Fundación Margen de Apoyo y Promoción de la Mujer, integrante de la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe, REDTRASEX
Educar, dialogar y mejorar el lenguaje y la relación de las mujeres trabajadoras sexuales con los medios de comunicación son los objetivos de un inédito proyecto de comunicaciones que desarrollamos desde agosto la Fundación Margen junto a la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe, REDTRASEX.
A través de una serie de encuentros de sensibilización e intercambio de saberes teóricos – prácticos, las mujeres trabajadoras sexuales deseamos fortalecer nuestras capacidades comunicativas públicas, considerando que las comunicaciones son cardinales para las organizaciones sociales que demandamos e incidimos en la conquista de derechos y políticas públicas, en especial los colectivos más discriminados y estigmatizados de la sociedad como somos las mujeres trabajadoras sexuales.
Ya hemos realizado diversas acciones y encuentros en búsqueda de estas fundamentales metas. Durante meses de arduo e interesante trabajo comunitario buscamos modificar nuestra relación con los medios de comunicación social, avanzando -poco a poco- en intercambio de saberes con periodistas interesados en la materia, adecuando miradas y quehacer profesional. Nuestras tareas de educación, sensibilización e información actualizada sobre trabajo sexual se inició el pasado 18 de agosto cuando un grupo de compañeras trabajadoras sexuales virtuales recibió información clave relativa al rol de los medios de comunicación social en Chile, analizando y haciendo propia la “Guía para el abordaje periodístico del trabajo sexual y las trabajadoras sexuales”, editada por REDTRASEX.
Este trabajo se complementó con visitas a medios de comunicación y reuniones entre trabajadoras sexuales y periodistas, una de ellas realizada el martes 27 de agosto en la sede de Fundación Margen, en la que participaron comunicadoras y comunicadores de diversos medios y formatos mediales, destacando el compromiso y entusiasmo de Nataly González Díaz, periodista de Página 19 y coordinadora de la Comisión Nacional de Género del Colegio de Periodistas de Chile.
En esa oportunidad, Herminda González, histórica dirigenta de Fundación Margen, expuso sobre la historia social y política de nuestra reconocida organización social, y Carolina Dominix, directora de la Fundación, compartió los retos actuales del colectivo, las distinciones entre trata de personas y trabajo sexual, junto a las complejas relaciones de las trabajadoras sexuales con los medios de comunicación. Se trató de exposiciones altamente valoradas por las y los periodistas porque por primera vez escuchaban historias, vivencias y demandas directas de las trabajadoras sexuales, sin editores ni pautas de noticias predeterminadas. Por esto, se mostraron abiertos e interesados en profundizar en el trato y lenguaje con que se refieren a las trabajadoras sexuales en los medios, así como la discriminación y estigma que viven las trabajadoras sexuales migrantes en su ejercicio diario, unido al acoso policial e institucional que enfrentamos, especialmente las mujeres trabajadoras más precarizadas, entre ellas las trabajadoras sexuales migrantes.
Trabajo sexual migrante
Uno de los temas de creciente interés para el periodismo son las situaciones de estigma y discriminación que vivimos las mujeres trabajadoras sexuales migrantes, considerando el impacto que tiene el racismo y clasismo en Chile. En ese contexto, decidimos organizar una nueva cita con periodistas, realizada el pasado 25 de septiembre en la sede de Fundación Margen, donde buscamos abordar directamente la relación entre trabajo sexual, comunicación y migración. En la oportunidad, enfatizando en los desafíos de la migración, contamos con los valiosos testimonios de lucha de Nasaria Navarro, trabajadora sexual dominicana y con la socióloga María Emilia Tijoux, coordinadora de la Cátedra sobre Racismo y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile.
Respecto de estos retos, periodistas, sobre todo los más jóvenes, señalaron que en la universidad, durante el tiempo de estudios, jamás se les impartió educación relativa a la sexualidad, educación sexual y el capital erótico de las personas. La importancia de escuchar directamente a las trabajadoras sexuales fue otro de los aspectos que se destacó entre las y los profesionales de las comunicaciones, así como el valor de ser las mismas trabajadoras las voceras de sus propias historias, sin ser objeto de estudio, sino más bien sujetas de derechos. “No es común el diálogo directo entre periodistas y trabajadoras sexuales”, destacó otra profesional que se desempeña en la radiodifusión nacional, valorando la voz de las mismas trabajadoras y la posibilidad de democratizar las comunicaciones sociales con nuestras voces.
Por su parte, la socióloga y académica María Emilia Tijoux, destacó el trabajo de Fundación Margen y de las trabajadoras sexuales migrantes porque “son potentes e importantes historias de lucha”. Del mismo modo, Tijoux mencionó la estrecha vinculación que existe entre una actitud racista diseminada entre los chilenos y la reproducción de estigmas asociados a las personas migrantes. Al respecto comentó la doble dimensión del estigma, ya que puede ser visible u oculto. En el primero de los casos, la estigmatización y el racismo operan como respuesta a un elemento que se observa en la persona que es discriminada, como el color de piel o la nacionalidad, en cambio el estigma oculto, es aquel que se calla, que se silencia y que opera de modo soterrado.
En este último aspecto, la socióloga observó la relación que se establece con las trabajadoras sexuales, donde este último estigma es el que más pesa, el silencio, ya que desempeñamos una labor que debemos callar y que además se vive en la clandestinidad, por sus condiciones laborales actuales, muchas veces precarias; asimismo, las trabajadoras sexuales migrantes deben vivir una doble -y a veces triple- discriminación, por ser mujeres, migrantes -de color- y trabajadoras sexuales.
El periodismo opresor opera aquí en dimensiones múltiples. Nosotras lo sabemos porque lo hemos vivido muchas veces. Primero, ocultando el trabajo sexual y las historias de esfuerzo personal y grupal que cada mujer y colectivo desarrolla para vivir o sobrevivir. Segundo, cuando deciden visibilizarnos lo hacen de modo ilegítimo, usando cámaras ocultas y utilizando un lenguaje estigmatizador, operando en todo momento la discriminación social e informativa. Éste es el escenario político – comunicacional que buscamos transformar.
La voz de Nasaria
“Muchas gracias por asistir a este importante encuentro”, dijo al cierre de la cita Nasaria Navarro, vicepresidenta de Fundación Margen, quien viajó desde Punta Arenas para participar de la reunión con periodistas nacionales e internacionales. “Nosotros somos mujeres autónomas, trabajamos porque hemos decidido ser trabajadoras sexuales, nadie nos ha obligado. Todas somos mayores de edad que estamos aquí porque hemos entrado al trabajo sexual por determinación propia. Nosotras las migrantes somos más discriminadas, incluso por periodistas que nos graban sin nuestro consentimiento, de modo oculto. Muchas mujeres no quieren que sus familias conozcan su trabajo por miedo a la estigmatización y el rechazo social. No nos llaman trabajadoras sexuales, nos dicen muchas cosas, menos que somos bonitas”, dice la trabajadora y activista.
“En la calle me discriminan por mujer, por negra, por puta como dice grosera e ignorantemente la gente. No nos llaman trabajadoras sexuales. Yo soy trabajadora sexual y resuelvo mi vida con este trabajo. Nos miran con malas caras aunque una como trabajadora sexual no debe perder nunca su dignidad pese a los malos tratos de la policía y de la sociedad”, agregó Nasaria, recibiendo el aplauso de todos los presentes, periodistas y estudiantes de periodismo, unido a un fuerte abrazo de la socióloga María Emilia Tijoux.
“Las voces de todas ustedes, queridas amigas y compañeras trabajadoras sexuales, constituyen hechos fundamentales e históricos, verdaderos gestos revolucionarios en el mundo de hoy”, concluye una emocionada Tijoux.
Muchas gracias a las trabajadoras sexuales presentes en la cita y especialmente a las trabajadoras y trabajadores de los medios de comunicación que aceptaron este desafío educativo de urgente e importante cambio social.
