Periodista.
Les costó a los voceros designados en la derecha para encontrar algo realmente digno de críticas de peso en la Cuenta Pública del Presidente Gabriel Boric. Una cuenta que debió realizar cuando aún no se cumplen tres meses de su mandato y aún así tuvo cosas que mostrar, como por ejemplo, el acuerdo con los trabajadores y trabajadoras de 400 mil pesos para el sueldo mínimo.
Unos dijeron que era “populista”; otros, que tenía mucha poesía y otros, afirmando que el gobierno miente, transformándose en verdaderos clarividentes al afirmar que el Presidente anuncia que va a hacer cosas que luego no hará. Y algunos más básicos que lo descalificaron porque no mencionó, en su discurso, las palabras terrorismo o delincuentes.
Lo cierto es que, durante más de dos horas, el Presidente trazó el camino que seguirá el gobierno entregando una hoja de ruta clara, precisa y ambiciosa. Su discurso, a veces conciliador, pero siempre cercano y creíble, estuvo enfocado en cinco ejes: Derechos Sociales; Mejor Democracia; Justicia y Seguridad; Crecimiento Inclusivo; y Medio Ambiente.
Destacó el mensaje del Mandatario en materia de descentralización que generará recursos para las regiones; así como el alza de las pensiones, la reducción de la jornada laboral desde las actuales 45 horas a 40 horas semanales; el impulso en vivienda; en medio ambiente y salud, así como las ayudas para las Pymes. En este sentido dijo que en el Plan Chile Apoya se fortaleció el acceso a crédito a micro y pequeñas empresas no bancarizadas y se amplió la cobertura de programas de apoyo de Corfo y Sercotec para la reactivación económica, beneficiando a 167 mil mipymes, con un foco especial en mujeres y los sectores del turismo y la cultura.
El bendito tren
Este Plan Chile Apoya creará medio millón de empleos, movilizando más de 3.700 millones de dólares; la inyección de 3 mil millones de dólares al fondo del Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles; el congelamiento de las tarifas del transporte público regulado y un aporte para cubrir el alza del valor de los productos de la canasta básica, como el arroz, el pan y el aceite, además del subsidio reciente a la parafina.
Recordó que se impulsó “un Plan de Recuperación de Espacios Públicos” a nivel nacional, con foco en seguridad, que contempla subsidios para locales comerciales y también para sus asociaciones, posibilitando inversión por un total $15.400 millones”, dedicados en particular al comercio afectado por el estallido social.
Si algo sacó fuertes aplausos fue el anuncio de el “Plan Nacional de Desarrollo Ferroviario” . Así el Jefe del Estado comprometió la materialización de un viejo anhelo en materia de transportes: la ampliación de la red ferroviaria, lo que incluye la construcción de una línea que vuelva a unir a Santiago y al Gran Valparaíso. Explicó que “este Plan contempla desplegar servicios de pasajeros urbanos y suburbanos, y avanzar gradualmente en la construcción de servicios interregionales de pasajeros en distancia media y larga. También contempla nueva infraestructura para servicios de carga y eleva el estándar de calidad en sus operaciones actuales”. Es de imaginarse la reacción de los camioneros que cuando quieren paralizan el trans porte en las carreteras. .
Dijo que su objetivo es triplicar el número de pasajeros, “pasando de los 50 millones de personas transportadas en tren el año 2019 a 150 millones de pasajeros el año 2026”.“Estamos convencidos que estos avances marcarán una diferencia sustantiva en la calidad de la vida de las personas y posibilitarán el avance del país al desarrollo inclusivo que buscamos. ¡Chile merece recuperar su tradición ferroviaria!”.
Un plan ambicioso
Explicó que el desafío de su gobierno es impulsar además del desarrollo ferroviario, “la electromovilidad en el transporte urbano e interurbano, mejoraremos -dijo- miles de kilómetros de infraestructura vial que apoye al transporte público en regiones, mejoraremos la infraestructura en aeropuertos, continuaremos con la extensión del metro y construiremos cientos de kilómetros de ciclovías, además de sendas peatonales en todo el país”.
Dos grandes reformas estructurales verán la luz este año: la reforma tributaria que ingresará al Congreso en junio y la de pensiones en agosto. Precisó que la reforma tributaria pondrá énfasis en “atacar las bases de la desigualdad, gravando los altos ingresos y patrimonios, las rentas mineras y los resquicios legales para financiar el cumplimiento de derechos sociales en salud, pensiones y cuidados. Enfrentaremos esta tarea sin dogmatismos ni arrogancia, dispuestos a escuchar, pero comprometidos con sus objetivos. Confío en que encontraremos una disposición similar en muchos parlamentarios y parlamentarias”.
En cuatro años, el gobierno espera recaudar unos 4 puntos del PIB. Ello saldrá de la reducción de la evasión y la elusión ; del impuesto a las personas incluyendo un nuevo gravamen que se aplicará a la riqueza y se suma la reducción o eliminación de las exenciones tributarias
El Presidente Boric se adelantó a los reclamos inevitables señalando: “Sabemos que frente a una reforma tributaria con estas ambiciones habrá quienes argumenten que no es el momento. Mi respuesta es clara y firme: el país no puede esperar y todos tenemos que estar a la altura de las circunstancias. No podemos dejar que algunos contribuyentes sigan eludiendo sus obligaciones tributarias mientras millones de chilenas y chilenos pasan los años en listas de espera para una intervención médica, para acceder a una vivienda o para conseguir una pensión digna”.
También le puso fecha al envío de la reforma previsional: agosto, tras terminar el proceso de diálogo que incorpore la opinión de trabajadores, empleadores y expertos. Se trata de garantizar una pensión básica de “al menos” $ 250 mil a cada persona de 65 años y más. Y de nuevo se adelantó a las inevitables críticas señalando:” Para despejar cualquier fantasma, vamos a respetar cada peso de los ahorros previsionales acumulados en las cuentas individuales y la posibilidad de ahorro de chilenos y chilenas para su vejez”.
El discurso del Mandatario en la Cuenta Pública de este año dará que hablar, sin duda. Los anuncios son muchos y en todos los aspectos de la vida política, social, valórica y económica del país. En un año más, sabremos qué se fue cumpliendo
