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Sergio Arancibia, miembro del Partido Socialista y ex preso político en el campo de concentración de Chacabuco durante la dictadura militar en Chile, realizará una significativa entrega de cartas escritas durante aquel oscuro periodo. La ceremonia se llevará a cabo el jueves 16 de noviembre a las 12:00 hrs. en el Auditorio del Museo de la Memoria, ubicado en Matucana #501, Quinta Normal.
Las cartas, cargadas de un alto valor personal, familiar, histórico y político, serán entregadas en colaboración con la Vicepresidencia de Derechos Humanos del Partido Socialista. La ocasión culminará con un vino de honor, donde se brindará por el triunfo permanente de la vida y la esperanza.
Las misivas están dirigidas a la madre de Sergio Arancibia y a su hermano Mario, mientras estaba recluido en Chacabuco, periodo que duró desde noviembre de 1973 y octubre de 1974.
La comunidad está cordialmente invitada a ser parte de este emotivo acto que busca recordar y valorar la resistencia frente a la represión. El Museo de la Memoria se convierte así en el escenario para preservar y compartir una parte fundamental de la historia chilena.
¿Qué ocurrió en el campo de prisioneros Chacabuco?
El campo de prisioneros Chacabuco, ubicado en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, fue utilizado como centro de detención durante la dictadura militar que gobernó el país desde 1973 hasta 1990. Este campo fue uno de los lugares emblemáticos donde se llevaron a cabo violaciones a los derechos humanos.
Durante la dictadura de Augusto Pinochet, que comenzó con el golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, muchos opositores políticos al régimen fueron detenidos y llevados a campos de concentración como Chacabuco. Este campo, originalmente utilizado para trabajadores del salitre, fue adaptado para albergar prisioneros políticos.
La represión en estos campos formó parte de una estrategia más amplia de persecución política y eliminación de opositores al régimen militar.
Después del retorno a la democracia en Chile en 1990, se realizaron esfuerzos para documentar y recordar los abusos ocurridos durante la dictadura. El Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Santiago, donde se llevará a cabo la ceremonia mencionada anteriormente, es un ejemplo de estos esfuerzos, ya que busca preservar la memoria histórica y educar a las generaciones futuras sobre los horrores del pasado autoritario del país.
