El Presidente Piñera lleva varios días preparando un cambio de gabinete, reclamado casi a voz en cuello por sus partidarios. Desde la semana pasada, los periodistas acreditados en La Moneda preguntan a la autoridad que pasa por sus patios respecto del tema. Nada. O no encuentra los personajes que necesita para los últimos días de gobierno, o -siguiendo su costumbre- esperará hasta último minuto para hacer los cambios que no quisiera realizar, donde incluso se nombra como probable a su amigo del segundo piso del palacio presidencial.
Lo que si se afirma es que podría salir Karla, Ministra de Desarrollo Social, cuya relación con los miembros del comité político estaría deteriorada. En todo caso, se habla más bien de enroques que de cambios, aunque el nombre del defenestrado alcalde de Santiago también ha asomado en los pasillos de La Moneda.
Lo que ocurre es que la coalición que lo sustentaba, Chile Vamos, está en absoluta y silenciosa rebeldía. Lo ordenada que estaba, era sólo una imagen que lograron montar en medio de la debacle electoral. Cual más cual menos, culpa a Piñera del desastre que dejó en ese sector político las elecciones de hace una semana. Y la desesperación hace carne en ellos, cuando a estas alturas saben que Piñera traspasará el mando a un o una opositora. Peor aún. Sin poder leer con sabiduría qué es lo que la ciudadanía quiere, creen que, si el gobierno no apacigua el enojo de los chilenos afectados por la pandemia y el hambre, la contienda parlamentaria presagia otra derrota de proporciones. Una que puede durar años.
De que la derecha quedó con fracturas después de los comicios de mediados de mayo, es un hecho. Y la preocupación de los grupos económicos por el panorama que se abrió, quedó en evidencia en un editorial de “La Tercera” que expuso, a su juicio, dónde estaría la madre del cordero: “Los problemas de fondo que arrastra el gobierno y la coalición parecen ir más allá de un gabinete, pues en buena medida parecen responder a la forma como el Mandatario ha enfocado su propia gestión, un problema que ya se observaba desde su primer gobierno. Su sello personalista ha dificultado a la coalición funcionar articuladamente, profundizando con ello sentimientos de desafección, lo que se ha traducido que en materias clave los parlamentarios voten en contra del gobierno. La falta de capacidades para sintonizar con las demandas e inquietudes de la ciudadanía habla también de un preocupante encapsulamiento del abundante aparataje de La Moneda, y de lo extraviadas que pueden estar las prioridades del gobierno”.
Una vocería populista
Dado ese cuadro, más la aparición de Sebastián Sichel como contendor real para Lavín y el temor de la derecha por los resultados de los comicios del 15 y 16 de mayo, el candidato de la UDI, comenzó a actuar de inmediato. Una vez que despejó su camino de la piedra que significaba Evelyn Matthei- eligió como su vocero para enfrentar las primarias en la derecha al recién reelecto alcalde de La Florida, Rodolfo Carter, conocido por sus chispazos populistas y por haber imitado a sus colegas alcaldes de la oposición enfrentándose al gobierno durante las peores horas de la pandemia.
Se tiró a la yugular de Sichel, comentó un dirigente de la DC, cuando Carter inauguró su vocería señalando que Sebastián Sichel era «un invento de La Moneda»: «Nunca ha ganado una elección y ha transitado en todas las tiendas políticas imaginables, salvo el PC y el Frente Amplio». “Es una creación de La Moneda; tiene el respaldo de importantes grupos económicos porque creen que pueden contener la marea de izquierda con un candidato de centroizquierda, pero que, en realidad, no es nada». Las declaraciones las habría hecho poco antes de ser investido como vocero. Es lo que él dice. Pero no es creíble.
Menos aún cuando a renglón seguido criticó al otro candidato que se enfrentará a su jefe, Ignacio Briones, de quien dijo que “es parte del problema que estamos viviendo (…) No tengo mayor conocimiento de él, salvo que tiene una moto naranja muy bonita».
No tardó en llegar la reacción. El candidato que se auto califica de independiente Sebastián Sichel, expresó que «es triste lo que sucedió. Porque mientras nosotros hacíamos campaña el flamante vocero de Lavín hacía exactamente lo contrario». El ex presidente del Banco Estado sostuvo que Carter hace todo lo contrario a lo que la nueva política debería hacer: «En vez de poner ideas sobre la mesa, lo que hace es destruir la campaña de los que lo rodean al más puro estilo de la antigua política chilena. Esta forma vieja de hacer política es un asco», dijo Sichel argumentando que un candidato no puede parecer amable por un lado y destrozar a la competencia por otro. «Creo que es exactamente lo que no tiene que hacer Chile Vamos».
Mario Desbordes, el candidato de Renovación Nacional, sigue recibiendo espolonazos de sus propios socios. Lo afirmó el propio Desbordes, que tan consciente está que difícilmente podrá ser el candidato a la presidencia de la derecha, que decidió incluso presentar su candidatura a la presidencia de RN.
Es que RN también quedó herido luego de los comicios pasados. Aunque dentro de Chile Vamos es el conglomerado con más concejales electos -374-, perdieron en alcaldías. La peor: la derrota de Felipe Alessandri ante la candidata comunista Irací Hassler en Santiago.
RN pasó de tener 47 alcaldes a solo 32. Lograron solo 15 escaños de un total de 63 cartas que postulaban en las convencionales. Para gobernador, tres de sus seis candidatos consiguieron avanzar a una segunda vuelta. Dolido, el presidente de RN, Rafael Prohens confesó lo que pocos en la derecha se han atrevido a reconocer: «hay algo que no fuimos capaces de ver, hay algo que no visualizamos y que obviamente nos pasó la cuenta». “…es un castigo a la clase política, a los partidos». “…tenemos que analizar qué fue o qué no vimos, por qué nos pasó este camión por encima, qué camino hay que seguir».
Este mal resultado no sólo es lamentado por RN. Todo Chile Vamos se resintió y repercutió en el Gobierno. Por eso es que todos piden un cambio de gabinete, que según el senador Prohens, «esperamos que no sea una silla musical, que sean cambios reales de gente que vaya a aportar».
Y mientras tanto en la oposición…
Ahí están todos, tratando de sobrevivir al tsunami político, aún desconcertados e intentando asimilar y leer correctamente lo que el país está pidiendo.
Por lo pronto, otra de las réplicas es el camino que estaría tomando el PPD, cuyo presidente, Heraldo Muñoz, anunció que su partido, el PPD, fundado en 1987 por el ex presidente Ricardo Lagos, dejaría de existir para construir una nueva tienda que incluya a independientes. Según Muñoz, la idea es hacer algo similar a lo que hizo el Frente Amplio en Uruguay.
“El PPD ya cumplió su ciclo vital y es hora de superarlo como instrumento político y por eso me empeñaré en impulsar la creación de un referente amplio, de izquierda democrática y verde que pueda agrupar a fuerzas políticas y a muchos independientes”, declaró el ex canciller. Según dijo, “este es un proyecto muchas veces postergado…“Pero creo que ya llegó su hora y me voy a empeñar en impulsar este proyecto unitario que supere al PPD”.
Pasado el golpe que significó el veto hacia la candidatura de Paula Narváez por parte del PC y del FA, la candidata socialista anunció que el excandidato del PPD y timonel de dicha tienda, Heraldo Muñoz asumirá como líder del comité político de su campaña. “La idea es que él pueda liderar el comité político de la campaña. Y en los próximos días iremos haciendo los anuncios de los otros puestos que ocuparán las otras personas que se han sumado a esta candidatura”.
Muñoz por su parte declaró que “veremos cómo conformar un comité político que Paula Narváez me ha pedido presidir y que incorporara a distintos miembros de los partidos que están apoyándola. Este es un trabajo urgente, porque los tiempos son cortos, como sabemos. Y bueno, veremos cómo desplegar la campaña a través de todo el país. Lo haremos con el mayor entusiasmo y veremos a través de qué mecanismos”. “Tenemos mucho optimismo, porque creemos que la carrera presidencial comienza ahora y creemos que la candidatura de Paula tiene toda la fuerza para seguir adelante y llegar a la Presidencia. Esa es nuestra convicción”.
Otro dato de interés fueron las declaraciones realizadas por el abogado y constituyente electo por el Frente Amplio en el distrito 10, Fernando Atria. Su mensaje fue que tanto la derecha como la Lista del Pueblo deberán evitar las trincheras políticas o terminarán como una “minoría irrelevante” en el proceso.
“La composición de la Convención quedó de un modo tal que, a diferencia de la política de los últimos treinta años, nadie está en condiciones de imponer ni negativa, ni positivamente, sus términos de modo unilateral”, dijo Atria. Reconoció que “el que llegue a la convención a atrincherarse, sea la Lista del Pueblo o la derecha, va a convertirse en una minoría irrelevante“.
El académico de la Universidad de Chile se refirió también al plebiscito de salida, el cual ratificará la nueva Carta Magna que escriba la Convención Constitucional. “Lo que se decida en la convención es una propuesta que tiene que ser aceptada”, pero que, “podría ser rechazada”. Advirtió que eso ¡sería muy grave para Chile. Es una responsabilidad especial de los convencionales estar atentos y actuar de modo de minimizar todo lo que sea posible esa posibilidad”.
