El miércoles 20 de septiembre culminó la Tercera Conferencia Extraordinaria de Estados Parte de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, Convención de Belém do Pará, con la adopción de una declaración regional en la cual los Estados se comprometieron a avanzar hacia la erradicación de los estereotipos de género que fomentan la violencia simbólica y política contra las mujeres por razones de género.
La declaración marca un hito para la región al reconocer la violencia simbólica como una manifestación de la discriminación histórica contra las mujeres, que ha sido también una sentida demanda de mujeres y organizaciones defensoras de los derechos humanos.
El encuentro, celebrado de manera virtual, reunió a las máximas autoridades de la Mujer de los países que integran la Conferencia de Estados Parte (CEP) del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI). Como órgano político del MESECVI y uno de los cuatro pilares que aseguran su funcionamiento, la CEP representa un foro de intercambio entre los países para avanzar en la implementación de la Convención.
Violencia silenciosa que tiene graves consecuencias
La reunión inició con las palabras de Nadine Gasman, presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) de México y autoridad a cargo de la presidencia de la CEP en representación de su país desde 2020. Como tal, destacó el trabajo llevado a cabo por México durante su presidencia, en especial, los esfuerzos para elaborar la declaración sobre estereotipos de género y violencia simbólica.
“Esta declaración es especialmente importante para prevenir y erradicar la violencia silenciosa que no vemos pero que tiene graves consecuencias, es decir la violencia simbólica”, señaló la presidenta de Inmujeres, invitando a sus contrapartes a aprobar el documento.
En el mismo sentido, la secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), Alejandra Mora, y la presidenta del Comité de Expertas del MESECVI, Marcela Huaita, resaltaron la importancia fundamental que dicha declaración tendrá para garantizar los derechos de las mujeres y las niñas de América Latina y el Caribe.
El texto de la Declaración regional sobre la erradicación de los estereotipos de género en los espacios públicos que se traducen en violencia simbólica y política contra las mujeres por razones de género, define la violencia simbólica como: “El conjunto de mensajes, valores, símbolos, íconos, signos, imposiciones familiares, educativas, ideológicas, sociales, económicas, políticas, culturales, estéticas y religiosas que generan, transmiten, reproducen e institucionalizan, de manera directa o indirecta, desigualdad, dominación y discriminación estructural hacia las mujeres en toda su diversidad naturalizando la subordinación de éstas últimas”.
Se trata de la primera vez que se llega a una definición concordada a nivel regional sobre violencia simbólica, sentando un importante precedente para la defensa del derecho de las mujeres a una vida libre de violencia, según los estándares de la Convención de Belém do Pará.
Chile asumió la presidencia de la CEP
La conferencia se cerró con la elección de nuevas autoridades. Así, Chile fue elegido por aclamación para asumir la Presidencia de la Conferencia de Estados Parte (CEP), que será ejercida por la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana Guarello, por el periodo 2023-2025. El país será la sede de su Novena Conferencia Ordinaria en junio de 2024.
La ministra Orellana resaltó el compromiso de Chile por promover la agenda regional de género. “No sólo buscamos fortalecer a la CIM/MESECVI para mejorar la implementación de la Convención de Belém do Pará, sino también promover una articulación entre los Estados para materializar distintas acciones que apunten a promover una vida libre de violencia para las mujeres y las niñas del continente americano”, destacó.
Las autoridades presentes también eligieron a Brasil para asumir la Primera Vicepresidencia y a Perú como Segunda Vicepresidencia. Por su parte, Costa Rica fue nombrada por aclamación para ejercer la relatoría de la Tercera Conferencia Extraordinaria.
Al término del encuentro, se reiteró la importancia de continuar fortaleciendo el MESECVI como foro permanente de intercambio de experiencias, buenas prácticas y desafíos para avanzar en la implementación de la Convención de Belém do Pará y la materialización de una vida libre de violencia para las mujeres de la región.
Participaron en la Tercera Conferencia Extraordinaria de Estados Parte del MESECVI las autoridades nacionales competentes de Argentina, Bahamas, Barbados, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Guyana, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Santa Lucía, Surinam, Trinidad y Tobago y Uruguay.
Convención de Belém do Pará
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, conocida como Convención de Belém do Pará (sitio de su adopción en 1994), define la violencia contra las mujeres, establece el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia y destaca a la violencia como una violación de los derechos humanos y de las libertades fundamentales. Esta Convención es el primer instrumento internacional del mundo enfocado específicamente a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, está suscrito y ratificado por 32 Estados miembro de la OEA, entre ellos Chile desde 1996.
La Conferencia de Estados Parte está conformada por los 32 Estados que ratificaron la Convención y se trata del órgano político del Mecanismo de Seguimiento de dicha Convención (MESECVI), cuya secretaría técnica se encuentra alojada en la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
