Al salir de vacaciones niñas y niños se liberan del estrés del año escolar y tienen más tiempo libre para poder jugar y descansar. Pero no por ello dejan de aprender en actividades realizadas en el hogar.
La lectura infantil permite que las niñas y los niños se entretengan, relajen, desarrollen la empatía, la creatividad y la imaginación, llevándoles a explorar nuevos lugares a través de las letras . Además, fomenta habilidades lingüísticas como la comprensión lectora, el aumento de vocabulario, la expresión oral y la capacidad de escucha. Por otro lado, estimula la concentración, ejercita el cerebro y contribuye al desarrollo global.
Desde la Fundación CAP y su programa Aprender en familia, entregan una serie de recomendaciones para fomentar la creatividad. Una de ellas se centra en la lectura y los beneficios que obtienen las y los pequeños.
Entre los consejos para fomentar el gusto por la lectura están:
– Acomodar libros, diarios y revistas en espacios faciles de alcanzar y a su vista.
– Motivarles a inventar historias, cuentos o poesías con las cosas que más les gusten o con experiencias que les hayan dejado buenos recuerdos.
– Si les cuesta leer, es importante el apoyo de personas adultas en esta tarea, comenzando a leerles y celebrando todo aquel esfuerzo que haga el niño o la niña por leer.
Con las y los más chicos la invitación es a que las personas adultas los lleven a una biblioteca o librería para que escojan el libro que más les guste, y luego hagan una actividad de lectura en conjunto. Compartir un cuento antes de acostarse no solo les enseña el amor por la lectura, sino que también les transmite preocupación y cariño. El ejemplo también es importante, ya que si los niños y niñas ven a adultos/as entretenidos con un libro o una revista, querrán lo mismo.
También recuerdan que la lectura no está solo en los libros sino también en las historias, relatos, juegos, canciones, recetas, leyendas, anécdotas e imágenes. Todos los días pueden leer o narrar algo entretenido, lo que permitirá ir acercando a los niños y niñas al mundo de la lectura, potenciando –a su vez- el hábito de leer.
El verano y el tiempo libre es un escenario ideal para este desafío.