jueves, marzo 28, 2024
DestacadoEl General Prats

El General Prats

Captura de pantalla nota Poder Judicial Chile en Youtube

-

Síguenos en

El 30 de Septiembre de 1974, en Buenos Aires, la DINA asesino por orden de Pinochet, al general Carlos Prats González y su esposa, Sofía Cuthberts, detonando bajo su auto una mortífera carga explosiva que les quitó la vida. Fue un crimen premeditado, fríamente ejecutado, con la ferocidad criminal con la que actúo la dictadura en esos años terribles.

El objetivo del terrorismo de Estado fue suprimir a un chileno digno y un militar de auténtica vocación profesional que Pinochet temía: el general Prats, una figura de amplia convocatoria nacional, acrecentada por su respeto a la institucionalidad democrática en medio de la aguda polarización política de 1973. En su afán de perpetuación Pinochet veía en él a un hombre de Estado que podría encabezar la etapa post dictadura.

El general Prats fue Comandante en Jefe del Ejército desde el 25 de Octubre de 1970, dos días después de la muerte del general Rene Schneider, hasta el 23 de Agosto de 1973, cuando convenció al Presidente Allende que su continuidad en el mando ya no impedía la posibilidad de un quiebre institucional de incalculables consecuencias para el país.

Desde que asumió enfrentó circunstancias excepcionales, después que un grupo terrorista de ultraderecha asesinara al general Schneider y, siendo la primera antigüedad en funciones, tanto Eduardo Frei que dejaba el cargo como Salvador Allende que asumía en pocos días, coincidieron en valorar su carrera profesional y fue designado Comandante en Jefe.

Pero, no solo estaba la muerte de su amigo y camarada de armas. La investigación del fiscal militar llevó rápidamente a descubrir la directa responsabilidad del general Camilo Valenzuela, ni más ni menos, que era el más importante mando castrense en la ciudad de Santiago. La huella del crimen llegó hasta muy arriba en la propia institución que debió comandar.

Sin embargo, la autoridad moral y el legado conceptual del general asesinado, conocido como la doctrina Schneider, fueron vitales para la tarea que realizó el general Prats: restablecer la unidad institucional ante los fuertes intentos de quebrar la cohesión y la jerarquía institucional para hacer posible el golpe de Estado que la extrema derecha propiciaba. En un contexto sumamente complejo, el general Prats, se abocó a una misión titánica, reponer la no deliberación, el respeto irrestricto a la Constitución y el carácter profesional de la misión castrense fueron la clave de su tarea.

Esos principios y valores institucionales fueron la barrera que se opuso a la acción de desestabilización propiciada por la Administración Nixon y los planes golpistas de los oligarcas que estaban tras el asesinato del general Schneider. Un momento especialmente tenso fueron las circunstancias que se generaron con el Paro patronal de Octubre de 1972, que golpeó duramente a la economía nacional y las condiciones de vida de la mayoría al generar desabastecimiento y el mercado negro que inevitablemente este provocó, agravando las dificultades que ya existían ante el aumento de la capacidad de consumo de la población y la estrechez de la base productiva para darle adecuada respuesta.

Un primer freno a la escalada golpista

El cerco por hambre de la ciudad-capital generó una situación de extrema tensión que amenazaba con una confrontación social y político de resultados imprevisibles, ante ello el Presidente Allende decidió incorporar al general Prats, como ministro del Interior, y a los otros Comandantes en Jefe de las fuerzas castrenses al gabinete. Esa decisión obligó a levantar el Paro tanto a sus líderes públicos y  a sus patrocinadores en la sombra, de modo especial, obligó a que el financiamiento de la CIA, que llegaba día a día para “aceitar” a los camioneros y otros involucrados, tuviera que esperar otra ocasión para relanzar su plan de quebrar y desplomar la institucionalidad democrática.

La decisión presidencial y el estricto apego a la Constitución del general Prats frenaron la escalada golpista y encaminaron el país hacia las elecciones parlamentarias de Marzo de 1973. Así se logró que las garantías de correcta realización de tales comicios, dada por su presencia en el Ministerio del Interior, abrieran una perspectiva de solución institucional a la agudización de la lucha política en el país.

El acto electoral fue ejemplar y se eligió, de modo impecable, el Congreso Nacional para el período 73-77. El Presidente Allende tuvo un macizo respaldo, cercano al 44%, a pesar de la dramática situación que se vivía. Ante la imposibilidad de aprobar una Acusación Constitucional para destituir al Presidente Allende, al no contar con los votos para ello, la conjura fascista siguió adelante y el general Prats pasó a ser un objetivo esencial en el plan desestabilizador. Las fuerzas  antifascistas no tuvieron suficiente conciencia de ello y no protegieron con la fortaleza y sagacidad política requerida su posición institucional que fue siendo socavada fría y sistemáticamente.

Las provocaciones de la ultra izquierda en nada ayudaron. La amenaza de un “poder popular” extra institucional fue usada por el golpismo para crear y azuzar en las Fuerzas Armadas un clima de tensión en contra del Presidente Allende y su gobierno que les facilitara deliberar cada vez más abiertamente al interior de los cuarteles.

Asimismo, el ultrismo especuló con tener una fuerza militar que era simplemente inexistente. Toda esa fanfarronería acentuó el rechazo corporativo de las fuerzas castrenses en contra del movimiento popular y la correlación de fuerzas se alteró decisivamente en desmedro del gobierno popular y a favor de diversas expresiones de un fascismo primitivo y del colapso del régimen democrático.

El general Prats sobrio permanentemente, supo mostrar su coraje al salir personalmente a repeler el motín golpista del 29 de Junio, conocido como “el tankazo”, imponiéndose con su fuerte y digna presencia a los efectivos que ese día se sublevaron, tanto en las afueras del Ministerio de Defensa como en los accesos inmediatos a La Moneda.

Se avecina la catástrofe

El Presidente Allende, durante esa jornada, sondeó la posibilidad de enviar al Parlamento la declaración de Estado de Sitio y recibió como respuesta que le sería denegada. Que inmensa tragedia fue que las fuerzas políticas democráticas no lograran dimensionar la catástrofe que se avecinaba y los sufrimientos que recaerían sobre el movimiento popular y los grupos sociales más vulnerables y desamparados.

La conspiración había logrado penetrar en los uniformados exacerbando el odio en contra de la clase trabajadora y de los partidos políticos. La conjura de los grupos de ultraderecha preparaban el clima para desatar la inaudita violencia con que actuaron los servicios represivos desde el 11 de Septiembre. El fascismo pavimentaba una ruta siniestra hacia el terrorismo de Estado. Pero, los conjurados febriles en su afán de violencia y terror, aún no lograban doblegar a Prats y otros generales y oficiales constitucionalistas.

Por ello, desde el “tankazo” del 29 de Junio, al constatar su papel fundamental en el respeto a la Constitución y, por tanto, en la estabilidad institucional, los conspiradores volcaron todos los medios de desestabilización a su alcance en contra del general. Prats, tenían que socavar y anular -como fuera- su ascendiente en las instituciones castrenses. Lo insultaban y provocaban lanzándole granos de maíz y gritándole “gallina”, cercaban su vehículo e interrumpían sus desplazamientos. Fue informado que esposas de generales y oficiales eran parte de los montajes de histeria con que le hostigaban en las calles, entonces requirió el apoyo del cuerpo de generales y se lo negaron. Decidió renunciar.

El plan para derribar el ascendiente del general Prats y hacer imposible su continuidad fue ejecutado con determinación implacable. La derecha ya había tomado el camino del fascismo y descartaba una solución política, su objetivo era destruir la democracia y el costo de vidas inocentes no le importaba. En ese cuadro, los demócratas chilenos fueron incapaces de lograr el acuerdo político necesario para aislar y derrotar el peligro de una brutal dictadura militar.

A pesar de la gravedad de los hechos, las fuerzas populares no acompañaron con la convicción y prontitud requerida al Presidente Allende en defensa de la institucionalidad democrática, la ultra izquierda atacaba, sin distinciones y al voleo “al brazo armado de la burguesía”, jugando a la revolución y sin comprender que había que salvar la democracia. En medio de tanta ceguera, el Presidente Allende, el cardenal Silva Henríquez y unos pocos visionarios más sabían lo que estaba en juego, entre ellos, el Secretario General de la Juventud Socialista, Carlos Lorca, que en el mes de Agosto organizó un gesto de apoyo de la Unidad Popular juvenil al general Prats, el mismo día de su renuncia a la Comandancia en Jefe, al enterarse de su decisión en el patio de La Moneda, Carlos Lorca afirmó: “ahora el golpe fascista es inevitable”.

La sedición sumó rápidamente a Pinochet y veloces cambios en regimientos y unidades operativas se precipitaron en una febril carrera hacia el quiebre institucional y la masacre que la acción castrense, inevitablemente, traería como resultado.

Con dolor, el general Prats vio que sus desvelos habían sido estériles y que el 11 de Septiembre de 1973 el Ejército se ponía a la cabeza de una tarea terrible. Consumado el golpe de Estado, debió dejar la patria y se instaló en Buenos Aires. Sabía que irían por su vida, al tener evidencias de ello, intentó revalidar su vencido pasaporte para tomar distancia. Lo tramitaron y quedó a merced del dictador. Un verdugo enviado por Pinochet llegó rápido y detonó la carga explosiva que explotó bajo su auto.

Pasaron décadas de silencio impuestas por el dictador. Muchos años después el Ejército de Chile realizó un reconocimiento al Comandante en Jefe que hizo cuanto pudo para evitar que la institución militar fuera el soporte de la dictadura y fuera usada para deleznables propósitos. Pero, no es suficiente. El país y el Ejército debiesen valorar su rectitud y consecuencia que enaltecen la profesión militar. El fusil que empuñó jamás disparó contra su propio pueblo. Hay que decirlo y pregonarlo por todo el país.

Camilo Escalona Medina
Camilo Escalona Medinahttps://pagina19.cl
Camilo Escalona Medina, Secretario General del Partido Socialista

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas Noticias

Presidente del Colegio de Profesoras y Profesores: “no vamos a dejar tranquilo al Gobierno ni al Parlamento hasta que la ley Katherine Yoma sea...

Multitudinaria fue la marcha convocada en Antofagasta tras el suicidio de la profesora Katherine Yoma, miles de personas marcharon...

El pretexto de la derecha para tapar repercusiones del “caso Hermosilla”

En un evidente intento por desviar la atención del escándalo despertado por las conversaciones ¿y tratos espurios? del abogado...

Ministro de Educación dio inicio al año escolar para personas jóvenes y adultas en centro educativo de Peñalolén

Alrededor de 160 mil personas a nivel nacional estudian en las distintas modalidades que ofrece la Educación de Personas...

Seminario “Comunicación con Igualdad” de ONU Mujeres y AMMPE World abordará los sesgos y brechas de género en los medios de comunicación

Con el propósito de promover la transformación cultural de imaginarios y conductas sexistas que siguen perpetuando la violencia de...
- Advertisement -spot_imgspot_img

Diputado Manouchehri y “Caso Hermosilla”: “Es la punta del iceberg de este verdadero ‘Tren de Vitacura’”

Respecto a la divulgación de la reciente declaración del abogado Luis Hermosilla a Fiscalía, declarando entre otras cosas que...

Organizaciones de la diversidad sexual declaran persona non grata a la presidenta de la Comunidad de Madrid de visita en Chile

La comunidad LGBTIQ+ de Chile, integrada por organizaciones comunitarias y activistas históricos, declara persona non grata a la presidenta...

Debes leer

Gobierno Cara de Palo

En los años 80s existía una sección en la...

Los Profesores se Pliegan al Paro de la CUT

  En un comunicado, emitido durante la mañana de este...