Meses antes de las elecciones, 8 centros de pensamiento vinculados a sectores y partidos políticos de izquierda y centro izquierda decidieron reunirse motivados por el malestar social y político que vive el país, para acordar las agendas que proyecten los cambios a los que Chile debiera avanzar con miras al 2030.
Conscientes de la necesidad de trascender la contingencia electoral y de abrir espacios de reflexión oportunos con la ciudadanía para pensar un proyecto de país en el mediano plazo, los centros Rumbo Colectivo, Nodo XXI, La Casa Común, ICAL, Fundación por la Democracia, Horizonte Ciudadano, Instituto Igualdad y Saberes Colectivos, vinculados a partidos y a sectores de la izquierda y centroizquierda progresista del país, presentaron el trabajo colectivo que se encuentran realizando colaborativamente en conjunto con organizaciones de la sociedad civil para converger en los horizontes comunes que demanda Chile 2030.
Avanzar hacia una sociedad más justa e igualitaria; generar nuevos modelos de desarrollo ecológicos con participación de la ciencia, la tecnología y la innovación; contar con un enfoque garante de derechos y una mirada feminista transversal, donde exista un fortalecimiento de la democracia, descentralización del poder y promoción de una cultura de los Derechos Humanos, son los ejes temáticos que fueron sistematizados en un proceso que pone de relieve la importancia de trabajar de manera colaborativa y mancomunada.
La presidenta del directorio de Rumbo Colectivo abrió las palabras en la actividad mencionando que “estamos muy agradecidos por la convocatoria y el trabajo que hemos tenido en los últimos meses en distintos temas, que son desafíos hacia un horizonte al 2030, en temas diversos como el Estado Emprendedor, profundización democrática pensando en la desconcentración del poder desde un punto de vista de protección de los derechos humanos”.
En una primera etapa de trabajo, que contempla el desarrollo y redacción de un documento, se convocó vía redes sociales a la ciudadanía a entregar sus propuestas e ideas de cara a Chile 2030. Tras ello, se realizó una síntesis de ese material y se le sumaron las conclusiones de las discusiones que realizaron los diversos centros de estudios participantes en esta iniciativa. El resultado quedó expresado en el documento “Horizonte y transformaciones para el Chile 2030” (que se adjunta) y es el puntapié inicial del trabajo de estos centros de pensamiento que ya contempla una segunda etapa para los próximos meses.
Sobre la posibilidad de estar unidos en este proceso trabajando de forma colaborativa, Nicolás Facuse de Instituto Igualdad aclaró que: “Para poner en el centro los derechos sociales y la profundización de la democracia creemos que es muy necesario llevar a cabo un trabajo de carácter colectivo”.
Desde Saberes Colectivos, Felipe Fontecilla señaló que su unión a este trabajo se debe a que “buscamos encontrar las convergencias entre los distintos mundos de saberes que componen nuestros centros (…) para superar los desafíos del futuro como son el cambio climático y transformar las matrices extractivistas y patriarcales que componen hoy día nuestro país”.
Camila Miranda, de Nodo XXI, señaló respecto a estos horizontes que “en contexto de necesidad de concretar cambios y una democracia permanentemente atacada, como alianza de centros hemos puesto las prioridades de cómo concretar esos cambios. Defender la democracia, poner la libertad en el centro implica garantizar derechos sociales”, dice Camila Miranda sobre la búsqueda de horizontes comunes que han tenido los centros de pensamiento.
En la instancia, también participó Paulina Villarroel en representación de Horizonte Ciudadano, quien declaró que “ante la fragmentación de discursos y sobre temas muy relevantes, estamos aquí con un compromiso de sentar bases comunes para construir el Chile del 2030 con un claro compromiso democrático y en unidad”.
Sobre la unión que se ha generado a través de este proceso Claudio Rodríguez de ICAL señala que “el estallido social del 18 de Octubre 2019 interpeló a todos los actores en la posibilidad de construir un mejor Chile y en ese sentido valoramos ponernos de acuerdo en aspectos esenciales, como la necesidad de tener un Estado protector y cuidador”.
Sobre uno de los puntos específicos presentes en el documento, relativo a nuevos modelos de desarrollo socio-ambientales, Víctor Barrueto, mencionó: “queremos destacar particularmente el grado de consenso que hay en un modelo de desarrollo socio-ambiental. Esto es muy importante porque de alguna manera el próximo gobierno de Gabriel Boric va a ser el inicio de la transición desde el neoliberalismo hacia un modelo de desarrollo socio-ambiental”.
En la misma línea, Osvaldo Torres de la Fundación La Casa Común dijo que “estimamos que un esfuerzo por converger en ideas de cómo generar un nuevo modelo de desarrollo, de democracia, que satisfaga las aspiraciones de mayor justicia, igualdad social y libertades individuales es fundamental”.
El acuerdo de trabajo conjunto continuará en una segunda etapa que se iniciará en enero próximo definiendo una hoja de ruta que contenga reformas institucionales y medidas programáticas que propondrán implementar en los próximos años.
