Periodista.
Ni en la peor de sus pesadillas el Presidente Piñera podría haber imaginado que su último año de gobierno, su despedida, sería con la peor de las imágenes para quien llegó a La Moneda prometiendo el oro y el moro respecto al orden y la seguridad en el país. El retiro de la estatua del general Baquedano en la Plaza de la Dignidad quedará en la historia como el símbolo de su gran fracaso y que, para su conglomerado, Chile Vamos, es -según han señalado- la derrota del Estado de Derecho o el “triunfo de la violencia”.
Ante tamañas exageraciones, al Presidente no le quedó más remedio que salir rápidamente a insistir “en forma clara y categórica que nosotros, como Gobierno, vamos a reponer la estatua del general Baquedano en la Plaza Baquedano”. Se habla de una restauración de seis meses. Habrá que esperar.
Es que se sabe que el Mandatario no quería intervenir el mencionado monumento, pese a que en diversas oportunidades el Ejército había solicitado cambiarlo de lugar. Fue justamente la polémica última declaración del Ejército, rayana en la deliberación, la que habría obligado al Mandatario a dejar el problema en manos del Ministerio de las Culturas, porque en un principio, sería el Ejército el encargado del traslado y protección del monumento.
Las críticas al gobierno no se hicieron esperar. Fueron incluso violentas. El senador RN Francisco Chahuán, una vez realizado el retiro de la estatua, fue uno de ellos: “Yo le pido al Gobierno pantalones para defender el patrimonio de Chile y tal como ocurrió con el monumento a (Arturo) Prat, monumentos de esa envergadura requieren que haya custodia de las instituciones pertinentes», es decir, del Ejército.
El diputado Sergio Bobadilla de la UDI, fue aún más enfático. «Creo que lo que ha ocurrido es inaceptable. Impresentable la decisión que se ha tomado, porque esta es una demostración de debilidad frente a los violentistas, es en definitiva una derrota para la democracia y una victoria para los violentistas”. Hizo un llamado al Presidente a revertir la situación y de paso respaldó la idea que ha surgido desde su bancada sobre la salida de la ministra de Culturas, Consuelo Valdés.
Las declaraciones del parlamentario no son sino la continuación de lo que el gremialismo venía clamando desde hace más de un año. Porque ya en octubre del 2020 la Bancada de diputados de la UDI había enviado una carta a la ministra de las Culturas -con copia a Defensa y al Ejército- para enfatizar en que no se debe mover la estatua de Plaza Italia, pues solo se trataría de una solución “rápida y fácil” que no impedirá la violencia. “¿También vamos a trasladar a todos los residentes de los sectores aledaños de Plaza Baquedano?”, preguntaba la UDI.
Para Marco Moreno, académico y cientista político de la Universidad Central, la decisión del Consejo de Monumentos descompresiona la complicada situación política de La Moneda. A su juicio, ello evitó profundizar la derrota política del gobierno. Una más.
Lo concreto es que mientras el gobierno aprovecha de instalar una protección perimetral con postes de acero cercanos al metro de altura alrededor de la solitaria base de concreto, la oposición tampoco se pone de acuerdo respecto al futuro del monumento. Mientras algunos dirigentes prefieren que Baquedano no vuelva al sitio, la candidata presidencial del PS, Paula Narváez se inclinó por hacer un plebiscito “y que la gente elija el monumento que ahí queremos”, al igual que el presidente de su partido Álvaro Elizalde, quien opinó que “la gente es la que tiene que decidir cuál va a ser la nominación que se le va a dar a este espacio y cuáles son los símbolos que van a estar en él”.
Líos en la derecha
Mientras, y cuando queda menos de un año de gobierno del Mandatario y gran parte del país -en teoría al menos- debe encerrarse en cuarentena ante una pandemia que no cede y, por el contrario, aumenta sus víctimas, el escenario político continúa en la nebulosa. La derecha con feroces peleas internas. La centroizquierda y la izquierda tratando de encontrar su destino. Y a eso se suman declaraciones de personeros de gobierno que no hacen sino aumentar la brecha de este con la ciudadanía.
No de otra manera se pueden leer las declaraciones del ministro Secretario General de la Presidencia, Juan José Ossa, quien, al iniciarse el debate sobre la necesidad de mantener el Estado de Excepción, advirtió en el Congreso que, si no se aprueba, “millones de chilenos perderán los beneficios como el IFE, Bono COVID y otros, porque están asociados al Plan Paso a Paso”.
Hubo consenso entre diputados de la oposición en rechazar los argumentos que expresó Ossa en la Cámara, minutos antes de la votación, donde finalmente fue aprobada la idea. El diputado PS Marcelo Schilling, que votó a favor de la medida porque así lo pidió el Colegio Médico, según declaró, expresó que «para renovar el estado de excepción se nos dice que estamos en las peores cifras desde junio, entonces, ¿por qué renovar esta herramienta? Las palabras del ministro Ossa son odiosas, toman de rehenes a los chilenos porque perderían los beneficios entregados, puro matonaje», y agregó “o sea, la gente volverá al hambre, la escasez. Típico chantaje matonesco de la clase alta chilena. Con doble S y doble R escrito en sus apellidos”.
El presidente del PPD Heraldo Muñoz explicó que los diputados de su partido votaron a favor, pero por motivos sanitarios y que «las amenazas y el chantaje del ministro Juan Luis Ossa que fue una vergüenza, el condicionar las ayudas, que por lo demás son bastante reducidas, para la clase media y los sectores más vulnerables, a la aprobación de este Estado de Excepción».
El diputado de la Democracia Cristiana Iván Flores aseguró que el ministro Ossa además fue impreciso puesto que, si bien el Estado de Excepción flexibiliza algunos aspectos burocráticos, no es la condición única para recibir ayudas. «Lo que dijo el ministro Ossa fue tal cual. Esa era la intención del Gobierno. Yo creo que siempre cualquier gobierno sin estado de excepción puede mejorar las cosas y siempre va a contar con el apoyo del Congreso cuando se trata de ayudas en momentos difíciles”.
Y si de declaraciones insólitas se trata, se suman las del delegado presidencial de la macrozona sur, Cristián Barra, quien en una entrevista analizó el rol de las Fuerzas Armadas por los hechos de violencia en La Araucanía. Entre otras perlas, la siguiente: «Siempre son reticentes. Me toca reunirme con ellos como jefes de la defensa en las distintas regiones y particularmente encuentro insólito que lleguen a las reuniones con abogados, para poder decir por qué no pueden hacer las cosas que uno quisiera». Ni más ni menos.
Con este nivel de confusión en las alturas del poder, se entiende entonces lo que declaran más abajo los presidenciables y sus adláteres. Para continuar con la comedia, ahora la ex presidenta de la UDI expresó que “si la primaria fuese hoy, yo no votaría por Joaquín Lavín. Él tiene que ofrecer garantías sobre qué es lo que va a defender. Quien gane la primaria de Chile Vamos, que probablemente puede ser el próximo Presidente de Chile, tiene que dar garantías. Que no tema ser impopular, que defienda las ideas del sector, que tenga la fortaleza para enfrentar el terrorismo en el sur, que no ceda ante los delincuentes. En una situación tan compleja y polarizada; nosotros no podemos entregar una carta blanca. Espero que en esas primarias los candidatos de la UDI, que son los mejores posicionados, nos den las garantías sobre lo que esperan defender y así podamos votar con la confianza de que el gobierno por el que vamos a trabajar y que vamos a elegir, efectivamente, nos va a representar”. Un recado directo al corazón de Lavín.
Pero, tal parece que hay algo más allá de los dichos de Jacqueline van Rysselberghe. No son pocos los que afirman que hay un sector de la Udi y de Renovación Nacional que estarían por votar por Sebastián Sichel en sus primarias. Lo dijo el diputado RN Tomás Fuentes, uno de los varios que están pidiendo libertad de acción para las futuras elecciones. Sostuvo que “Sebastián Sichel, como candidato independiente, en poco tiempo se ha convertido en una carta presidencial altamente competitiva, superando en estudios de opinión a Evelyn Matthei y Mario Desbordes, y acercándose poco a poco a Joaquín Lavín. Si los partidos de Chile Vamos no perciben esta señal y siguen retrasando formalizar la invitación a Sebastián es solamente porque están resguardando sus intereses partidarios en desmedro de la democracia. Algo muy diferente de lo que nos han pedido los chilenos”.
Líos en la izquierda
Pareciera ser que esta semana será clave para las definiciones en la izquierda. Por una parte, comenzarán las reuniones entre el PS y el PPD para acordar qué hacer a fin de lograr un candidato único de ambas colectividades. Hace semanas que ambos partidos tropiezan una y otra vez con la misma piedra, luego que el PPD comenzara a relativizar el pacto que ambas partes habían ratificado antes, y que pasaba por hacer una preprimaria entre Heraldo Muñoz y Paula Narváez. El ganador deberá medirse con Ximena Rincón el 4 de julio.
Surgió entonces la posibilidad de decidir vía encuesta o vía acuerdo político. La idea del sondeo la habría planteado Francisco Vidal, quien quedó presidiendo el PPD luego que Heraldo Muñoz decidiera dedicarse a su candidatura exclusivamente.
Pero, todo se enredó cuando el PPD puso como fecha para una decisión de su Consejo General el 17 de abril, quedando muy pocos días para decidir antes de la inscripción candidaturas el 4 de mayo. Hay quienes aseguran que será muy difícil seleccionar el o la candidata vía encuesta. Tanto o más difícil que por un acuerdo político que significaría que uno de los dos candidatos baje su opción.
“La encuesta no es la mejor herramienta para resolver un liderazgo único del socialismo democrático”, señaló el coordinador político de Narváez, diputado Manuel Monsalve quien le dice al PPD “que nos sigue pareciendo que no hay excusas formales ni administrativas” para no cumplir las pactadas preprimarias. “Uno entendería la búsqueda de un acuerdo alternativo”, sigue, pero “todavía tenemos más de 50 días hasta la inscripción del 4 de mayo a la primaria legal, es perfectamente factible hacer la preprimaria”.
Nivia Palma, jefa de campaña de la candidata presidencial del PS, aclaró que “esta candidatura está dispuesta a competir con quién sea, dónde y cuándo sea” y que “consideramos que el PPD debe honrar sus compromisos con voluntad política, sin excusas y concurrir a una primaria con el PS como fue acordado desde antes de que irrumpiera la candidatura de Paula Narváez. Y que ella “puede ganar en todos los formatos que le presenten”.
Álvaro Elizalde por su parte insistió en que “lo que hay que resolver es si existe voluntad o no de concurrir a cumplir este acuerdo” y que “habría que preguntarle al PPD; lo que puedo decir es que nosotros vamos a cumplir”.
Así las cosas, la directiva PPD señaló que esperan generar “un acuerdo político-electoral amplio, para la conformación de un bloque que represente a las fuerzas socialdemócratas y de izquierda democrática en las próximas elecciones parlamentarias”. “Para lograr lo anterior el PPD iniciará una ronda de reuniones con las demás fuerzas de la izquierda socialdemócrata y liberal para concordar un mecanismo idóneo y viable que resuelva el punto de la candidatura común”
Habrá que esperar lo que ocurra esta semana mientras a pasos agigantados se acercan los días D. Lo mismo corre para el Frente Amplio, que espera nominar a Gabriel Boric como el candidato que se enfrentará a Daniel Jadue. Este miércoles 17 de marzo, el Comité Central de Convergencia Social lo oficializaría como candidato, pese a que algunos partidos del FA insisten en que la prioridad está en las elecciones constituyentes.
