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La Marcha de la Bronca

Crédito fotografía: Patricio Muñoz Moreno

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“Bronca porque está prohibido todo,
Hasta lo que haré de cualquier modo.”
Pedro y Pablo.

Quienes nacieron (nacimos) a mediados del Siglo XX, recordarán con nostalgia al dúo rockero argentino Pedro y Pablo quienes, motivados por la situación política en Latinoamérica y el resto del mundo, componen en 1970 “La marcha de la bronca”, tema que ha sido cantado por Piero, León Giecco, Andrés Calamaro, Charlie García  y otros.

Han pasado más de 50 años y muchos de los jóvenes, hijos y/o nietos de quienes la escuchaban en las fogatas de playa, han re-interpretado ese tema en las marchas hacia la Plaza de la Dignidad, las manifestaciones en Avenida Pedro Montt, la Universidad de Concepción  y/o Antofagasta.

“Bronca cuando ríen satisfechos/ al haber comprado sus derechos/Bronca cuando se hacen moralistas/y entran a correr a los artistas/Bronca cuando a plena luz del día/sacan a pasear su hipocresía”

No sabemos si Gustavo Gatica, Fabiola Campillay o el joven lanzado al Río Mapocho por Carabineros, habían escuchado este tema. Esa probable que no, se trata de gente joven y, por tanto, no están ni ahí con las canciones de los sesentones o setentones. Sin embargo ellos aprendieron, dramáticamente, esta letra.

Al pasearse por las calles de San Antonio, Recoleta, Puerto Varas o Coquimbo, se pudo ver gran cantidad de jóvenes que hacían colas para sufragar, como una forma de manifestar su bronca. Ahí estaban con sus tatuajes esperando el momento de decir apruebo.

Más que apruebo, estaban diciendo “yo participo”.

“Bronca porque matan con descaro/pero nunca nada queda claro/Bronca porque roba el asaltante/pero también roba el comerciante.”

Con el paso de los días vimos como muchos de los que se habían repartido el poder durante años, dijeron estar disponibles. Parece que no se dieron cuenta que nadie les había preguntado. El tema no es etario sino con la capacidad de leer la realidad.

En esta marcha de la bronca  han participado las y los mayores que han parado las ollas comunes en las poblaciones, los trabajadores de la salud que desde su espacio han enfrentado la mayor crisis sanitaria del país. En esa marcha están presentes las profesoras rurales que a diario caminan kilómetros para apañar a sus alumnos y los pescadores artesanales que deben luchar contras la entrega del mar a 7 familias.

El triunfo del 78% v/s 22% se debe considerar sólo como el resultado de una elección, como una posibilidad; sin embargo no se debe creer que la bronca haya terminado. No ha  finalizado porque, más allá del cambio de autoridades, Carabineros sigue en guerra golpeando brutalmente a los manifestantes/enemigos.

Mientras el país viva en un estado de cosas en el que predomina la injusticia, la bronca no se acabará. Un cartel representativo de esta bronca era el que portaba una mujer de aproximados 50 años que decía: “Me quitaron todo, hasta el miedo”

“Los que mandan tienen este mundo/repodrido y dividido en dos/Culpa de su afán de conquistarse/por la fuerza o por la explotación”

La interrogante que ha nacido después del plebiscito nos plantea qué se debe hacer para apaciguar la bronca, parece ser que la respuesta va por e modificar el estado de cosas que ha hecho de la injusticia sea el eje de nuestra cotidianeidad.

Que se arme otro tablero de juego  donde esté emparejada la cancha a nivel, comunal, regional, de género, etc.

Las preguntas primarias  construyen preguntas secundarias, más específicas.

El mundo avanza gracias a las preguntas, no a las respuestas.

Dentro de estas preguntas secundarias es importante saber qué es lo que hará  el estado con los migrantes, los pueblos originarios, la tercera edad y las personas con capacidades diferentes. Respecto de este último grupo humano, Chile se va a hacer cargo o va a seguir dependiendo de diversas Teletones.

“Marcha, un, dos/No puedo ver tanta/mentira organizada/sin responder con voz ronca/mi bronca, mi bronca.”

Si hubiese que decidir cuál es el momento que desató la bronca, es muy difícil responder. Quizás sea cuando los jóvenes estudiantes supieron que su carrera los endeudaba por décadas y las mujeres vieron que el maltrato intrafamiliar las transformaba  en un número estadístico. ¿Habrán sido los ciclistas atropellados por la prepotencia de automovilistas y autobuseros que transforman la calle en un centro de poder o serán las trabajadoras de casa particular que debían laborar cuando todos descansaban?

Respecto de este último tema, cabe destacar que gracias a que en el primer gobierno de la Presidenta Bachelet se determinaron los feriados irrenunciables y estas trabajadoras pudieron pasar la Navidad y el 18 de Septiembre en sus casas.

“Los que mandan tienen este mundo/repodrido y dividido en dos/culpa de su afán de conquistarse/por la fuerza o por la explotación”

Es evidente que todo no puede, ni debe, estar en una constitución, sin embargo habrá que establecer los hitos centrales de una convivencia que manifieste la bronca con que se ha vivido durante este medio siglo ocurrido desde que un grupo de jóvenes argentinos dijeran: “Con voz ronca, su bronca”.

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