Periodista.
Sigue con la bandera al tope en su lucha por conseguir soluciones reales a los problemas de la vejez miserable y angustiosa que están viviendo y vivirán a futuro millones de chilenos y chilenas. Esa pelea le costó su puesto en la presidencia de la Comisión de Trabajo y descalificaciones varias de sus propios camaradas. De algunos en realidad. Pero, no ceja. Y ahí está el joven parlamentario Raúl Soto, junto a los diputados de su bancada Mario Venegas, Víctor Torres y Manuel Antonio Matta trabajando y haciendo propuestas para lograr algo en esta reforma previsional que el gobierno quiere aprobar a como dé lugar este año.
De hecho, acaban de presentar dos proyectos de reforma constitucional donde proponen otorgar autonomía al Instituto de Previsión Social (IPS) para la administración del sistema de pensiones de carácter solidario y reconocer expresamente el derecho de los ciudadanos a elegir entre un sistema público y uno privado. No es difícil predecir qué suerte tendrán estas propuestas. Por ahora. Porque la historia al final recogerá quiénes efectivamente se jugaron por resolver un problema que, a estas alturas, ya se considera una auténtica vergüenza.
-¿En qué situación está el proyecto de pensiones después que usted entró en contradicción con su propio partido?
Está en la tramitación en particular en la comisión de Trabajo. Tiene una urgencia que vence en los próximos días, y no se sabe si el gobierno la va a renovar o no. Pero veo con bastante preocupación las negociaciones que se han dado. Creo que, desde el punto de vista estructural, la reforma previsional está en un punto muerto.
Ha habido negociaciones bastante nocivas desde el punto de vista de los cambios estructurales que creo que el sistema requiere. Más bien se está buscando legitimar un sistema de capitalización individual, que es mercantilista, individualista y que no ha sido capaz de solucionar el problema de las bajas pensiones de los adultos mayores, de los pensionados de nuestro país, y no lo va a hacer si seguimos en la misma dirección.
Nosotros creemos que tiene que haber una alternativa pública, solidaria, de reparto, que sea efectivamente en base a los principios de seguridad social que reconoce la Organización Internacional del Trabajo y que hoy día no están, lamentablemente, en el sistema chileno. Se está avanzando en otra dirección. Hoy día están entrampados en quién va a administrar el 4 por ciento adicional, cómo va a ser el ente público. Se han hecho varias propuestas, ahora fracasadas, como la última de ellas, que el Banco Central lo administre, lo que es una verdadera aberración, porque hay un conflicto de interés. El Banco Central es el que fija las tasas de interés y, por lo tanto, no puede hacer política de inversión, porque terminaría siendo juez y parte en esa materia. Eso es inviable.
Nosotros hemos presentado recién dos proyectos de reforma constitucional que pretenden aportar a este debate previsional, estableciendo en la constitución la libertad de elegir del cotizante. Si quiere un sistema público o un sistema privado. Y para el sistema estatal, estamos proponiendo que sea el Instituto de Previsión Social el órgano que administre estos ahorros previsionales, con una lógica distinta, solidaria, de reparto. Creo que tenemos que avanzar hacia allá.
-Usted habla de “nosotros” ¿a quién se refiere, a su partido, a un grupo de parlamentarios?
A un grupo de 4 diputados de la Democracia Cristiana. Los diputados Torres, Matta y Venegas. Fuimos todos contrarios a este proyecto presentado por el gobierno. Yo fui el más visible, pero ellos me acompañaron. Hemos presentado ahora esta alternativa, de manera de señalar claramente que no estamos formando parte de las negociaciones que nuestro partido está haciendo con el gobierno, porque no compartimos los argumentos de fondo que la sustentan.
-¿Cuáles son a su juicio los puntos intransables en la reforma previsional?
Creo que la piedra de tope, la discusión de fondo estará no en quién administre. Pienso que eso es una fachada, una pantalla que se ha comido el debate público. Pero lo importante no es quien administre la cotización, sino de qué manera, bajo qué fórmula lo harían. O seguimos con capitalización individual o de verdad vamos a dejar las cerraduras ideológicas que hoy tienen el gobierno y la derecha para abrirse a un real componente de reparto con esta cotización adicional o con todas las cotizaciones. Que la gente elija, si quiere tener los ahorros en las AFPs, bajo un sistema individual, o un sistema público con una lógica distinta, de reparto, solidaria. Es decir, que haya dos alternativas que en el transcurso del tiempo vayan demostrando cuál es más eficiente, cuál es mejor.
-El gobierno está empeñado en aprobar este año sus principales reformas. ¿Cree que se va a lograr?
Creo que es complejo desde el punto de vista de los tiempos de tramitación legislativa. El gobierno está metiendo mucha presión. Tiene a la Comisión de Trabajo funcionando aceleradamente, porque con las urgencias ha hecho que eso ocurra. Hay un compromiso que surge a partir de la negociación de la DC con el gobierno, que es que la reforma esté aprobada a noviembre de este año, de manera que se puedan aplicar los beneficios del Pilar Solidario a partir de enero del próximo año. Esa es la razón por la que se está acelerando todo a niveles bastante preocupantes e irracionales.
Esta es una reforma que técnicamente es muy compleja de estudiar, de analizar y tramitar. Por lo tanto, requiere que los parlamentarios tengan el tiempo suficiente para analizar cada uno de los artículos. Lamentablemente eso hoy día no está ocurriendo. Creo que eso puede permitir que el gobierno pueda pasarnos muchos goles en esta tramitación y, por lo tanto, tendremos que tener mucho ojo con la letra chica. Espero que en la oposición exista la cautela necesaria, ya que tenemos la manija de la tramitación. Tenemos la presidencia de las comisiones por las cuales pasará el proyecto. Finalmente, creo que ser+a complejo que esos plazos se cumplan, pero, el gobierno va a hacer todo lo posible porque eso ocurra.
-¿Qué va a pasar con la Democracia Cristiana en este escenario?
Creo que la DC, a nivel institucional, de la mesa y de la mayoría de la bancada, que suscribió y está llevando adelante este acuerdo con el gobierno, insistirá hasta el final y pienso que terminarán votando favorablemente en lo particular, tanto en la comisión como en la sala. La cocina ya operó. Y esa cocina finalmente tiene que rendir frutos. El ministro Larraín ha emplazado públicamente a nuestra bancada y al partido a ser “serios” como él dijo, haciendo un llamado a cumplir los acuerdos tanto en la reforma tributaria como en la de pensiones.
Creo que esa es una presión indebida. Hay que analizar las propuestas en su mérito y que, hasta ahora, son total y absolutamente insuficientes. Nosotros al menos, vamos a marcar nuestros puntos políticos desde la minoría momentánea que hoy somos y con nuestros puntos de vista críticos al proyecto, porque efectivamente tenemos hoy una oportunidad histórica de hacer cambios mucho más sustantivos y profundos.
