Periodista.
Se nos fue el cuervo, el vieja, Casimiro Peñafleta, hoy murió en Paris Óscar Castro, putas que rabia, que pena, que dolor, se lo llevó el bicho traidor, nos lo robó el Covid. De cabro chico hizo teatro, creo el Grupo Aleph, cayó preso y siguió haciendo teatro, mientras estaba detenido luego de visitarlo se llevaron presos a su madre y su cuñado, ambos hasta hoy detenidos desaparecidos y siguió haciendo teatro.
Nos conocimos en Tres Álamos y creó un grupo de teatro, a punta de metáforas, se reía en su cara de nuestros custodios, los de las torretas también reían sin entendernos que era de ellos. Conrado Pacheco el comandante del campo lo tenía entre ojos, pero nunca pudo probar nada, era teatro.
¡¡Enumerarse!!.. 1,2,3,4 y así hasta de un centenar, los pares se quedan los nones se van a Ritoque, allá se fue e hizo otro grupo de teatro para hacer reír en momentos en que era más fácil llorar. Pasaron los años y nos volvimos a encontrar en Francia, ambos expulsados viviendo el exilio allá lejos y Óscar haciendo teatro.
Volvió la democracia y nuevamente nos encontramos en Chile, seguías haciendo teatro, era tu vida, nos tomamos un café en un carrito en la calle Santa Rosa y nos pusimos en campaña para tener una sede del Aleph en Chile y se lo consiguió con el Ministerio de Bienes Nacionales.
Fueron muchos los abrazos, cada vez que nos encontramos, una de las últimas ocasiones fue en Villa Grimaldi y hablábamos de otros viejos caneros y de nuestras andanzas parisinas. Con Casimiro Peñafleta me hiciste reír y también revolcarme en las penas del pasado. Cuervo amigo, buen viaje, solo te voy a llorar y allí donde estés seguro que seguirás haciendo teatro. Ha partido un grande por culpa de un bicho tan pequeño. A cuidarse mierdas nos habrías gritado ahora … abrazo grande.
