia de que todos los cargos, todo lo que desarrolló, que no era poco -diputado, ministro, senador, presidente del Senado y de la República- se lo debía al Partido Socialista. Es como falta de consideración que no debe ser en la política. Uno puede tener diferencias de ideas, pero uno siempre debe tener una disposición de ser respetuoso hacia el otro y de las sensibilidades que pueda manifestar el otro. Yo no creo que la política tenga que ser pisar callos todos los días”.
Y añadió que “no es adecuado hablar de herederos de Salvador Allende, nosotros no lo hacemos y no debiera hacerse”, agregando que “una cosa es que el PC fue un partido leal con Salvador Allende, otra decir que eres su heredero. No, por supuesto que no”.
El diputado magallánico Boric está por buscar más apoyos y no encajonarse solo en el mundo antineoliberal, que es de lo que Jadue acusó al PS y al PPD. Pero este, mejor aconsejado ahora, se mostró unitario frente a la segunda vuelta de gobernadores: “en todas aquellas regiones donde hay cualquier candidato de la oposición llamamos a votar por ellos y no aceptar y no dejar que la derecha gane”.
