Periodista.
Si no fuera por la ya crónica torpeza gubernamental, La Moneda podría estar disfrutando de lo que hasta ahora es aplaudido por tirios y troyanos: el proceso de vacunación que, a pocos días de iniciado, ya tiene a cerca de dos millones de ciudadanos y ciudadanas inoculados contra el Covid19.
Pero no. Se sumaron errores de toda envergadura, obligando con ello a las autoridades a dar una y otra vez explicaciones en las cuales ya pocos creen. Y lo peor, en la otra vereda, la opositora, quedan en evidencia errores que todos los días aumentan el distanciamiento entre los partidos -todos- y el pueblo que dicen representar. Declaración tras declaración se habla de unidad. Pero los hechos demuestran que se está demasiado lejos de aquello. Tanto que incluso “La Segunda” y no sin sorna, se permite titular: “Distrito 8, un bocado para la derecha. De las 10 listas en competencia, la oposición se dispersó en 8 listas”. Y esto, se repite a lo largo de Chile. Esos son los hechos.
Los overoles blancos
Si fue impresionante para la ciudadanía mirar en los noticieros de tv cientos y cientos de personas, hombres, mujeres, niños y adultos -en su inmensa mayoría venezolanos- que repletaban la pequeña localidad de Colchane buscando refugio y nuevas oportunidades, el asombro y el desagrado llegó al paroxismo cuando en esas mismas pantallas vieron una larga fila de personas en overol blanco esposadas, custodiados por la PDI, siendo expulsados del país sin apelación.
A tamaño error se suman las declaraciones del Canciller Andrés Allamand, quien junto al ministro del Interior viajó a Colchane, anunciando que estos refugiados, que caminaron kilómetros y kilómetros con sus pocas pertenencias a cuestas, “no van a tener derecho a vacunarse en Chile”. Se refería tanto a “los extranjeros que estén en el país con una visa de turista” como a “los extranjeros que estén como turistas pero que vengan de algún país a los que no se les exige visa y en tercer lugar tampoco van a poder vacunarse los extranjeros que estén en el país en una situación irregular pero que no hayan iniciado los trámites de solicitud de una visa temporal o definitiva”.
Las críticas surgieron de inmediato. Tanto de científicos como de políticos. De hecho, desde la propia derecha hubo sobresaltos. Mario Desbordes, uno de sus presidenciables llegó a decir: «nosotros los invitamos, prácticamente los fuimos a buscar…”
Tal vez -y junto al rechazo que manifestó el Colegio Médico- el más revelador fue el de la Cátedra de Racismos y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile.
En una declaración pública, afirmó que «la mayor expulsión masiva de personas migrantes en Chile de los últimos 50 años se realizó en Colchane contra ciudadanos venezolanos principalmente». Y añade: «en dos días mostró la negación del derecho a migrar y el castigo racista del estado. Fuimos testigos de una condena sin atenuantes ni jueces, contra quienes habían atravesado la frontera de una aduana cerrada. Sin que pudieran tomar sus pertenencias, las personas fueron trasladadas a un estadio, vestidas con mamelucos blancos, subidas a buses y montadas en aviones (recordando tácticas dictatoriales), siendo esta última escena fotografiada, filmada y acompañada por las autoridades».
Consideran que esta expulsión «es un acto vergonzoso de humillación a comunidades castigadas y una categórica renuncia a los compromisos internacionales en materia de derechos humanos asumidos por el Estado de Chile que viola la ley y la Constitución de la República».
En pocas horas, debieron llegar las aclaraciones correspondientes, incluyendo el reconocimiento del error del propio Allamand.
Por si fuera poco, en la seguidilla de errores, Carabineros sumó sus puntos en el descrédito del gobierno. Al asesinato del joven malabarista de Panguipulli se sumaron la muerte en extrañas circunstancias del joven Camilo Mikayi, que fue detenido el domingo 7 de febrero en un control de identidad en la comuna de Pedro Aguirre Cerda de Santiago. Fue encontrado muerto al interior de una celda de la 51 comisaría de Carabineros. Según los uniformados, Camilo se habría «suicidado» con una frazada. Y se suma, otra muerte “extraña”. La de un ciudadano boliviano identificado como Jaime Veizaga Sánchez, quien fuera dejado moribundo en las afueras del Servicio Médico Legal (SML) de Calama y por lo cual el INDH interpuso una querella criminal en contra de dos exfuncionarios de Carabineros de Chile por el delito de apremios ilegítimos.
Y para qué hablar del verdadero acto de deliberación del Director General de Carabineros, quien manifestó la molestia de su institución por el comentario de la ministra de Desarrollo Social Karla Rubilar que admitió que es “una convencida y, el Presidente lo sabe, de que sería vital tratar de tener una reformulación, una suerte de refundación de Carabineros, sobre todo en materia de orden público”.
Lo inexplicable
Y justo cuando se acerca lo inevitable de las 4 elecciones del 11 de abril, el día de las elecciones con más candidatos de toda la historia de Chile, (18 mil según el Servel) -alcaldes, concejales, gobernadores regionales y constituyentes-, la oposición se debate en un mar de confusiones, anticipatorias de lo que parece podría ser el peor de los mundos para ese sector.
Lo último fue la propuesta de Guido Girardi. Y sabido es que este parlamentario siempre tiene ases bajo la manga y controla desde siempre al Partido por la Democracia. Ahora, sumando y restando, decidió lanzar una tercera propuesta de alianza, dejando de lado a la DC y acercándose al PC y al Frente Amplio. A su juicio “hoy día hay una sociedad chilena que se ha ido izquierdizando y quien hoy día está representando justamente esa demanda con más fuerza es el PC y Jadue”.
Así, dejaba de lado el acuerdo al que habían llegado los presidentes del PPD y el PS de realizar una preprimaria entre ambos y otras fuerzas para elegir un solo candidato o candidata a la primaria legal del 4 de julio.
Días antes, Girardi se había inclinado por un “bloque progresista” que incluyera desde el PS, el PPD, el PR, el PRO hasta el Nuevo Trato y que juntos participen de una “primaria legal” permitiría elegir un candidato o candidata “que lidere una opción de izquierda democrática para el siglo XXI capaz de derrotar a la derecha”.
De esta manera respondía a la carta firmada por un grupo de más de 60 figuras del Partido Por la Democracia (PPD), entre ellos legisladores, exministros, dirigentes y candidatos a constituyentes, en la que llaman a su dirigencia a materializar la elección acordada con el Partido Socialista para definir al precandidato o la precandidata presidencial de ambas colectividades.
En dicha carta hacen un llamado a que “se mantengan los acuerdos, tantas veces reiterados por nuestra dirigencia, en orden a concurrir con una candidatura conjunta del socialismo democrático o izquierda socialdemócrata a las primarias legales con el centro progresista, espacio natural de la Democracia Cristiana y el Partido Radical, más otros referentes políticos de centroizquierda que se sumen a este esfuerzo”.
“La idea de unas primarias legales de la oposición en que el socialismo democrático o izquierda socialdemócrata se presente disperso en múltiples candidaturas sólo contribuiría, en nuestra visión, a la fragmentación y al desdibujamiento de nuestro aporte, a subestimar su verdadero peso dentro de las fuerzas que están por este nuevo pacto social y, en suma, a poner en riesgo la tarea mayor de generar una fuerza común y unida en torno al objetivo de transformar nuestro país”, aseguran -entre otros- los senadores Ricardo Lagos Weber y Jaime Quintana, el candidato a gobernador Eugenio Tuma, el aspirante a constituyente Felipe Harboe, las exministras Carolina Tohá, Adriana Delpiano y Paulina Sabal, el diputado Ricardo Celis y las diputadas Carolina Marzan y Andrea Parra, entre otras personalidades de la tienda opositora.
Un rechazo al acuerdo PS-PPD
De inmediato saltaron quienes apoyan a Heraldo Muñoz, el que, de acuerdo a los expertos electorales, tiene poco que hacer frente a la candidatura de Paula Narváez. En una carta que hicieron circular algunos miembros del equipo de la campaña presidencial de Muñoz y que titularon como “Vamos al 4 de julio”, se afirma categóricamente que “nos merecemos y nos ganamos el derecho a representar a toda la oposición, por lo que debemos competir directamente en las primarias legales del 4 de Julio de este año”. La carta era un llamado a los distintos órganos de la colectividad para rechazar la propuesta que acordaron las directivas del PPD y del Partido Socialista respecto de sostener una preprimaria para “unificar” sus candidaturas a La Moneda.
Por cierto, que el más golpeado con las propuestas que dan vuelta en el escenario opositor es la Democracia Cristiana. Reaccionó su presidente, Fuad Chaín quien rechazó la idea planteada por el senador Guido Girardi (PPD) de realizar la primaria presidencial legal solo entre los partidos que adhieren al socialismo democrático, excluyendo a su colectividad.
Chahín destacó que «la mayoría dentro de Unidad Constituyente tiene muy claro que aquí es importante actuar con unidad para poder no preocuparnos de cómo derrotamos a nuestros socios, a nuestros aliados, sino en cómo nos transformamos en una verdadera alternativa de gobierno, seria, confiable y creíble». «Eso tenemos que hacerlo juntos, no divididos…la DC sola no puede, nosotros tenemos conciencia de eso, pero sin la DC no se puede. No es posible sin la DC construir una fuerza de cambio mayoritaria, y la pregunta que hay que hacerse es si queremos ser oposición permanentemente, una fuerza testimonial, o queremos tener vocación de poder».
«Si queremos hacer cambios, no se hacen con discursos, se hacen conquistando espacios de poder y por eso tenemos que ser capaces de construir mayorías. Por eso hay que levantar la mirada y dejar atrás la calculadora, de qué me conviene más para ver si gano o no en una primaria, o qué me conviene más para la parlamentaria”. Para el ex diputado, «esa mirada nos va a condenar al fracaso (…) no podemos ser tan irresponsables en el momento histórico en el que estamos como país”.
En lo que varios expertos electorales coinciden es que lo que está ocurriendo en la oposición es todo un espectáculo. Algunos calculan. Otros acumulan fuerzas para una futura negociación en el muy hipotético caso que se ganara la presidencial. Son las fuerzas que se medirán en abril. Y de ahí en adelante, otro será el escenario.
