Periodista.
Gustavo perdió definitivamente su vista. Luego de 17 días de esperanza contenida, de dolor escondido, de llantos y rezos, llegó el drástico parte médico de la Clínica Santa María: Gustavo Gatica Villarroel egresa del centro médico con visión cero bilateral permanente.
Desde el estallido social que comenzó un 18 de octubre, el universitario de, 21 años, estudiante de tercer año de psicología, hijo de dos profesores de Colina, salía con su cámara Sony a retratar las concentraciones masivas en la Plaza Baquedano. Así, todos los días. Hasta que el 8 de noviembre, nuevamente esos disparos malditos, que ya tienen a más de 232 personas con graves lesiones oculares, hirieron de frente a Gustavo, desgarrando sus ojos. Llevado al centro asistencial, fue operado en varias oportunidades, intentando salvar al menos uno de sus ojos. No se pudo. Llegó el frío dictamen de la clínica, señalando que Gustavo mantendrá controles ambulatorios, con terapia kinesiológica, ocupacional y apoyo sicológico y siquiátrico.
El resultado fatal para la vida futura de Gustavo no alcanzó a ser incluido en el informe de Human Rights Watch, el mismo que José Miguel Vivanco, director para las Américas del organismo entregó el 26 de noviembre al presidente Piñera y que era esperado con ansiedad por el Gobierno. Es que, en el imaginario del Ejecutivo, este informe podría ser la carta indispensable para seguir en su letanía contra el informe de Amnistía Internacional, descalificado hasta ahora por el gobierno y sus partidos. Es que se sabe que Vivanco es un cercano del ministro de Justicia y del todopoderoso del segundo piso, Cristián Larroulet. De hecho, Human Rights Watch ha sido el único organismo que fiscaliza la violación de derechos humanos que fue recibido por Sebastián Piñera. Ni Amnesty, ni la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ni la misión de la ONU fue recibida por el Mandatario.
Fue un craso error. Otro más. Porque Vivanco fue en persona a entregar las recomendaciones de su organismo al Mandatario, haciendo un urgente llamado a reformar Carabineros tras constatar que miembros de la policía nacional de Chile cometieron “graves violaciones a los DD.HH.” –que incluyen “uso excesivo de la fuerza contra manifestantes, transeúntes y graves abusos en las detenciones”– desde el estallido social que comenzó el 18 de octubre.
“Hay centenares de preocupantes denuncias sobre uso excesivo de la fuerza en las calles y abusos contra detenidos tales como golpizas brutales y abusos sexuales, que no pueden quedar impunes y deben ser pronta y rigurosamente investigadas y sancionadas”, expresó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch.
Tendrá que sumar ahora la ceguera total de Gustavo y se espera un llamado al Ejecutivo a hacerse cargo de esta acción criminal
