Inicio Destacado ¿De Otro Modo?

¿De Otro Modo?

Crédito foto: Elvis Bekmanis @bekmanis

0

El gobierno y la élite que lo sostiene, están luchando por evitar un fracaso mayor. No perder la pandemia que ya parece perdida, ni la constituyente, ni la oleada de elecciones que vienen. Se trata de intentar evitar lo inevitable: que la gente comprenda, se dé cuenta que se puede vivir de otra manera, de otro modo.

El soporte social del modelo neoliberal de mercado, se basa en que la gente no visualice alternativas viables, realmente sustitutivas y deban conformarse con lo que hay, quizá arreglándolo un poco, se dice, en caso contrario… el abismo.

El llamado estallido y la pandemia han desnudado, por la fuerza de los hechos y las decisiones que ha sido obligatorio tomar, que se pueden romper vallas y muros antes infranqueables y que asoma entre ellos otra manera de vivir, de compartir, de abordar los diseños que vienen, al extremo de que una nueva Constitución se ha hecho posible.

La gestión gubernamental bajo la férrea conducción del Presidente, ha sido de avances forzados. Las conductas asumidas permanentemente contradicen los dichos explicitados con fanfarrias y amplitud comunicacional. La plata de las AFP era intocable y ya vamos por el tercer retiro de los fondos. Es decir se pueden tocar, las AFP ya no son aquel enclave sacrosanto que de moverse nos conduciría a la catástrofe. En cambio, esos retiros resultaron en alguna medida reactivadores.

El populismo es nefasto y retrógrado se nos advierte y vemos como, crecientemente, discípulos connotados de la élite comienzan a transitar por allí con sus propuestas en defensa del dinero de la gente, propiciando que el ineficaz Estado que sirve para poco, haga la pérdida.

Libertad es la gran palabra mágica que se ha estado enarbolando durante décadas como justificación suprema para defender cómo vivimos. La pandemia ha servido para encubrir decisiones autoritarias destinadas a otros fines, como frenar los ímpetus rupturistas de muchos en busca precisamente de esa libertad, cuestionando en las calles la manera actual de relacionarnos como ciudadanos.

Se puede de otra manera. Estamos próximos a definir cómo será esa otra manera. Vamos descubriendo en los debates desatados por la pugna electoral, ese miedo ancestral que sienten quienes, desde el dogmatismo más hermético, nos tratan de convencer de que no se puede.

Pero la realidad y los hechos que son criterio de verdad dicen lo contrario.

Lo curioso de todo esto, es que el populismo y el oportunismo derrotarán el dogmatismo. Los dogmáticos permanecen en un espacio sin salida. Necesitan que la ciudadanía crea que no hay otro modo pero, para consolidar el apoyo de esa ciudadanía, deben satisfacer las demandas que ella ha situado con mucha fuerza y al hacerlo demuestran que sí se pueden cambiar las relaciones económicas, sociales y políticas.

Piñera es el príncipe del poema: si le sacan la flecha se muere y si se la dejan también.

Entonces, gradualmente, la fuerza de los hechos y la realidad implacable le abre un gran espacio a los cambios en la conciencia de la gente. Eso indica que se puede pedir, que se puede exigir, que tenemos derechos, que todo es reversible y nos puede pertenecer. Esa es la base del miedo de la elite, cuando sus enclaves se desploman y seguimos como si nada, lo que revela que dichos enclaves no son necesarios y mucho menos inamovibles.

Si un Supernumerario del Opus Dei se declara socialdemócrata y un diputado pinochetista vota por el retiro del 10% de los fondos AFP, no habría nada más que agregar. Si los integrantes del Chile Vamos comienzan a tomar distancia del Presidente, tampoco habría nada más que agregar.

Solo hay que tener extremo cuidado a la hora de las decisiones: ellos ofrecen y no cumplen, abrazan y luego traicionan, no saben compartir.

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salir de la versión móvil