“Somos un grupo plural de mujeres bolivianas y chilenas que nos hemos unido bajo el respeto irrestricto por los derechos humanos como piedra angular de nuestro trabajo y que nos decidimos unir porque estamos convencidas de la importancia de incorporar la voz y el pensamiento de las mujeres en la política internacional”, señala un comunicado de un encuentro presencial desarrollado el pasado 3 y 4 de noviembre de 2022.
En mayo de 2021, el Grupo Bolivia-Chile y establecieron el perfil del grupo: “Estamos convencidas y esperanzadas que trabajando juntas podremos abrir los senderos de buena vecindad, integración regional y cooperación binacional que durante tantos años hemos anhelado, todo esto bajo el prisma de una cultura de paz, inclusión y respeto por los derechos humanos”.
Agregan que durante estos días, debatieron en torno a cuatro ejes fundamentales: “ el primero de ellos relacionado con las migraciones donde se puso énfasis en los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres migrantes y la importancia de que los Estados se hagan cargo de las múltiples violencias que ellas padecen al ingresar a sus territorio. También conversamos sobre los sistemas democráticos paritarios y concluimos en la imperiosa necesidad de avanzar hacia democracias paritarias, inclusivas y participativas, porque sólo así se logrará una igualdad sustantiva entre todas y todos. Dialogamos además sobre modelos alternativos de desarrollo sostenible, y concordamos que es importante establecer una agenda que enfrente el modelo hegemónico de desarrollo extractivista que ha imperado en los últimos siglos el cual genera efectos nocivos en nuestras comunidades y medio ambiente, lo que en definitiva afecta en mayor medida a las mujeres y niñas. También coincidimos en la aspiración de buscar la generación de modelos alternativos de seguridad alimentaria y estimular la economía circular. En el último eje de trabajo conversamos sobre la integración regional desde un enfoque feminista donde se propuso como línea de trabajo buscar ampliar las redes de mujeres como nuestro Grupo Bolivia – Chile para constituirlas como nuevas actoras en las relaciones internacionales entre Estados que muchas veces se ven permeadas por un excesivo androcentrismo, la doble jornada y los cuidados que recaen en las mujeres”.
Por último, finalizaron con un “queremos (re)conocernos en nuestras historias comunes, así como también en nuestras diferencias. Éstas son oportunidades para procesos de aprendizaje entre nuestras sociedades y países. Asimismo, manifestamos que dirigiremos todos nuestros esfuerzos y conocimientos hacia la reivindicación de una nueva forma de política exterior, una “política exterior feminista”. Para lograrlo, trabajaremos desde el Grupo Bolivia – Chile: mujeres construyendo amistad vecinal convencidas de que necesitamos mejorar las relaciones bilaterales entre nuestros países”.