Periodista.
Días más que difíciles están viviendo los partidos que conforman uno de los conglomerados que apoya al gobierno del Presidente Boric. En menos de una semana se sabrá qué va a ocurrir en el socialismo democrático, donde la existencia de dos posiciones frente a la elección de constituyentes amenaza con dividir las fuerzas que inevitablemente se enfrentarán a la oposición de las derechas. El peligro de perder -de nuevo- la oportunidad de tener buenos defensores de la nueva Constitución que mayoritariamente Chile anhela está ad portas. Y ahora será definitivo por muchos años más.
La complicación no solo es para los socialistas, que probablemente no olvidarán las decisiones del PPD “madrugando” a sus socios eternos. También lo es para los mismos PPD, que hasta ahora aparecen cerrandole la puerta a la ex Presidenta Bachelet, figura socialista respetada y querida, quien se había mostrado dispuesta a encabezar la lista de candidatos a constituyentes siempre y cuando esa lista fuera unitaria.
La decisión de Michelle Bachelet, dada a conocer durante la reunión del Comité Central del PS realizado el mismo día que lo hizo su compañero de ruta, que ya tenía trabajo adelantado con la DC y los radicales en la confección de su lista paralela, de alguna manera remeció a los antiguos concertacionistas que fueron parte de su gobierno. Porque queda más que claro que la imposibilidad que la ex Mandataria sea candidata para ayudar en la confección de la nueva Constitución por la que ella trabajó, no será responsabilidad del PS. Sería responsabilidad de los partidos que prioricen emprender un rumbo electoral propio.
El camino propio
Ya hace unas semanas, el PPD, la DC y el PR comenzaron a trabajar en simulaciones electorales. Más aún. Ya desarrollaron un comité en conjunto, para definir el enfoque comunicacional de la lista.
Entonces, el camino propio estaba más que iniciado. Y en ese camino propio, ayudó el exPresidente Lagos, quien fue duramente criticado por el pueblo socialista a raíz de su postura durante el plebiscito del 4 de septiembre, que significó una dura derrota para el oficialismo. Lagos tuvo un alto nivel de ambiguedad en aquellos días de campaña, postura que fue recibida con mucho entusiasmo por los partidarios del Rechazo y con decepción por los del Apruebo. De ahí que no ha llamado la atención el apoyo de Lagos a la existencia de dos listas en el oficialismo.
Ahora, el ex mandatario afirmó, que “para dar más fuerza al gobierno tiene que haber una expresión fuerte y solidaria del Socialismo Democrático, que el PPD está llamado a encarnar junto a las otras fuerzas (…). No es dramático el que para defender una coalición de gobierno entendamos que el PPD debe ser capaz de encabezar un amplio conglomerado en donde democratacristianos, radicales y socialistas democráticos puedan participar activamente…”
No va a ser fácil el camino. De hecho, el diputado PS Leo Soto lo advirtió: “Los que hoy día llaman a enfrentar divididos la siguiente elección de constitucionales, los que llaman a enfrentarnos entre nosotros y a potenciar las diferencias de las dos coaliciones, van a terminar finalmente estableciendo una frontera de fuego al interior de la base política y social que apoya al gobierno de Gabriel Boric. Porque en una disputa electoral es evidente y natural que se busquen diferencias y se amplifiquen las discrepancias, se magnifican los errores y desaciertos, e incluso se favorece e incentivan las descalificaciones de uno a otro y de ahí a terminar en el fango todos, hay solo un paso”.
Fue más allá el parlamentario. Insistió en que “aún hay espacio para la unidad. El PPD debería considerar especialmente cómo la ex presidenta Michelle Bachelet, en un acto de generosidad que no tiene precedentes, decidió involucrarse en esta campaña por redactar una nueva y buena Constitución para Chile, y se puso a disposición de una lista única que represente a todo el progresismo. Y me imagino que este llamado debe calar hondo en todos los colaboradores que tuvo Bachelet en el PPD y que trabajaron lealmente por ella en todos los puestos de gobierno, implementando las mejores políticas que ha tenido Chile. Creo que el PPD debiera recapacitar, analizar y madurar un poco más la decisión que está adoptando.”
Y terminó explicitando lo que muchos temen de llegarse a enfrentar la elección de constituyentes en listas separadas. Señaló que si eso se produce “ y comience la disputa electoral entre nosotros, en primera fila va a estar la derecha aplaudiendo. Ellos se ven fortalecidos ante nuestra división. Probablemente podrían consolidar una mayoría importante en el futuro Consejo Constitucional. De una u otra manera se está poniendo en riesgo la próxima Constitución con esta decisión, que es una decisión de corto plazo, pero que la pueden tener que pagar varias generaciones venideras”.
Argumentos que van y vienen
La argumentación de la presidenta del PPD, Natalia Piergentili ha sido la defensa irrestricta de la posición de su partido y del sector que comanda Guido Girardi. Porque no todos están de acuerdo. Al interior del PPD hay voces disidentes. Entre ellos, el exministro Francisco Vidal, quien calificó como “suicidio político y electoral” las listas separadas. Se suma la actual ministra del Interior, Carolina Tohá, y el exministro Nicolás Eyzaguirre.
Pero Natalia Piergentili se mantiene firme en la posición adoptada. “No es una presión, no es una definición que ponga en jaque o que ponga en duda el liderazgo de la presidenta Bachelet. Es una definición consciente que ha venido tomando el PPD, por lo tanto, espero que ella no decline ser candidata por el PS, y que el PS integre la lista del Socialismo Democrático”.
Más o menos en el mismo sentido se pronunció el presidente de los radicales, Leonardo Cubillos: “los planes de segunda lista no se mueven”. Para el radical, el debate no se basa en quién las pueda encabezar. “Se trata de un problema más profundo, que no ha entendido Apruebo Dignidad. Ir en dos listas permite que este gobierno tenga una proyección más allá del 7 de mayo, para concretar las reformas que se ha propuesto”, justificó.
No piensan lo mismo los líderes del PS. Su presidenta, Paulina Vodanovic señaló tajante: “No nos vamos a mover por resultados electorales. Lo que nos mueve son nuestras convicciones. Por eso creemos firmemente en la unidad de todas las fuerzas progresistas, para poder estar representados en igualdad de condiciones, y ojalá en superioridad de fuerzas (en el Consejo Constitucional)”.
“Hemos hecho el ejercicio electoral de que todos entren en una lista, más la DC. Serían 30 (candidatos) por Apruebo Dignidad, 30 por Socialismo Democrático y 12 por la DC”. Es lo que la Presidenta Bachelet quiere encabezar y, al parecer, no podrá hacer.
Lo dejó más que claro el presidente de la DC, Alberto Undurraga: “Valoramos mucho la decisión que tomó el PPD, que sumada a la decisión que ya había tomado el PR y a la decisión que tomamos nosotros, da cuenta que esta lista de la DC y partidos del Socialismo Democrático ya es una realidad”. “Una lista que incorpora la DC, el PPD y el PR ya tiene una fuerza electoral que hace que tenga distintos candidatos y candidatas en distintos lugares del país, competitivos y con posibilidad de ser electos”.
Por cierto, no se animan aún a conformar una lista porque esperaran hasta último minuto la decisión del PS, que, si bien su Comité Central decidió inclinarse por una sola lista, la decisión final quedó radicada en su Comisión Política. La DC y el PPD no pierden la esperanza de convencer a los socialistas. “Nosotros queremos invitar a nuestros amigos y amigas del Partido Socialista y del Partido Liberal, a integrarse a la lista de la centroizquierda. Somos respetuosos de las decisiones que ellos puedan tomar, pero los invitamos”, señaló Undurraga
La lista del rechazo
Por de pronto, el próximo lunes asumen los llamados “expertos” y comienza el período de campaña para la elección de constituyentes del 7 de mayo próximo y con voto obligatorio. Una campaña que promete ser complicada y probablemente, muy debatida. Ya se ve en las redes sociales. Mucho desagrado por la nominación de expertos por parte de partidos políticos y sus parlamentarios que aún no logran cambiar la pésima imagen que la ciudadanía tiene de ellos. Es que pusieron en práctica justamente lo que la ciudadanía ha rechazado desde antes del estallido social: el cuoteo acostumbrado en el Congreso. Entre ellos cinco cupos logró RN; tres los socialistas; cuatro la UDI; dos el Frente Amplio; tres el PPD, y unos pocos más disgregados.
21 de los 24 expertos elegidos por los partidos son abogados. Nada de pueblos originarios, por cierto. Y otros 14 abogados, también elegidos por las colectividades políticas, serán integrantes de un Comité Técnico de Admisibilidad que es otra de las camisas de fuerza que “cuidará” el proceso.
«La Lista del Rechazo 4 de septiembre» es la denominación que acordó Chile Vamos para su lista. Es la idea fuerza y esperan incluir a partidos y movimientos ciudadanos que apoyaron esa opción en el Plebiscito de salida. Ellos esperan convencer a Republicanos y el partido de Parisi para poder dominar más ampliamente el consejo de 50 constituyentes elegidos por chilenos y chilenas, que deberán trabajar sobre el anteproyecto que les entregarán los expertos.
Si el oficialismo está complicado, lo mismo pasa en la derecha. La designación de los expertos fue criticada. Lo resumió de manera clara el abogado y cientista político Cristóbal Bellolio: una columna titulada “La derecha pone en riesgo el proceso constituyente”, el analista señala que no tiene “nada contra las personas de carne y hueso que propuso para el Comité de Expertos. Grandes personas, y probablemente un aporte a la discusión. Pero la mayoría tiene perfil político más que técnico. El caso de Katherine Martorell es el más polémico, pero no es el único. Varios de ellos pudieron perfectamente competir por un asiento en el Consejo Constituyente, sobre todo tomando en cuenta las particulares condiciones de dicha elección”.
Y sigue: “Hernán Larraín Fernández salía caminando en el Maule, por ejemplo: campaña corta donde un nombre instalado vale oro. ¿Acaso no había expertos en materias constitucionales que no hayan sido ministros o altos funcionarios de Sebastián Piñera? ¿Acaso creen que el triunfo del Rechazo mutó milagrosamente la percepción de la gente respecto de su segunda administración? ¿Realmente las dirigencias partidarias de la UDI y RN pensaron que sería una buena idea subir militantes duros al espacio que, para blanquearse ante las críticas, tenía que ser más papista que el Papa?” “Si el primer día empiezan con que el derecho a la vida del que está por nacer y la inexpropiabilidad de los fondos de pensiones, sabremos que ignoraron esta súplica. Ojalá que no, ojalé me tapen la boca. Ojalá la derecha no haya puesto en riesgo el nuevo proceso constituyente”.
Está claro que en uno y otro lado hay problemas sin resolución. El debate será largo.
