La inmobiliaria Pocuro una vez más mantiene problemas con la comunidad precordillerana de Peñalolén. La destrucción del bosque esclerófilo es el último capítulo que la empresa ha escrito. Sin embargo, las organizaciones continúan la historia poniendo sus cuerpos para detener la deforestación.
Un condominio de 210 casas ABC1 en 13.07 hectáreas se mantiene en disputa desde su inicio con organizaciones del sector alto de Peñalolén. Ingresó en 2017 al Servicio de Evaluación Ambiental y la institución se ha puesto del lado de la inmobiliaria Pocuro, que construye “Lomas de Peñalolén” sobre bosque esclerófilo y al lado poniente de la Quebrada de Macul.
Al lugar los días 18 y 19 de noviembre llegaron manifestantes para detener con sus cuerpos la deforestación. La acción ciudadana tuvo la llegada de carabineros, para defender la faena privada, que posee una sentencia a su favor y que hoy se ve en la encrucijada de la eventual modificación del Plan Regulador Metropolitano (Prms) que prohibiría construcciones en este sector.
Organizaciones que defienden la precordillera argumentan que la inmobiliaria Pocuro además se aprovecha de la coyuntura electoral. Por ello se apresuraría a destruir y extraer toda la vegetación nativa de su predio de 13 hectáreas ante el proceso de modificación del Prms que normará la construcción sobre y cerca de la falla de San Ramón, y la actualización del Plan Regulador Comunal de Peñalolén.
En una serie de videos el activista Eduardo Giesen, del Colectivo Vientosur, mostró a través de transmisiones en vivo de Facebook cómo avanzaban las maquinarias de la empresa, que hicieron amague de tirarse encima.
