Periodista.
Situaciones extrañas, paradojales y preocupantes se están instalando en el escenario político chileno en los últimos días. A pocas horas del inicio formal de la propaganda para el plebiscito de octubre, no cejan los intentos de detener esa consulta democrática por parte de la derecha más recalcitrante, al mismo tiempo que se sueltan las amarras para una definición en las candidaturas presidenciales del próximo año y las fuerzas en disputa se preparan para un posible desconfinamiento que les permita lanzarse con sus campañas para el APRUEBO o el Rechazo, entre otras aspiraciones.
Entre las situaciones “extrañas” que surgieron en estos días, ahora ocurre que Joaquín Lavín, el candidato de la UDI, se declaró ¡socialdemócrata! Entrevistado en televisión dijo -entre otras definiciones- que “yo creo genuinamente en el “apruebo”. Nunca he estado en reflexión y lo creo de verdad. Y lo que quiero hacer ahora es tratar de convencer que hay que abrazar este camino y jugársela. Y creo que si tú hicieras una encuesta -no la he visto, porque no hay encuestas así- entre los que votaron por Sebastián Piñera y que lo llevaron a ser Presidente de Chile, te doy firmado que gana el “apruebo”.
También ocurre que el Presidente Piñera logró -por ahora- evitar pronunciarse por su opción en el plebiscito, pese a las presiones de la derecha para que lo haga por el Rechazo. Durante la semana, la presidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe y el diputado gremialista Guillermo Ramírez le habían solicitado al Jefe de Estado que diera a conocer su preferencia, por cierto, por el Rechazo.
Y agregó: “dejemos que los chilenos elijan el camino el 25 de octubre. Lo que me parece sorprendente, que estando en pleno proceso, después de llevar más de 10 años discutiendo la Constitución, toda la atención se concentre en el camino y que haya poca discusión en el puerto de destino, la Constitución que queremos”. Se le preguntó si según sus palabras, daba lo mismo que gane el Apruebo o el Rechazo…”No da lo mismo. Son caminos que tienen ventajas y desventajas, y yo efectivamente no voy a pronunciarme sobre el camino, porque prefiero reservar toda mi fuerza y mi compromiso con hacer un plebiscito bien hecho, y que logremos una Constitución como la que Chile necesita y merece”. Se le retrucó que ”en Chile Vamos dicen que un gobierno no puede enfrentar un plebiscito sin tener una postura, que eso lo perjudica”, y respondió: “le quiero decir que Guillermo Ramírez es un gran diputado, le tengo un gran aprecio, pero no es Chile Vamos. Tengo una posición tomada, en lo fundamental, hacer un plebiscito bien hecho y hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que la Constitución tenga todos estos valores, garantías, pesos y contrapesos para que dé un gran marco de unidad y de proyección a Chile hacia el futuro. Esa es mi posición”. Concluyó afirmando que “gane el Apruebo o el Rechazo, Chile necesita una Constitución que nos una”.
No le quedó más remedio a la derecha que allanarse o más bien, acomodar su discurso a lo que el Presidente les está mandatando. Lo dijo la presidenta de la UDI: “me parece razonable lo que ha dicho el Presidente, porque dentro de Chile Vamos hay distintas posturas, por tanto me parece prudente la posición que adoptó. Sin embargo, como lo he dicho, las razones para votar rechazo han aumentado. Creo que estamos en una época excepcional, con un estado de excepción partiendo la campaña, con una pandemia en la elección, por tanto va a haber mucha gente que no va a poder votar”.
Todo indica que la derecha o parte de ella, está cambiando su estrategia respecto al plebiscito. Mostrarse como partidario del APRUEBO ya no es pecado mortal explicitarlo, como lo hizo el ministro de Hacienda el fin de semana, el propio Lavín y pronunciamientos que estarían a la espera.
La idea sería desdramatizar el triunfo -a estas alturas indubitable según las encuestas- de la opción opositora, y evitar así que la derrota sea achacada al gobierno. De ahí la resistencia del Presidente Piñera a pronunciarse sobre su opción. Es más. El Mandatario afirma que “el plebiscito no es un referéndum sobre la gestión de este gobierno. Los gobiernos enfrentan referéndums cuando hay elecciones presidenciales y eso va a ocurrir el próximo año. Dentro de mi propio sector hay quienes piden que me pronuncie por el Rechazo y otros que lo haga por el Apruebo, pero todos estamos de acuerdo a qué puerto de destino queremos llegar, que es el que yo le he descrito someramente. Tenemos preparado un proyecto de reforma constitucional, que tendrá que ser presentado a la convención constituyente, si ese es el camino elegido, o al Congreso si ese es el camino elegido. El resultado final es lograr un acuerdo que nos permita perfeccionar, modificar, modernizar o cambiar la Constitución”.
Lo que al parecer complica al Ejecutivo es que los intentos por paralizar el itinerario del Plebiscito, no cejan. La UDI en particular, está creando un clima de inseguridad e incerteza respecto del plebiscito. Si bien insisten en que “han aumentado las razones para votar por el Rechazo”, igual o con más fuerza insisten en que hay razones para suspender esta consulta a los ciudadanos: que si va poca gente a votar, el resultado al menos sería dudoso; que estamos en estado de excepción; que hay gente contagiada. La pandemia para la UDI se ajusta a sus deseos.
¿Moneda de cambio?
Entre las “rarezas” de los últimos días, también está la insólita medida de Carabineros que, en menos de 24 horas, retrocedió en su decisión inicial de rebautizar su Academia de Ciencias Policiales (Acipol) con el nombre del ex integrante de la Junta Militar y ex senador Rodolfo Stange, levantando una polvareda de críticas que, al parecer, el gobierno no midió en toda su gravedad.
Hay quienes opinaron que fue una moneda de cambio por la decisión del gobierno de allanarse a aceptar parte del petitorio de los representantes de Celestino Córdova, quien había amenazado con una huelga seca si es que su petitorio no era acogido por las autoridades. El acuerdo al que se llegó establece que Córdova será autorizado por un plazo máximo de 30 horas para visitar su Rehue -considerado un lugar sagrado en la cosmovisión mapuche-, lo que estará sujeto a las condiciones impuestas por las autoridades sanitarias y penitenciarias. También se contempla que pueda ser trasladado a un Centro de Educación y Trabajo, confirmando que deberá cumplir su sentencia en recintos bajo dependencia de Gendarmería.
Esto fue demasiado para la derecha. Para muestra dos botones: el diputado RN por la Araucanía, Miguel Mellado fue duro con el gobierno, señalando que se habría “arrodillado ante terroristas”. “Lamento que haya cedido a estas presiones mi gobierno porque le está diciendo a la gente de La Araucanía, a los violentos, que pueden quemar, que pueden matar, que pueden usurpar y que no les va a pasar absolutamente nada porque no van a ir a la cárcel, van a ir a un centro especial, donde van a estar como en un hotel cinco estrellas, comparado lo que es la cárcel”, dijo Mellado.El también diputado RN Cristóbal Urruticoechea preguntó si se marcaba un precedente con este acuerdo y si era un nuevo hito del gobierno.“ ¿Hay igualdad ante la ley en Chile? ¿Hay asesinos condenados de primera y segunda categoría? ¿Por qué con presión deciden donde cumplir condena? Lo que el Gobierno de Chile ha hecho es notificar a todos condenados que con una huelga de hambre pueden torcer lo que la justicia sentenció”.
Lo paradojal es que todo esto está ocurriendo mientras el virus del Covid 19 sigue enseñoreándose en todo el país sin dar muestras de retirarse, o al menos, disminuir en sus contagios. Lo ocurrido en Magallanes es toda una lección para quienes ansían desconfinarse, pero al mismo tiempo, siguen saliendo de compras, siguen haciendo filas interminables sin cuidar la distancia requerida, y por tanto, no permiten que la cuarentena sea efectiva.
¿Y la oposición?
Para los que se dedican al estudio de la política, la oposición está fragmentada y si sigue así, su fracaso será monumental. Es un hecho. Y lo que ocurrió el fin de semana con una declaración del Frente Amplio, encendió aún más las alarmas. Tras una reunión que se extendió durante toda la jornada del viernes pasado -donde participaron presidentes de partido, parlamentarios y la excandidata presidencial del FA, Beatriz Sánchez- el bloque optó por llevar una candidatura propia a la primera vuelta de la elección presidencial desechando así la posibilidad de realizar primarias con el resto de la oposición. En la cita del viernes – coordinada por los jefes de bancada de RD, Giorgio Jackson; de Comunes, Claudia Mix; de Convergencia Social, Gonzalo Winter, y los diputados Vlado Mirosevic (PL) y Marcelo Díaz (Unir)-, la ex abanderada del bloque les entregó un mensaje respecto de la posibilidad de que el conglomerado llegue a La Moneda. Habría manifestado que hoy el FA podría ser “alternativa de gobierno” y que debían enfrentar ese proceso con “unidad”.
Difícil, por la rápida reacción de la centroizquierda. El presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, calificó como mala noticia la decisión tomada por el Frente Amplio. “Esta decisión es una mala noticia, que va a en contra de lo que Chile necesita: la unidad de todas las fuerzas progresistas en torno a un proyecto transformador que constituya una alternativa respecto de quienes hoy gobiernan y lo han hecho tan mal. Por eso, nosotros insistiremos en el necesario diálogo y unidad de todas las fuerzas comprometidas con los cambios que Chile demanda”. Más menos resumió lo que piensa el resto de las fuerzas de oposición.
Que los intentos iban por el camino propio, pareciera confirmarlo lo que señaló la diputada Claudia Mix de Comunes. “El FA tiene que ser gobierno para que las transformaciones que Chile necesita se lleven a cabo. Por eso estamos decididos a llevar un candidato propio a las elección presidencial”, manifestó Mix, mientras que el diputado Gonzalo Winter sostuvo que “nos estamos preparando para el desafío constituyente, municipal y también para llevar una candidatura del FA en las presidenciales”.
Para la otra oposición, lo acordado lo califican como un “error” y una decisión que va “en contra de lo que Chile necesita”. No fue sólo la centroizquierda la que levantó críticas. También hubo cuestionamientos desde las propias bases del Frente Amplio. De ahí que este domingo el bloque retrocediera en su determinación y los frenteamplistas salieron a matizar su decisión, señalando que aún no estaban descartadas las primarias en la oposición.
