Periodista.
Se habla poco de los resultados de las escasas mediciones socioeconómicas y de pobreza que hay en Chile. Resultan incómodas. Especialmente para quienes defienden el actual modelo económico y sus resultados. Por ejemplo, la última Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2020, que se realiza cada tres años, mostró que se duplicó la extrema pobreza en Chile y que los ricos se hacen, empero, más ricos que antes, y ello no causó ninguna escandalera, como sí lo hacen temas menores.
Sin embargo, para entidades como la Fundación Sol, que se ha consolidado por hacer un aporte alternativo fundamental en materia de procesamiento de este tipo de datos, se trata de instrumentos relevantes cuyos resultados debieran ciertamente influir en el devenir social y político del país. No obstante ello, consideran que los instrumentos disponibles, incluida la Casen, tienen una serie de limitaciones y no reflejan realmente lo que ocurre en materia social en el país. En otras palabras, la realidad es aún más dramática en la materia.
Al respecto Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol, destaca que la pobreza real, no es del 10,8% como nos indica la última Casen 2020- “en pandemia”, como subrayó el Gobierno-, sino que ésta llega en realidad a un nivel cuatro veces superior, si se hacen los cálculos pertinentes. Y la próxima semana entregarán indicadores alternativos al respecto, los que adelantaron en forma exclusiva a Página 19.
-Se habla de que hemos resuelto bien el tema de la pandemia, pero ¿qué pasa con los aspectos sociales de esta situación que reflejan, por ejemplo, los resultados de la última Casen?
-Efectivamente, y en eso hay que considerar que la encuesta Casen permite tener una mirada parcial de la situación social a nivel general, porque la última encuesta muestra que hay un aumento en las personas en situación de pobreza, no como que se esperaba, que era 12 o 13%, la que pasó, según esa medición, de 8,6% a 10,6%. Sin embargo, es relevante utilizar indicadores alternativos al respecto. De hecho la próxima semana, nosotros vamos a publicar indicadores alternativos para la Casen 2020, que ya lo hicimos para la Casen 2017, donde lo que medimos es la pobreza de mercado, la que no considera los subsidios del Estado y algo muy importante, que se llama el alquiler imputado, que se agrega a los ingresos de los hogares y que considera a aquellos hogares que tienen una vivienda propia, la están pagando o le ha sido cedida. Entonces hay muchos hogares que están viviendo con muy pocos ingresos, sobre todo en la pandemia, perdieron sus trabajos, vieron reducidas sus fuentes de ingreso formales e informales y eso produce una adición de ingresos ficticia.
-¿Cómo así?
-Supongamos que un hogar de cuatro personas, cuya línea de la pobreza está en torno a $460.000 en la Casen 2020, están viviendo con $300.000, ese es su ingreso disponible, pero como está pagando una vivienda o tiene vivienda propia, le agregan $350.000 más, que es el arriendo promedio de la manzana o el barrio donde vive, y queda con ingresos por sobre los $650.000 y queda por sobre la línea de la pobreza. Entonces cuando uno mide la pobreza de mercado en Chile, el resultado es que se disparó: el 2017 era 29% aproximadamente y ahora es 40%. Y esto es usando los mismos antecedentes de la Casen, es un indicador alternativo, que resta los subsidios del Estado y el alquiler imputado, ya comentados, que en el fondo considera que esa persona se está ahorrando el gasto en vivienda….ya sea porque la está pagando-lo que es un contrasentido porque es un gasto real-, o porque se le ha cedido esa vivienda.
-¿Qué implica eso en términos globales?
– Si medimos al modelo chileno y lo testea de manera cruda, vale decir si nosotros medimos los ingresos del trabajo y las pensiones contributivas, ¿qué pasaría con esos hogares chilenos? Si medimos eso, actualmente un 40% estaría en situación de pobreza, lo que da cuenta de una fragilidad muy grande en la población, porque lo que está pasando es que se está superando la pobreza con subsidios y con el alquiler imputado, que es un ingreso ficticio.
-¿O sea que en realidad la pobreza estaría en torno al 40% en Chile?
-Exactamente y allí se puede medir el real alcance de la pandemia sobre un universo mayor de hogares en Chile, que son los mal llamados clase media, que en realidad son pobres al final.
-El Gobierno tampoco entregó la pobreza multidimensional, que suele ser mucho más alta…
-Efectivamente, no se ha entregado aún, pero se va a poder conocer. Más adelante probablemente el Ministerio lo va a entregar, pero las bases de datos ya están, por lo que es posible obtenerlo.
-De todos modos la Casen 2020 mostró que la extrema pobreza se duplicó, pasando de 2,3 a 4,3%, que correspondería a unos 400 mil chilenos, que entraron a la extrema pobreza…
-Claro, la extrema pobreza se mide como la línea de la pobreza multiplicado por dos tercios. Es decir, si la línea de la pobreza son unos $174.000 por persona, la línea de la extrema pobreza está por los $116.000 aproximadamente y la idea es que pueda cubrir las necesidades de una canasta básica de alimentos y unas pocas necesidades no alimentarias. Efectivamente, la situación empeoró bastante para la extrema pobreza…
-Y si se compara, en términos de la distribución del ingreso, el 10% más rico en la Casen 2017 captaba el 36% de la torta de ingresos, y ahora capta el 39% en la Casen 2020. Es decir, sube la extrema pobreza y los ricos captan una mayor proporción de la torta de ingresos…
-Exacto, y eso se ve muy bien cuando uno mide la distribución entre el 10% más pobre y el más rico, del ingreso autónomo, que es el que generan los hogares por sus propios medios: trabajo y pensiones contributivas básicamente. Allí la diferencia pasó de 30,6 veces a 251 veces, ese es el indicador más duro de todos, es decir se multiplicó por 8 la desigualdad (y más de 400 veces si se considera sólo los ingresos del trabajo). Y eso ocurre porque los hogares más pobres perdieron el trabajo definitivamente o perdieron los ingresos que tenían y muchos quedaron en cero, en términos de los ingresos autónomos, que no considera subsidios.
-En línea con lo que usted señala, si se ve la participación en los ingresos del 10% más pobre pasó de captar un 0,9% en 2017 a captar 0,1% de los ingresos…es decir prácticamente no tiene participación en la torta de ingresos…
-Exactamente, quedó con una participación marginal en la torta de ingresos que se generan en un año. Es decir, hasta el 30%, en general, perdieron bastante participación ya en una torta muy desigual en años previos, lo que ahora se hizo aún más desigual…
-Y entiendo que esto representa un quiebre de una mejoría que, aunque muy marginal, se venía produciendo en los últimos años…
-Sí, había una mejora parcial, pero una mejora parcial relativa porque la Casen y las encuestas de hogares tiene un problema metodológico que es que no llegan a los más ricos…entonces cuando uno dice “el 5% más rico…”, allí no están los más más ricos, que son los que explican la mayoría de la desigualdad. Eso solo se puede medir con registros administrativos de impuestos internos…y allí existe otra información, hay una base de datos a nivel mundial, que- al menos al año pasado- mostraba que Chile era de los países más desiguales del mundo¡ Solo después de países como Mozambique y otros países africanos…cuando uno miraba, por ejemplo, cuánto capta el 1% más rico. Entonces la Casen no logra medir los ingresos de los más ricos y los subestima de manera importante.
-Lo que tenemos entonces es una radiografía social brutal del país y que va más allá de los efectos de la pandemia, porque esta es una encuesta que se aplica cada tres años, es decir va más allá de la pandemia…es casi la herencia social de esta administración, en definitiva…¿Cuánto nos demoraremos en intentar revertir esta situación?
-Exactamente….y lo que ocurre es que hay problema importante en términos de las cifras de empleo. Hemos visto Imacec de actividad económica de 20% y de mayo de 18%, porque la base de comparación era muy baja…había caído 15%, entonces la economía parece estar reactivándose porque hay una baja base de comparación, pero el empleo no se reactiva al mismo ritmo…se va a demorar mucho más tiempo en recuperar el empleo perdido…hoy hay más de 800 mil empleos que no se han podido recuperar. De los 2 millones perdidos, un millón 200 mil se recuperaron- de menor calidad eso si- y hay 800 mil empleos que aún no se recuperan, entonces allí está el principal efecto. En consecuencia, no solo hay que generar las condiciones para recuperar esos empleos, sino que hay que desarrollar un plan de reactivación no precaria, vale decir, no volver a tropezar con la misma piedra. Acá no solo hay un problema económico causado por la pandemia sino que hay una crisis política y social a partir del 18 de octubre y por lo tanto, hay que hacerse cargo de todas las crisis al mismo tiempo.
-Pero el sector privado no parece dispuesto a aquello, dice que el aumento del salario mínimo afecta a las pymes, etc
-Es que justamente es el momento de nivelar hacia arriba porque si no la economía no se va a recuperar. Si no superamos la crisis política que arrastramos, la actividad económica va a volver a fojas cero después de que dejemos de compararnos con un mal año como fue el 2020.
-Da la impresión de que si no hubiesen existidos los retiros de las AFP y los IFE, que se sacaron a tirones del Ejecutivo, estaríamos sentados en una olla de presión social incontenible…
-Sin duda. Los tres retiros suman ya 50 mil millones de dólares, es decir 17% del PIB aproximadamente, y recordemos que el IFE, en términos de mayor masividad y de elevar los montos y llegar recién a la línea de la pobreza, parte en junio de este año, es decir llevamos recién dos IFES masivos con montos que se ajustan a la línea de la pobreza, que es la línea de la sobrevivencia. No es suficiente. Es decir efectivamente, estos IFES fueron más contundentes, pero los 15 meses anteriores fueron ayudas de poca cobertura de montos insuficientes y los retiros de las AFP vinieron a cumplir el rol fundamental para apalancar los gastos de los hogares.
