Periodista.
Sin duda que la llegada de Izkia Siches, la ex Presidenta del Colegio Médico, a la campaña de Gabriel Boric remeció hasta sus cimientos el recién armado comando del extremista de derecha, José Antonio Kast. La sinceridad de la doctora, su emoción al mencionar a su hija, su convicción para derrotar la campaña del miedo que se ha intentado imponer, no dejó impávido a nadie. Ni siquiera a ellos. Y ese miedo penetró ahora en la derecha que comenzó a buscar con desesperación una autoridad de gobierno relacionada con la salud, para equiparar las fuerzas en el tema.
Comenzaron los llamados y las presiones a la subsecretaria de Salud, Paula Daza. Se afirma que la llamaron de RN, entre otros el otrora liberal Mario Desbordes, hoy amigo del ultraconservador candidato. Su hermano, que trabaja con Kast. Y, finalmente, el propio candidato. La autoridad guberna mental no quería. Le hizo saber a sus cercanos que sólo apoyaría en horas no laborales. De hecho, al finalizar el Consejo de Gabinete en Cerro Castillo este viernes, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio aseguró que la subsecretaria de Salud Pública seguirá en su cargo, pero que colaborará con la campaña del candidato de derecha fuera de su horario de trabajo.
«La subsecretaria, ustedes la vieron acá, ella está muy entusiasta y con mucha energía, como ustedes la han visto durante todo este periodo en la pandemia. Hasta ahora lo que ella ha dicho es que puede cooperar, tal y como lo exige la Contraloría, fuera del horario de trabajo, sin hacer ningún tipo de uso de recursos públicos, más bien en lo programático de la misma campaña, pero distinto es que ella salga», afirmó el ministro.
Pero tanto fue el cántaro al agua, que al fin se quebró. Pidió permiso sin sueldo por tres semanas para entrar en la campaña del ultraderechista que, hoy por hoy, está dispuesto a cambiar de raíz su programa, que en el área de la Subsecretaria era mirado con la sospecha de la privatización.
De hecho, José Antonio Kast defiende a rajatabla lo que el llama “el aporte del sistema privado a la salud del país” y es crítico de la gestión de la salud pública, a cargo justamente de Daza. Para él, la productividad de los prestadores privados supera en un 60% la de los establecimientos estatales, y propone -entre otras cosas- la creación de “16 nuevos hospitales de alta complejidad en todas las regiones del país. Preferentemente, modalidad PPP de autogestión y concesiones”, aparte de una “nueva estructura organizacional de la red estatal, independizándose políticamente del Ministerio de Salud para conformarse como una entidad autónoma, descentralizada y técnica”.
No se conoce la reacción del Ministro Paris, quien no fue considerado ‘para ingresar al comando del candidato.
