Periodista.
“Hace 25 años nos graduamos de cuarto medio en el Teatro Municipal de Santiago, con la presencia del alcalde y de ilustres exalumnas, ministras, políticas. Hoy el Liceo Nº1 Javiera Carrera, con 125 años de existencia, ni siquiera puede celebrar la graduación de sus estudiantes dentro de sus dependencias; lo hace en la Plaza Santa Ana, una versión de la plaza de la Dignidad, la plaza de los aprendizajes mundanos, la plaza pública, lugar al que todos y todas pertenecíamos y al que hemos vuelto”.
De esta forma parte la declaración pública de exalumnas del Liceo 1 Javiera Carrera de Santiago que solidariza con las estudiantes de cuarto medio que tuvieron su licenciatura en la calle, luego que su directora cancelara la tradicional ceremonia por «falta de garantía de seguridad para las estudiantes, apoderados y todos los funcionarios del establecimiento», tras señalar que se produjeron actos de violencia al interior del establecimiento, mientras las jóvenes aseguran que la represalia fue por haber realizado la performance de LasTesis.
Para el grupo de exalumnas, la cancelación del acto de graduación se trata de un castigo por las manifestaciones realizadas por las estudiantes: “Hoy las alumnas se toman el Liceo, pueden hacer la performance de Las Tesis, pueden hacer lo que nosotras ni siquiera llegamos a imaginar desear hacer. Con esos gestos nos han liberado también y han levantado nuestra frente. Pero no pueden graduarse; el precio de la libertad les cobra eso: nunca tendrán el Teatro Municipal, pero eso sería totalmente inconsecuente de anhelar hoy”.
Subrayan que a la educación pública hoy “después de décadas de hostigamiento, hasta la criminalización de sus estudiantes los últimos dos años se la arrincona, se la deja desnuda, se la enjuicia en la plaza pública”.
Las firmantes añaden que los colegios públicos están expuestos, además de la segregación y discriminación social, a violencia de Estado. “Hoy, hay que pagar un colegio para graduarse, para recibir alguna contención en la crisis, para estar a salvo de las fuerzas especiales (de Carabineros) y hay que pagar un colegio que lo garantice. No se trata ya de calidad, sino que de resguardo de derechos básicos”, declaran.
Graduación digna
Acusan que “se quiere cerrar por dentro el acceso a la diversidad, a la laicidad, al libre pensamiento; quieren que arranquemos”. Sin embargo, subrayan que la graduación en la plaza Santa Ana, “es digna, significativa y simbólica. Esta graduación es resistencia, es la graduación más verdadera que pudieran llegar hoy a tener queridas y admiradas compañeras”.
Y finalizan con un mensaje a las estudiantes licenciadas: “Su gesto quedará inscrito en la historia de la lucha social, mientras que la determinación de las autoridades que las privaron de una graduación solemne, se recordará como otra miserable acción más en la lista de la infamia del poder”.
Adherentes
En la denominada “Graduación Popular 2019” en la Plaza Santa Ana, las egresadas de cuarto medio estuvieron acompañadas de apoderadas y apoderados.
Firman el comunicado Camila Estrella Asenjo, Cristina Messina Godoy, María José Valls Alarcón, Paula Riquelme Arriagada, Lorena Gajardo Mancilla, Fabiola Riquelme Arriagada, Lucía Acuña Avilés, Sylvia Madrid Mella, Violeta Álvarez Ramírez, Claudia González Mancilla, Rocío Duque Santa María, Gloria de la Fuente González, Carla Torres Cabrera, Pamela Castro González, Verónica Meza Montecinos, Beatriz Vergara Castillo, Viviana Salgado Riquelme, Paz Verónica Latorre Ordóñez, Rita Soto Ventura, Grethel Schiefelbein González, Verónica Romero, Rocío Miranda, Georgie Claire Letelier, Rocío Rubilar Suárez y Jimena Ibieta Zúñiga.
