Editor de Fotografía.
Hay situaciones emocionantes que se han multiplicado en el país durante este verdadero estallido social que lleva ya más de una semana en el país. Han surgido distintas formas de organización de la ciudadanía dando respuesta a las ansias de participación que clamaron los chilenos y chilenas en la última manifestación que se multiplicó en el país.
Una ejemplar es la olla común que los vecinos del barrio 10 de julio levantaron para ir en ayuda de adultos mayores y migrantes, cuando en el barrio los comercios menores y los supermercados se mantuvieron cerrados.
Valeria Bustos, presidenta de la Junta de Vecinos El Progreso y del comité de vivienda “Por un Santiago Multicolor” cuenta que luego de una primera evaluación, “nos dimos cuenta que la primera de las necesidades era terminar con el fantasma del desabastecimiento y el hambre que ha sido una de las técnicas que ha usado este gobierno para desmovilizarnos”.
Agrega que también se dieron cuenta de “un sentimiento de angustia y temor principalmente entre los adultos mayores y los migrantes. Por eso surge esta olla común permanente”. Se trata -dice- de un espacio para satisfacer la necesidad urgente de alimentación de las familias y brindar un espacio de encuentro, solidaridad y esperanza de la comunidad”.
Más de 200 personas llegan a diario a dicho espacio, bautizado por sus creadores como “Hasta la Asamblea Constituyente, Olla Común Permanente”. Las imágenes lo dicen todo:
La Junta de Vecinos El Progreso se ha convertido en un espacio activo y movilizador en el barrio Matta.
