Cuando todo el mundo se felicitaba por la vacunación en todo Chile y las cifras mostraban que cerca de más de medio millón de Chilenos y chilenas se habían inoculados, las redes sociales comenzaron a activarse dando cuenta que un joven, de 25 años, malaberista y en situación de calle, fue ultimado por Carabineros en la comuna de Panguipulli, en la Región de Los Ríos.
Al final, el joven identificado como Francisco Martínez fue baleado por 4 disparos de la policía en plena vía pública y durante el día, cuando se encontraba en una esquina trabajando
A las pocas horas del deceso del joven, Panguipulli ardió en llamas. A esta hora, fue incendiada la Municipalidad de Panguipulli, la oficina de Correos, y otras 3 reparticiones públicas.
Según, los vecinos de la ciudad Francisco era un joven tranquilo y para nada agresivo.
Al cierre de esta edición, tanto Carabineros como el Ministerio del Interior se han mantenido en absoluto silencio. Entretanto, el Intendente de la Región de Los Ríos solo se abocó a la pauta del gobierno central, ceñido a condenar la situación que está viviendo Panguipulli sin entrar al tema de fondo que significó el asesinato del joven. Menos presentar una querella por el actuar de Carabineros.
Una enfermera que se encontraba en el lugar, trató de brindar los primeros auxilios del joven. “Lo vi todo. Carabineros le dio dos disparos a cada uno de los pies y otro en el pecho. Fue imposible tratar de reanimarlo. Fue un asesinato”, declaró a radio Panguipulli.
Una vez más está en cuestión el rol, la formación y los protocolos del actuar de Carabineros de Chile. Por ello, de distintos sectores políticos han llamado a una profunda reforma de la institución.
Llama la atención que la administración Piñera no se haya referido al tema.