Periodista y Director de Página 19.
Profusamente difundidos por los medios hoy oficialistas y siempre empresariales, han dado cuenta de “vecinos” que con chalecos amarillos, han tenido amplia cobertura y con el fin de supuestamente proteger sus casas, asunto que no ha ocurrido hasta el día de hoy. Se trata de una idea poco original y que remite a las protestas sabatinas de la Francia de Macron,
Con un discurso semejante al del gobierno, esos vecinos montaron un escenario que le dio tema a los canales de televisión y en una escena del conglomerado televisivo de los canales de Turner, CNN y Chilevisión, montaron una supuesta horda de “delincuentes” que venían por sus casas. Fue tan simplona esa puesta en escena que tuvieron que cortar la transmisión. Lo anterior dio pie, para que en un punto de prensa, la Intendenta por la Región Metropolitana. Kara Rubilar, los citara como un ejemplo de defensa de la ciudadanía ante actos vandálicos. Y si la iniciativa surgió en el barrio más acomodado de Renca, a poco andar se replicó en otras comunas de Santiago. La “sicosis” es fácil de imitar ante la evidente desprotección de Carabineros y los militares que nadie sabe mucho dónde están y para qué están.
El libreto de los medios tradicionales sigue su curso y es cosa de ver a un serio y experto Daniel Matamala que se tragó lo de los chalecos amarillos como verdad verdadera y lo menciona entre nota y nota del medio de propiedad estadounidense. Asunto que también hace en uno de los medios del duopolio, La tercera, cuestionado por la ciudadanía y el Colegio de Periodistas por sus faltas a la ética. Como diría una abuelita, “el mono que se viste de seda, mono queda”.
Punto aparte, fue la teleserie que montaron de la ciudadana protestante abrazando a un carabinero de la Nación. Hubo hasta una conductora que se emocionó hasta las lágrimas. Muchos pensaron que le dieron su pequeño toque de farándula a la protesta social, con manifestantes reprimidos brutalmente por las fuerza de seguridad.
Así las cosas, la mayoría de los canales de televisión tampoco están leyendo a la ciudadanía. Y, más temprano que tarde, esa misma ciudadanía, les pasará la cuenta…
