Periodista.
Recién, pocos días antes de Navidad, cuando haya un cambio de directiva en el gremialismo el 12 de diciembre, el resucitado Pablo Longueira sabrá si sus esfuerzos por dirigir la UDI, ser candidato a la constituyente y, por tanto, liderar el tercio que la derecha necesita para evitar perder todo lo ganado gracias a la Constitución de su amigo Jaime Guzmán, dieron frutos. Eso, siempre y cuando la pandemia ceda y la oposición logre la unidad, situación que hoy, a pocos días del plebiscito, se ve difícil.
La presencia constante de los alcaldes presidenciables en los medios de comunicación son prueba fehaciente de los ya no tan tímidos inicios de campañas electorales, aún cuando la pandemia no cede y lejos de bajar la curva de infectados por corona virus, hay regiones en que siguen subiendo las alarmas. Justo cuando se acerca la fecha más importante para los chilenos.
Así las cosas, la aparición en la escena política de Pablo Longueira en la derecha y la irrupción con fuerza en ese mismo escenario del comunista Daniel Jadue, que en la última medición de la encuestadora Criteria aparece incluso ganándole a Joaquín Lavín en las preferencias presidenciales, están provocando ajustes, alineamientos, aprobaciones y rechazos al por mayor en el país político. Habrá que esperar para saber qué piensa el país ciudadano.
Yo apruebo, yo rechazo
¿Qué es lo que está buscando Pablo Longueira? ¿Por qué insiste en su tesis del APRUEBO para no partir de cero en la construcción de una nueva Carta Fundamental?
Para quienes tenían dudas en la derecha, el gobierno y su propio partido, el discurso real que Longueira ha levantado desde hace una semana aclaró sus intenciones. En primer lugar, en uno de los talleres que está realizando vía zoom en el diario digital El Líbero dijo: “Yo estoy por el rechazo, quiero conservar lo que más se pueda de esa Constitución… ¿Cuál es la mejor forma para conservar esa Constitución, la mejor que ha tenido Chile? Dando la pelea en la convención, donde lleguemos todos legitimados, que el Apruebo no se lo adjudique nadie”.
En el mismo taller contó que comparte la tesis crítica del gobierno de que una derrota por paliza en el plebiscito pudiera poner contra la pared al Presidente Sebastián Piñera. Reclamó por el poco coraje de la derecha para hacerle frente a esa posibilidad. Y lo increíble. Apareció su anticomunismo exacerbado al estilo Guzmán que lo llevó a decir incluso que los opositores buscan poco menos que un golpe de estado: “… nadie se atreve a hacer nada, y vamos todos a un precipicio… y tengo la convicción de que esa noche, si hay un 80%/20%, Piñera cae. Y punto. Sale igual que De La Rúa en helicóptero, o esa noche hay que estar defendiendo La Moneda con las FF.AA. Eso buscan estos tipos”.
Parte de su estrategia es elegir 28 candidatos a convencionales, los mejores de su sector, privilegiarlos y elegirlos, tal como ocurrió en las elecciones municipales del 2000 cuando la UDI arrasó con alcaldes y concejales. Y su otra estrategia sería lograr la presidencia de la UDI, en alianza con Jaqueline van Rysselberghe que iría de segunda en una hipotética lista de consenso, evitando las elecciones y neutralizando la candidatura de María José Hoffman. De hecho, fue la presidenta de la UDI quien lo presentó y le allanó el camino de su intervención en la Comisión Política que celebraron el lunes. “Pablo plantea una teoría que, si bien podemos nosotros no compartir el camino, sí compartimos el fondo, el modelo de sociedad que defiende Pablo Longueira es exactamente el mismo que defendemos nosotros».
Y así, entre apariciones y desapariciones de intrigas, críticas, rechazos, apoyos y todo tipo de cálculos, Longueira les habló a los 70 miembros de la Comisión Política por 45 minutos dando a conocer sus objetivos. Y no sólo eso. También las tareas futuras y cuál debería ser la postura de su colectividad.
“No quedará piedra sobre piedra”
Según varios dirigentes, Longueira habría señalado a quienes están por el Rechazo que “vamos caminando…, divididos a un plebiscito en que no vamos a sacar, así como íbamos más de 30% y no queda piedra sobre piedra, eso les quiero decir. Entonces, quiero que entendamos que estamos en un plebiscito divididos y, lo peor que nos puede ocurrir, es que no saquen el 30%, no lo van a sacar”, agregando que “ahí nos van a decir que el 70% de los chilenos quiere partir de cero, ese es el riesgo que estamos puestos”.
“Cómo pueden creer que yo no quiero rescatar lo mejor de esta Constitución, es que ¿saben? el nivel en que estamos me impacta. Ustedes están por el no, no desde cero, yo estoy por el sí no de cero”. Y agregó: “Entonces, lo que tenemos que hacer es que lo que están por el Rechazo tenemos que explicar que es porque no queremos que parta de cero, y aquellos que vamos por el Apruebo diremos que no de cero. ¿Qué es lo que nos une?, el no partir de cero”.
Aseguró que, con el tercio acordado para aprobar los cambios, según el acuerdo, “no existe una hoja en blanco, seamos claros, la gente está asustada, porque cree que vamos a partir en blanco, no vamos a partir en blanco (…) a partir del Plebiscito al día siguiente vamos a estar todos juntos construyendo esa lista de convencionales que nos tiene que representar». «Solo vamos a partir de una hoja en blanco si no alcanzamos el tercio en la elección del próximo año en la convencional», enfatizó.
Aplicó entonces lo que será su discurso de aquí en adelante, ser parte de los que van a triunfar en octubre: «Este es un Plebiscito completamente innecesario, porque vamos a ganar los del Apruebo por lejos, eso es lo que quiere la juventud chilena, quiere una Constitución para las nuevas generaciones del país». Luego explicó que “quiero una nueva Constitución para mi país y quiero ser un actor relevante y quiero ir a defender esta Constitución, quiero rescatar de ella lo más posible y lo vamos a rescatar, porque no va a haber hoja en blanco, solo existe sino somos capaces de sacar un tercio el próximo año». Longueira los invitó a “disputar artículo, por artículo de la Constitución de Jaime a los bolivarianos, no se preocupen, sin temor, vayamos con confianza, si también va a llegar gente que piensa distinta a nosotros, muy razonable. No sigamos en esta lógica de Venezuela, si el 75% de los chilenos no quiere Venezuela, no hagamos campañas del terror hagamos campañas positivas».
Reiteró que su objetivo es achicar el Rechazo. Les pidió hacer una campaña conjunta y que se unan: «Yo los vengo a invitar a una campaña, pero no de cero. Ese es el relato y lo que nos une en nuestro sector. Los que quieran cambiar cámbiense, pero no vengo a eso», añadiendo que estén por el Apruebo o el Rechazo, pero no de cero. «No vengo como un mesías, vengo a decirles una estrategia que nos una, a un sector que requiere unidad que no la obtuvimos por posiciones legítimas… a eso vengo a unir y no dividir».
Un amarre que no gustó
La fuerte irrupción del alcalde Jadue como la carta probable del Partido Comunista a las presidenciales del próximo año y sus intervenciones en diversos medios de comunicación, además de la necesidad de unirse frente a la escasa, por no decir ninguna, posibilidad de triunfo en cualesquiera sea la elección en que la oposición enfrente a la derecha este año y el 2021, en algo movieron la situación de estancamiento en que se encontraba todo el arco opositor.
Las dificultades a la hora de establecer alianzas se manifestaron de inmediato con las expresiones vertidas en varias oportunidades por el alcalde Jadue. Propuso, por ejemplo, “amarrar” el programa presidencial al resultado de unas posibles primarias de la centroizquierda. “Vayamos todos a la primaria y que el programa que gane la primaria se convierta en columna vertebral del programa que acordemos entre todos”, sostuvo Jadue el domingo en La Tercera.
Como se asomaron críticas y rechazo a su idea por parte de los partidos tradicionales de la centroizquierda, salió su colectividad a apoyarlo. Pero, también lanzaron una advertencia. El presidente del PC, Guillermo Teillier, declaró que “mantenemos nuestra posición de primarias en que esté toda la oposición, pero si no se da esa posibilidad, iremos a primarias con quienes quieran un programa común y nos veríamos en primera vuelta”. El secretario general del partido, Lautaro Carmona, manifestó, por su parte, que la postura de Jadue es “coherente, seria y responsable” y que, a su juicio, “es lo que la ciudadanía espera, una candidatura presidencial resuelta en primarias del conjunto de la oposición y, segundo, que esa primaria incluya no sólo el nombre del candidato, sino que la propuesta programática que va a exponer”. Además, Carmona señaló que “resuelta la primaria, debe realizarse un programa que tenga el eje puesto en quien ganó”.
Desde los partidos de la ex Nueva Mayoría, criticaron la idea, apuntando a que, si bien se deben realizar ciertos acuerdos programáticos previos, no estarían “dispuestos” a ir a una primaria en esas condiciones”.
Previo a esas declaraciones, Jadue tuvo un entrevero con el presidente del PPD, Heraldo Muñoz. Fue a propósito de declaraciones del alcalde quien en una entrevista afirmó que era partidario de otorgar a Bolivia “una franja y un corredor por la frontera norte, para lo cual lamentablemente necesitamos la aprobación de Perú”. Y agregó que “Chile podría ganar gas, agua (…). Hay riqueza y necesidades suficientes como para discutir una contraprestación que sea beneficiosa para los dos países”. Añadió que “la salida al mar para Bolivia debe ser resuelta a través de un plebiscito. Más allá de una opinión, no puede ser decisión de ningún gobernante. Hay que acostumbrarse a subir los niveles de participación en temas de relevancia nacional”, declaró.
Desde el PPD, su presidente y exministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Michelle Bachelet, Heraldo Muñoz, respondió: “No alcalde: La salida al mar para Bolivia no necesita resolución, pues la Corte de La Haya resolvió que Chile no tiene ninguna obligación de negociar acceso soberano al mar, como pretendía Bolivia al demandarnos. Defendimos en nuestra soberanía unidos y ganamos”, sostuvo el excanciller, añadiendo: “Lea el fallo de La Haya si pretende ser Presidente de la República. El fallo es inapelable y desechó todos los argumentos bolivianos. La relación futura con Bolivia debe ser sobre integración, sobre futuro, y no sobre territorios. No se hace populismo con la política exterior”, agregó.
Como palabras sacan palabras, Jadue replicó. “Parece estimado que, para variar, no leyó toda mi declaración. Insisto, creo que eso debe decidirlo la ciudadanía mediante plebiscito. Espero que alguna vez comience a valorar la opinión ciudadana”.
Muñoz no se quedó en silencio y se fue en picada contra el alcalde de Recoleta, quien señaló que en la centroizquierda existe un «anticomunismo», luego que cuestionaran su eventual candidatura a la elección presidencial del próximo año. El presidente del PPD señaló que «el alcalde Jadue dispara contra la DC, contra los socialistas, contra el PPD y contra el Frente Amplio, y califica a la centroizquierda como socialdemocracia neoliberal, pero cuando se le responde con firmeza, se victimiza alegando anticomunismo». Agregó que «el bullying político no es gratis y así no se hace unidad. Creo que el alcalde Jadue tiene que acostumbrarse al debate democrático, al debate de ideas, y no a la descalificación».
Salida pactada
Analistas políticos señalan que las declaraciones del alcalde buscan diferenciarse de la centroizquierda y del Frente Amplio poniendo en evidencia a quienes firmaron y no firmaron el acuerdo del 15 de noviembre, que el PC no firmó. Dicen que la mencionada colectividad busca ganar adeptos en la pugna por “cuál es la fuerza de izquierda transformadora”. Se afirma que Jadue le hablaría a una porción del electorado que recoge el malestar de quienes entonces criticaron una supuesta “cocina” política. Se trataría de los mismos que provocaron funas contra Beatriz Sánchez y el diputado Gabriel Boric.
De ahí que cuando al alcalde se le preguntó el por qué el PC no firmó el acuerdo, pero ahora aparece aplaudiendo el plebiscito, Jadue señaló: “porque era un mal acuerdo”. Pero no se quedó ahí. Siguió, diciendo que “cómo el PC podría haber firmado, si esto era bastante parecido a la salida pactada de la dictadura, sin paridad de género; no existían los pueblos originarios”. La diputada de Revolución Democrática Natalia Castillo, sin nombrarlo escribió “Linda tu forma de pedir UNIDAD…”
Más tarde, la parlamentaria del Frente Amplio explicó que “cuando se pide unidad, hay que buscar puntos que nos unen y no que nos separen. En el momento del acuerdo hubo diferencias tácticas y que se resolvieron. Hoy también estamos todos en el mismo barco de lograr una mayoría el 25 de octubre, y lo que estimo más importante y definitorio es poder disputar esos 2/3 para garantizar derechos sociales en la constituyente”.
“Defiendo que hayamos estado disponibles a la firma de ese acuerdo porque creemos que fue de la mayor relevancia para darle una vía institucional al cambio constitucional. Hoy lo más importante es buscar esos puntos comunes con todos los partidos de la centroizquierda. Nuestra responsabilidad con el país es mucho más importante que estarnos apuntando con el dedo”.
El DC Matías Walker también respondió por twitter: “Cosas falsas dijo @danieljadue en #Tolerancia0 La paridad no fue una exigencia del PC”, remarcando que “los escaños reservados para pueblos originarios también fueron posterior al acuerdo del 15 de noviembre y fue una propuesta de alcaldes mapuche, la indicación fue trabajada por @MiguelCrispiS” (diputado RD).
Se cuenta que hace unas semanas los comunistas hicieron saber su malestar con que los frenteamplistas estén encumbrando a Sánchez como rostro de la campaña; su argumento era que deberían mostrarse todos los candidatos del sector por igual, léase, compartir esa testera con Jadue.
El resto de la centroizquierda, tiene más que claro -dicen- que las energías hay que ponerlas en que se realice el plebiscito, profundizar en temas a discutir tanto para lograr la unidad necesaria en los próximos procesos electorales y buscar los mejores hombres y mujeres como candidatos.
