Concejala de La Reina.
Este 15 de septiembre el Ejército de Chile tendrá la oportunidad de hacer lo correcto. En esa fecha -que está fijada para la licitación a la que llamó por la venta en UF 862.872 (la friolera de 25 mil millones de pesos) de un sitio baldío de 6,8 hectáreas ubicado en Av. Alcalde Fernando Castillo Velasco Nº 9282, a un costado del Hospital Militar- puede declarar desierto el proceso y, acto seguido, hacer la devolución oficial del terreno al Fisco de Chile.
Sabemos, por supuesto, que es poco probable que eso ocurra. Pero es lo que debería pasar. Por historia. Y también por decencia.
El llamado Lote D-1 es lo que queda sin edificar de los predios urbanos de la comuna de los que se apoderó la institución castrense después del golpe de estado. Formaba parte de las 60 hectáreas del fundo La Reina compradas en 1965 por el fisco a petición del entonces alcalde Fernando Castillo Velasco para hacer obras de equipamiento comunal, como campos recreacionales, parques, plazas y centros deportivos para los nuevos habitantes de Villa La Reina.
O sea, se adquirió con dinero de todos los chilenos.
Tras la instauración de la dictadura, en nuestra comuna el Ejército se apropió de algunas edificaciones (como la del Instituto Forestal) y terrenos en los que instaló el Campo Militar, construyó una población con departamentos para oficiales y, finalmente, levantó el Hospital Militar. Las casi siete hectáreas que están al lado de este último y que hoy se quieren vender quedaron cercadas y en desusos por casi 40 años a la espera de materializar proyectos habitacionales para el personal castrense, cosa que nunca ocurrió.
Es decir, no solo se ocuparon terrenos por los cuales no se pagó ni un peso, sino que ahora se busca lucrar con el Lote D-1, al que no se ha dado ningún uso en cuatro décadas, a pesar de las evidentes necesidades del municipio de La Reina de terrenos para viviendas sociales integradas y equipamiento comunal como comisaría, jardines infantiles, centros deportivos y recreacionales.
El hecho es francamente escandaloso.
El aviso apareció el domingo 12 de julio en un lugar no muy destacado del diario El Mercurio e inmediatamente comenzamos a hacer gestiones para evitar que el terreno se venda, que sea devuelto al fisco y que en conjunto con la comunidad de La Reina se determinen los usos que se le den.
Junto con el concejal Álvaro Delgado y el diputado del distrito Tomás Hirsch hicimos presentaciones a la Contraloría General de La República y presentamos una demanda de nulidad de derecho público, con el fin de anular la licitación. También hace unos días el Municipio, alcalde y concejales, presentamos una 2° demanda en el mismo tenor.
La comunidad de La Reina está totalmente sumada a recuperar el Lote D-21 para la comuna y se encuentra organizada en una Mesa Social para este fin. Además de las acciones judiciales y de las conversaciones institucionales con distintos ministerios y autoridades, se están haciendo distintas actividades de difusión, y un equipo de arquitectos y urbanistas están desarrollando propuestas para el uso de ese sitio.
Los vecinos y vecinas no descansaremos hasta que este terreno sea devuelto al Fisco y se destine a las necesidades que tiene hoy la comunidad. Con eso, además, se podrá restituir en parte el sentido que tuvo la adquisición del Fundo La Reina en los inicios de nuestra historia como comuna.
