Periodista.
El Secretario General del Partido Socialista, Camilo Escalona, se declara más que satisfecho por el resultado del reciente Congreso del PS, esta vez dedicado a quien fue su mentor en la Juventud de la colectividad en aquellos años: Carlos Lorca, asesinado por la dictadura como tantos otros socialistas.
Asegura que el socialismo chileno tiene una sola voz a la hora de apoyar al Presidente Gabriel Boric y a la necesidad de trabajar todos unidos, para enfrentar la ola ultraconservadora que se está enquistando en el país. Todos juntos –dice- incluyendo a la Democracia Cristiana. Dice que la ultraderecha trata de meter un ruido ensordecedor para convencer al país que son más de lo que realmente son. “No nos debemos dejar atemorizar por el bullicio que ellos generan. Tenemos que salirles al paso”, afirma muy seguro. De paso, dice que “nuestra obligación política es salir al paso de ese frenesí ultraconservador y reagrupar las fuerzas para derrotarlo”. Al mismo tiempo también afirma que el proyecto constitucional que debe ser votado en diciembre, “no tiene destino” y argumenta por qué lo cree así.
De todo eso y más, conversó con Página 19:
Apoyo al gobierno sin fisuras
-¿Cuál es su opinión del resultado del último Congreso del Partido Socialista?
–Fue un buen Congreso, de mucho debate, muy intenso. Con alta tensión en algún momento, pero finalmente con un acuerdo que permite desarrollar la línea política de manera coherente. Para mí lo más importante de lo que observé en el Congreso, escuchando las intervenciones tanto de la Comisión Política como la programática y la Plenaria del Congreso, es la común voluntad de apoyo al Presidente Boric. A pesar de todas las dificultades, de la arremetida de la derecha, de las fake news de los ultraconservadores, se ha concluido una convicción muy profunda en el socialismo chileno: que la profundización democrática y las reformas que Chile Necesita, se articulan con la gestión del gobierno que encabeza Boric. En eso sirvió para despejar cualquier duda, sobre todo filtraciones mal intencionadas a la prensa –que las recoge con mucho gusto por supuesto- para insinuar que hay fisuras en el PS. En el apoyo al Presiente Boric no hay fisura ninguna.
-En alguna prensa se dice que en este Congreso se enfrentaron dos posiciones que tenían que ver con la política de alianza: una, representada por la Presidenta del Partido, que se inclinaría por afianzar al socialismo democrático. La otra, liderada por usted que estaría por solidificar una alianza con el PC y el Frente Amplio. ¿Qué hay de cierto?
-Miradas diversas hay. Eso es lógico. Somos una organización democrática. Pero, el voto político establece unánimemente trabajar por el entendimiento desde el PC y el Frente Amplio hasta la Democracia Cristiana. Eso fue unánime. Dentro de esa voluntad de unir al conjunto de los antifascistas, -porque, al igual que en Argentina, tenemos un rebrote del fascismo como el que conocimos en los años 70- en el marco de esa voluntad, naturalmente que pueden haber acentos, matices. Lo que no tuvo capacidad de abrirse paso fue la propuesta de hacer una federación, eso no tuvo acogida. Pero, trabajar intensamente por la unidad de las fuerzas de gobierno, más la Democracia Cristiana, eso no fue puesto en duda por nadie.
–Respecto a la actual situación política, ¿cuál es su visión?
–Creo que hay un ruido mediático ensordecedor. La prensa de la derecha se asoció a los ultraconservadores. Hay un fenómeno como el de Argentina. El ruido de los ultraconservadores es más de lo que ellos son en el país. En consecuencia, no nos debemos dejar atemorizar por el bullicio que ellos generan. Tenemos que salirles al paso, con energía, con intensidad. Cualquier debilidad frente al fascismo es fatal. Es simplemente un malestar que no tiene un programa político capaz de ser materializado en acciones constructivas, ni desde la sociedad ni desde el Estado. Es un malestar con el que se pretende atemorizar y amedrentar a la deliberación ciudadana. Nuestra obligación política es salir al paso de ese frenesí ultraconservador y reagrupar las fuerzas para derrotarlo.
No hay que amedrentarse
–¿Y con qué herramientas pretenden salirle al paso, tomando en cuenta que los medios de comunicación están en su inmensa mayoría en manos de la derecha?
-Los medios están muy desacreditados. Hay un anchísimo espacio en la política, en las organizaciones sociales, en el ámbito cultural, para contener la arremetida ultraconservadora. A lo que la derecha mediática nos quiere convencer es que no hay otra alternativa que escoger entre la ultraderecha y la derecha, como pretendieron hacer en Argentina. Tomando el ejemplo de Argentina, eso ya no resultó. No resultó. La sociedad chilena es más diversa, tiene más riqueza en su interior, tiene más opciones. Así es que no nos debemos dejar amedrentar. Esa es mi convicción.
-A su juicio, ¿qué va a pasar con el proyecto constitucional?
–Creo que eso no tiene destino, porque no representa la diversidad de la sociedad chilena. Tiene exactamente el mismo error capital del proyecto anterior. En este caso es un totalitarismo de derecha. No tiene la capacidad de construir una mayoría en torno suyo.
-Entonces, ¿no hay opción? ¿Votar a favor o votar en contra da lo mismo?
-Yo creo que no tenemos que dejar pasar este engendro. La sociedad chilena encontrará una solución, que no es la regresión a una época medieval, en que se niegan los derechos de la mujer, en que el Plan Laboral de José Piñera se implementa como en el plan original de la dictadura, en que hay una objeción de conciencia que lo único que busca es quitarle la atención de salud y el derecho a la educación a los más pobres. No nos podemos someter a esta barbaridad. No nos podemos dejar doblegar. Hemos luchado demasiado tiempo para que nos vayamos a rendir ahora. No. Por ningún motivo hay que sacar la bandera blanca.
-¿Qué va a pasar con el país y con el progresismo en el caso que gane una u otra opción en el plebiscito de diciembre?
-Los países no dejan de existir. No nos amedrentemos. Esa es la gran técnica de los ultraconservadores. Es lo mismo que ocurrió en el plebiscito del 5 de octubre. “Si yo no sigo, viene el caos”, decían. Es lo mismo. Es el mismo esquema totalitario del pinochetismo, de la dictadura. El país va a seguir adelante. Encontraremos otro camino para tener una institucionalidad como la que necesitamos, pero rendirse, nunca.
El plebiscito
–Concretamente, el 17 de diciembre ¿qué van a hacer los socialistas?
-Yo no me puedo adelantar ahora. Eso acordó el Congreso: no adelantarse. Creo que he sido enfático ¿no?
–De parte del progresismo, aún no se ven respuestas adecuadas a lo que sostiene todos los días la derecha en los medios de comunicación. Los está copando para dar a conocer su propuesta. No hay respuesta hacia ellos sobre la propiedad de los fondos de pensiones; tampoco sobre las contribuciones; sobre los riesgos de que termine el aborto en sus tres causales, etc. ¿Qué pasa con eso?
-La propuesta ultraconservadora significa que si no hay Isapres, las crea. Si no hay AFPs, las inventa, si no hay censura de prensa, la generará. Esta es una propuesta institucional de un sello autoritario indeleble, así es que los demócratas nos tenemos que juntar. Esto es como lo que dijo Bertold Brecht: primero, vinieron por los liberales y no me importo. Después por los socialdemócratas y no me importó, después vinieron por los comunistas y no me importó. Ahora vienen por mí y ya es demasiado tarde. Eso es lo que tenemos que evitar. Por eso la necesidad de la más amplia unidad.
-Cuando se habla de constitucionalizar las AFPS o la Isapres, la gente no entiende de qué están hablando. Pero sí entiende las cuñas de la derecha, eso de que “la plata es mía”, “yo decido qué hacer con ella”. Lo mismo con el pago de contribuciones. Nadie tiene claro quiénes no están pagando y quiénes deben pagar. Mucha gente de capas medias alega que sí están pagando y serían felices si no lo hicieran. ¿Cuándo habrá respuesta a todo eso que afirma la derecha?
-Bueno, nosotros necesitamos ahora, urgentemente, dado la lentitud con la que hemos actuado, crear los mecanismos para responder. Generar un comando de campaña, aunar a los intelectuales, generar las imágenes que se correspondan con nuestra propuesta. Lo que hay que tener claro es que la Constitución de Kast significa censura y pobreza para las grandes mayorías nacionales. Y contra eso, uno no se puede rendir.
-Y respecto a la posibilidad de esa amplia unidad de la que habla ¿existe realmente?
-La realidad la va a imponer.
