Tras varias denuncias por abuso y acoso sexual al interior de la Universidad Católica del Norte (UCN), la agrupación de Mujeres Autoconvocadas estudiantes de pregrado, postgrado, tituladas y académicas de Geología, denuncian que las autoridades optaron por entregar respaldo a los acusados y privilegiar el hermetismo de los procesos de sumarios internos.
Desde la organización acusan inacción por parte de la casa de estudios, la que quedaría en evidencia en el Departamento de Ciencias Geológicas, donde uno de los casos apunta a Luis Francisco Cortés, estudiante de la carrera de Geología, quien fue detenido en 2015 por Carabineros tras ser denunciado por acoso sexual en el transporte público. A esta denuncia, según informan, se suman otras de 2016 y 2018, donde el estudiante contó con la protección de las autoridades de la carrera.
En la última de las denuncias se activó un proceso de sumario interno, el que tras un año de investigación, terminó con una sentencia en junio de 2019, la que califican de insatisfactoria para la gravedad de los hechos. “Esta sentencia y su ineficiente cumplimiento después de un año ya emitida, llevó a la difusión del Comunicado Público de la agrupación de Mujeres Autoconvocadas de Geología en agosto 2020. Sólo posterior al Comunicado, el acusado fue suspendido temporalmente de las actividades universitarias”, indica la organización.
Ausencia de protocolo contra acoso y abuso sexual
Desde la agrupación de mujeres señalan que el reglamento que fue aplicado a Cortés está desactualizado y no cumple con los estándares mínimos de perspectiva de género que debe tener un protocolo contra el acoso y abuso sexual dentro de una universidad.
Subrayan que a pesar de los antecedentes, las denuncias de años anteriores y la sanción emitida el 2019, Luis Cortés fue integrado en las asignaturas de forma normal, incluyendo aquellas que consisten en salidas a terreno, “exponiendo a la comunidad universitaria y forzando a la denunciante a aislarse y abandonar su legítimo derecho a cursar la carrera junto a sus compañeras y compañeros en un espacio seguro”. Las denunciantes recalcan que debido a que Cortés nunca tuvo restricciones dentro de la universidad, participó activamente en el Programa Monitores Líderes Ambientales y Semillas del Desierto 2018.
Otra de las acusaciones es contra Diego Jaldin Quiroz, denuncia que se realizó de manera interna en el mismo Departamento de Geología de la UCN durante 2018. El abuso denunciado sucedió cuando Jaldin aún era estudiante de pregrado. El sumario tardó dos años en cerrarse y desde el año 2018, el denunciado cursa el Programa de Doctorado en Ciencias Mención Geología de la misma institución, donde ha desempeñado docencia de pregrado. Además, se adjudicó la beca Conicyt de Doctorado Nacional y hasta el pasado 3 de agosto formaba parte del Núcleo de Investigación en Riesgo Volcánico (CKELAR), donde participó de actividades de divulgación científica.
Necesidad de políticas institucionales
La agrupación de mujeres de Geología declara que “durante el proceso de investigación no existieron medidas de protección concretas ni efectivas para la denunciante, ni para quienes trabajaban en entornos iguales o próximos con el denunciado”.
Así mismo, añaden que “el sumario a Diego Jaldín fue detenido en repetidas ocasiones y fue necesaria la acción de la Asamblea de Mujeres Estudiantes UCN (AME) para reactivar la investigación y que se emitiera finalmente una resolución, la que, al igual que en el caso de Cortés, fue insuficiente, mal implementada y tratada herméticamente”.
La organización emplaza a la UCN a implementar políticas institucionales que estén orientadas a la prevención de la violencia de género, que incluya apoyo y acompañamiento a quienes denuncien y una resolución rápida y efectiva de los procesos. Exigen no revictimización y mayor protección a la integridad de las denunciantes.
“Queremos que las autoridades de la Universidad Católica del Norte y del departamento de Ciencias Geológicas sean conscientes de las consecuencias que su pasividad causa en la comunidad y que asuman públicamente su responsabilidad con los hechos ocurridos, que pidan disculpas para poder corregir el rumbo y comenzar a construir confianza, para que a futuro no haya lugar donde se pueda refugiar un abusador”, concluyen.
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