Inicio Nacional Un Rescate Necesario: “Alfredo Lagarrigue, un positivista precursor de la vía chilena...

Un Rescate Necesario: “Alfredo Lagarrigue, un positivista precursor de la vía chilena al socialismo” de Marcelo Alvarado Meléndez

0

 

Algunos personajes tienen la mala fortuna de pasar al olvido después de ser protagonistas centrales de la historia. Este es el caso del académico, intelectual y político chileno, Alfredo Lagarrigue Rengifo (1891-1974). Ministro de Hacienda de la República Socialista de junio de 1932 y autor del “Plan Lagarrigue”, documento esencial de la efímera experiencia revolucionaria. Lagarrigue es un personaje singular entre los fundadores del Partido Socialista de Chile, injustamente postergado, tanto por la historiografía política nacional, como por su propia organización partidaria.

En este libro editado por LOM, Marcelo Alvarado, licenciado en filosofía e historiador por vocación, realiza un ejercicio de rescate del rol jugado por Lagarrigue en la historia del socialismo chileno. Se trata de una de las figuras fundamentales del pensamiento político de la izquierda de nuestro país en los años 30 del siglo pasado, y que influyó como pocos, en las banderas progresistas levantadas en las décadas siguientes. La búsqueda de la “segunda independencia nacional”, y las medidas impulsadas por el Plan que lleva su nombre, conducen a Alvarado ha plantear que sus tesis son un antecedente del Programa de la Unidad Popular de 1970.

En el marco de las dramáticas secuelas de la crisis de 1929, fracciones de intelectuales y sectores medios acomodados se acercan al ideario del socialismo de Estado. Será en este contexto social y político en que irrumpe la característica noción de “trabajadores manuales e intelectuales”, tan cara al discurso del Partido Socialista. Lagarrigue fue parte de este interesante y extendido proceso. Un ingeniero civil destacadísimo de la Universidad Católica (la de monseñor Carlos Casanueva) que se permitió dejar una promisoria carrera académica para abrazar la política partidista en los convulsos años 30.

El biografiado fue hijo del destacado pensador positivista chileno Juan Enrique Lagarrigue (incluido en las antologías internacionales del positivismo), y parte de una familia especialmente activa en el ideario de la “Religión de la humanidad”. El mismo fue un convencido difusor de las enseñanzas del filosofo francés Augusto Comte, doctrina de moda en las primeras décadas del siglo XX en Chile y en América Latina. No esta demás recordar, como expresión de la influencia del positivismo, el lema de la bandera del Brasil, “Orden y Progreso”, inspirada en una frase de Comte.

“Programa de Acción Inmediata”

En el plano doctrinario, la crisis que vivía en esos años el sistema capitalista conduce a que en Chile y en otras latitudes, converjan el positivismo y el socialismo. Como buen positivista, Lagarrigue ve en la ciencia el instrumento inevitable para conseguir el progreso social; junto a Comte postula a la “Religión de la Humanidad” como guía moral para el nuevo ordenamiento social. La indignación ética juega un rol significativo en el ideario de Lagarrigue.

En su brevísima gestión a cargo del ministerio de Hacienda, Lagarrigue se destacó por sus propuestas económicas y sociales tendientes a resolver las situaciones más urgentes que la crisis económica planteaba a los sectores obreros y populares (hambruna, cesantía, falta de vivienda) y a los sectores medios (quiebras, endeudamiento, falta de créditos). Respecto a los sectores altos, la política económica de la República Socialista impulso un impuesto al lujo, el que gravaría una serie de productos importados (joyas, automóviles, licores, perfumería). Sin embargo, las iniciativas que más perduran en el ideario de la izquierda chilena serán: la reforma agraria; las medidas contra la especulación financiera y mercantil; la política anti-imperialista frente a las riquezas básicas, y las destinadas a la reorganización estratégica de la vida económica, donde se planteó la creación del Banco del Estado, un Comité Ejecutivo Económico y la Comisión de Control de Precios.

El denominado “Programa de Acción Inmediata” dela República Socialista de junio de 1932, constituyó un texto originario, que tuvo la virtud de articular y unificar a los diversos y dispersos grupos socialistas de la época. Sus contenidos eran parte de una crítica radical del liberalismo económico que había hecho agua con la crisis mundial.

En fin, tal vez uno de los aspectos que merecía una indagación más detallada, dice relación a un examen más profundo de la filiación entre las propuestas de Lagarrigue, y las de la vía chilena al socialismo, inauguradas en noviembre de 1970.

¿Que explicación hay para la ausencia, hasta ahora, de un biógrafo a la altura de los méritos de Lagarrigue? ¿puede ser una explicación la sombra de compañeros como Marmaduke Grove, Eugenio Matte Hurtado, Oscar Schnake o Eugenio González Rojas? O ¿Qué provenga de una corriente filosófica, el positivismo, que en décadas posteriores no nutrió al socialismo? Como recuerda el profesor Luis Cruz Salas en su excelente Presentación del libro, la definición de “socialista” de la mayoría de los dirigentes del momento fundacional lo era en un sentido amplio, como parte de diversas vertientes ideológicas, donde la definición de “marxista”, no era exclusiva.

Una figura como Alfredo Lagarrigue merecía una biografía meticulosa y exhaustiva como la realizada por Marcelo Alvarado, la que se agradece, ya que hace justicia a un personaje protagonista de una época de nuestro país, que con su radical compromiso intelectual y político, enfrentó el rostro más injusto e incierto del capitalismo de aquellos años.

SIN COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Salir de la versión móvil