Periodista.
Al margen de los sinsabores que provoca en la centroizquierda la imposibilidad de unirse para enfrentar a la derecha en los próximos comicios, las incertezas que se despejarán en gran medida el próximo domingo, o lunes, tiene expectante a la clase política. De un lado y otro. Habrá que prepararse para escuchar el lunes cómo y por qué todos serán ganadores. Las explicaciones serán dignas de ser analizadas. No será fácil, porque habrá que elegir 155 integrantes de la Convención Constituyente, 16 gobernadores, 345 alcaldes y 2.252 concejales. Ni más, ni menos. ¿Quiénes?, he ahí la piedra Rosetta que permitirá descifrar las incógnitas.
Hay varias situaciones que serán reveladoras para el futuro inmediato. No hay que olvidar que se viene una seguidilla de elecciones, partiendo por la segunda vuelta en gobernadores, primarias en las oposiciones y en la derecha, elecciones de diputados y senadores y finalmente, el mismo día, la presidencial.
Entre esas variopintas situaciones está lo que sucederá con la pareja de Pamela Jiles, postulante a gobernador por la Región Metropolitana. Su suerte está íntimamente ligada al futuro de la diputada. Si pierde o gana, por poco o mucho, será un indicador más certero que una encuesta respecto al futuro de Jiles. Más menos lo mismo ocurre con la batalla entre la candidata entronizada por Lavín en Las Condes y lo que ocurra con la votación de Evelyn Matthei en Providencia. Lavín ungió a Daniela Peñaloza como su candidata. Si ella no triunfa, o gana por un margen muy estrecho ese resultado influirá en el Consejo General de la UDI que deberá definir a su abanderado el lunes siguiente. Si Evelyn obtiene un triunfo rotundo en Providencia, donde obtuvo 53 por ciento en la elección anterior, entonces el cuadro interno podría cambiar en la UDI. El gremialismo tendría que pensar cuidadosamente qué es lo que le conviene para su primaria: si va con uno u otro, o ambos. El 19 de mayo los partidos deben inscribir a sus candidatos para las primarias presidenciales del 18 de julio.
Lo probable es que tal como Evelyn Matthei rompió la cátedra anunciando su postulación a las primarias, sorprendiendo incluso a su partido, ahora podría suceder algo semejante. La UDI había elaborado un itinerario para la definición de la alcaldesa, pero Matthei tomó su decisión días antes de las elecciones. Se adelantó y jugando, además, a ser víctima: “Yo no sé si voy a ser candidata presidencial porque creo que me van a dejar fuera”. Más tarde anunció: «La gente tiene que saber que el lunes me van a dejar fuera». Agregó que “yo estoy dando muy fuertemente la pelea para que estas decisiones se tomen a nivel de ciudadanía. Cada vez más la gente exige participación, cada vez más la gente no confía lo que pasa internamente en los partidos”. “Así pasan las cosas. Todo el mundo sabe que tenemos que empezar a tener menos cocina. Más preguntarle a la gente, más escuchar a la gente. Así como las mujeres nos cansamos, yo creo también que la ciudadanía se ha ido cansando”, comentó la alcaldesa de Providencia.
Así, la edil se estaría anticipando a la decisión que tomará el consejo general de la UDI el próximo lunes. Una anticipación muy conveniente para ella, acercando el fósforo a la pira del gremialismo.
Pronósticos para todos los gustos
Tanto en la derecha como en la izquierda y el centro siguen intentando leer cuál será el resultado final, particularmente del comicio más importante: la elección de convencionales. Hasta ahora, ninguno saca cuentas alegres. Todos los sectores se preparan para evaluar y hacer control de daños post elección, de manera de enfrentar mejor las carreras que siguen.
Sin duda que quien está en la peor posición es Chile Vamos. Pronósticos optimistas antes del tercer retiro de las AFPs le daban una cifra cercana al 41 por ciento de los escaños. Algo así como 58 o 60 constituyentes. Todas las cifras cambiaron luego de la decisión de La Moneda de acudir al Tribunal Constitucional para detener el tercer retiro, perdiendo estrepitosamente. Ello, más el escuálido 9 por ciento de aprobación del Presidente Piñera ha significado un desacople de sus parlamentarios que, sin duda, traerá consecuencias electorales, impactando en la línea de flotación a Chile Vamos.
No parece tan realista el objetivo que se plantean en la centroizquierda para lograr el gran triunfo. Si con los sectores más radicales de la izquierda lograrán los 104 escaños, lo que les daría los ansiados dos tercios, sería una victoria curiosa, por decir lo menos. Porque no hay que olvidar -como unánimemente señalan los expertos electorales- que la oposición se caracteriza hoy por su fragmentación política. Y si se suman los independientes fuera de los partidos, menos que menos, dada la fórmula electoral que ahora se utilizará.
En todo caso, y tal como todos repiten, la madre de todas las batallas es la Convención Constituyente. Su mandato puede extenderse hasta después de que asuma el próximo Presidente, el 11 de marzo de 2022.
Para el director de Criteria Research, Cristian Valdivieso, la participación podría rondar entre 40% y 45%. Para el diputado Pepe Auth, en todas las comunas grandes, urbano-populares, la participación previsiblemente en esta próxima elección, “es muchísimo mayor que en las municipales de 2016, en la que sufragaron 4,8 millones de personas y en el plebiscito (de octubre), 7,5 millones de personas”.
El temor que ronda no es que acuda poca gente a votar. El temor es que, frente a la cantidad de postulantes, la confusión reine en los ciudadanos y marquen cualquier nombre. El resultado entonces puede ser muy engañoso.
Los gobernadores
Por primera vez se elegirán los gobernadores regionales que reemplazarán a los actuales intendentes, nominados hasta ahora por los Presidentes de la República. Una reforma propuesta y aprobada en el gobierno de Michelle Bachelet señala que los gobernadores sean elegidos por votación popular por 4 años y reelectos por una vez. Deben obtener más del 40% de los votos válidos, por lo que está contemplada una segunda vuelta, el 13 de junio.
Pepe Auth, que siempre hace pronósticos electorales, aunque en el último tiempo se equivocó, ha señalado que, en todas las comunas grandes, urbano-populares, la participación en el plebiscito, y previsiblemente en esta próxima elección, “es muchísimo mayor que en las municipales de 2016, en la que sufragaron 4,8 millones de personas y en el plebiscito 7,5 millones de personas”. Pone como ejemplo el caso de Cathy Barriga. Ella sacó un 38% de los votos, lo que según Auth, equivale a un 15% de la presumiblemente votación del próximo sábado y domingo”.
El parlamentario, que tiene dudas sobre la participación de los jóvenes que en octubre fueron en masa a votar, plantea que, si bien la derecha rondará el 30% de las preferencias en la elección de constituyentes, es aventurado afirmar que contarán con ⅓ de la convención. “Los partidos juegan a creer que los candidatos que llevan son completamente leales a su programa, cuando la mitad de los candidatos de los partidos son independientes y, si los metieron a la lista de partidos, es porque traían atractivo y potencia electoral”, asegura.
Cristian Valdivieso, director de la encuestadora Criteria Research, pronostica que la derecha estará bajo su piso histórico de votación y “alcanzará raspando el preciado tercio. Un tercio en cualquier caso feble y heterogéneo, que tendrá el desafío de alcanzar acuerdos con un grupo importante de convencionales con sensibilidad concertacionista (centristas), que saldrán electos justamente por su carácter dialogante, un atributo silenciado pero muy valorado por la ciudadanía de a pie”.
Respecto de la oposición, vaticina que en su conjunto “superará con creces al oficialismo, pero tan multicolor que no podrá ser signada como UNA oposición”. Y dice que, de acuerdo a sus mediciones, “el votante más probable es uno más identificado con la izquierda y el centro que con la derecha, 61%, 44% y 28% respectivamente”. Y ello lo explica por la desafección con el gobierno.
La incertidumbre se entiende. Porque hay que recordar que por primera vez hay paridad y escaños reservados para 10 pueblos originarios. En estos últimos, el gobierno pone esperanzas. Se elegirán a 17 constituyentes a través de un padrón especial de un total 95 candidatos en competencia. El gobierno y Chile Vamos apuestan que, de esos elegidos, habrá un número importante para sus pretensiones de lograr el todavía ansiado tercio que les permitiría poner freno a cambios radicales en la Constitución de Pinochet.
