Periodista.
Pareciera ser el sino de este gobierno. Cuando todo parece ordenarse y se comienzan a ver tímidamente los frutos del año y medio de administración ocurre algo que empalidece el logro. Esta vez fue la aprobación en el parlamento del aumento del salario mínimo, de forma gradual, hasta llegar a los 500 mil pesos. Una noticia esperada desde hace años por el mundo del trabajo se hacía ahora realidad.
Pero, justo cuando el gobierno respiraba y los abrazos finalmente aparecían –porque esta aprobación siempre estuvo al filo de no lograrse-, estalló la noticia que a estas alturas alcanza peligrosos visos de escándalo, convenientemente amplificada por la derecha y sus medios: la renuncia del subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, al que algunos le endosaban la paternidad de la reforma previsional presentada por el gobierno, habría ocurrido por razones inaceptables para el gobierno: acoso laboral y sexual, según su jefa, la ministra del Trabajo.
De acuerdo a cercanos al ministerio, era un secreto a voces que la petición de renuncia de la mencionada autoridad andaba por los pasillos del edificio de Huérfanos desde hacía varios días. Fuentes confiables afirman que existe una carpeta con denuncias desde hace un tiempo y que incluso hay funcionarias que se habían ido del ministerio por las razones esgrimidas por la ministra. Sólo que ella no quiere dar a conocer los nombres de las víctimas no sólo por ellas, también por él.
En el otro lado, hay quienes aseguran que la relación de Larraín con la ministra del Trabajo, Jeannette Jara, se había tensionado en el último tiempo por declaraciones que este realizó respecto de que el gobierno estaba evaluando alternativas para reemplazar las cuentas nocionales de la reforma, por otro instrumento que cumpliera los mismos objetivos. Larraín había declarado que las llamadas cuentas nocionales son un instrumento para cumplir un objetivo, “no es necesariamente el único, y como gobierno estamos trabajando y llevar alternativas que logren cumplir con el principal propósito de la reforma, que es subir pensiones de manera significativa”.
A comienzos de mayo, la ex autoridad también había declarado en un seminario organizado por Price Waterhouse, que “las cuentas nocionales no gozan de una mayoría parlamentaria”, y que por lo tanto “estamos obligados a buscar alternativas que logren los mismos propósitos… Digo que como gobierno, si queremos aprobar la reforma, estamos obligados a buscar alternativas que no renuncien a la esencia de la reforma, y que incluso había un estudio que había hecho el Centro de Estudios Públicos. De ahí la ministra deja de hablarme”.
El punto es que al parecer Larraín, con sus declaraciones, desbarató una estrategia gubernamental que iba a ser parte de las negociaciones con la derecha y la ultraderecha, que se han opuesto permanentemente a la reforma presentada por el gobierno y que significaría elevar las pensiones miserables que hoy reciben la mayoría de los ancianos del país..
Los descargos de Larraín
El ex subsecretario no salió en silencio de su cargo. Como era de esperarse, ha sido invitado infaltable –y al parecer lo seguirá siendo- de noticieros y programas de prensa donde ha declarado que no tenía ningún tipo de información sobre la denuncia o de cuándo se habría producido la situación. Más aún. Acusó que tras su salida había una “cultura de la cancelación”, en consideración de las diferencias que sostenía con la ministra Jara en torno a la reforma previsional
Contó que ante su insistencia para que la ministra le explicara a quién y cuándo había acosado a alguna persona, la Secretaria de Estado le había respondido: ‘Mira te vamos a decir en términos generales, no te vamos a decir quién es, pero es por uso de lenguaje de connotación sexual, o algo así, inadecuado en público’. Subrayo en público. Eso fue lo que me dijeron. O sea, no fue uso de lenguaje sexual inadecuado dirigido a una persona”.
“Yo desde febrero tenía claro que como estaba la reforma no tenía ninguna posibilidad de avanzar. Chile necesita una reforma previsional. Los adultos mayores necesitan una reforma previsional. Y el diseño original en el que yo me esforcé mucho en trabajar y después buscar una alternativa… yo demostré que es posible tener una reforma con números que suba las pensiones lo mismo que lo sube la reforma original, pero con propiedad, con heredabilidad y con libertad de elección”.
Contó que los cambios que comenzó a realizar al proyecto “lo modelé junto con los equipos de la dirección de presupuestos, el Ministerio de Hacienda y de la Superintendencia en un trabajo altamente colaborativo. Eso es lo otro que tengo yo que decir. El trabajo colaborativo que me tocó coordinar con la Dipres, con el Ministerio de Hacienda, con la Superintendencia de pensiones, junto con la subsecretaría, fue un trabajo técnico al más alto nivel y donde todos estaban al servicio de este buen trabajo. Y ese trabajo tuve el orgullo de coordinarlo yo, tanto al inicio como hasta el final, hasta el último día. Y ahí está”.
La Ministra
Hasta ahora todo indica que el problema será bien aprovechado por la oposición. Las explicaciones de la Ministra no los convencen. De hecho, el senador Matías Walker resumió de alguna manera lo que piensa explotar la derecha: «Estas razones que se han dado no son claras (…) si no les gustan sus declaraciones que lo digan, si puede haber una razón de pérdida de confianza». Y añadió “No compro la salida del subsecretario Larraín”.
La ministra Jara (PC), confirmó la renuncia al ahora ex subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, por incurrir en “conductas no del todo positivas” con su entorno laboral. “Desde que se le pidió la renuncia al subsecretario (Larraín) el viernes de la semana pasada, ha habido varias teorías conspirativas dando vueltas, por lo cierto es que los cargos de ejercicio político en los cuales uno se encuentra están siempre a disposición del Presidente de la República, en primer lugar”, sostuvo la secretaria de Estado.
Agregó que, “respecto de los temas de fondo, para nosotros es muy importante que, por sobre todo, se mantenga un estándar en el cual la convivencia laboral de las y los trabajadores, sea debidamente resguardada, y en ese contexto, creemos que se incidió en algunas conductas que no eran del todo positivas por lo que se determinó pedirle, precisamente, la renuncia al ex subsecretario”.
“Quiero agregar que lamento mucho que quien haya ejercido un cargo de responsabilidad pública, salga generando conflictos que no son efectivos, por más que uno pueda tener diferencias respecto de los temas más políticos”, sostuvo Jara.
La Secretaria de Estado informó también que había instruido un sumario administrativo para determinar las responsabilidades de Larraín respecto de la acusación en su contra. Consultada por qué se adoptó esta medida después de solicitarle la renuncia a Larraín, la ministra Jara sostuvo que “son razones bien particulares las que nos llevan a la convicción que hay que llevar adelante una investigación administrativa o sumario, entre otras, que como ha manifestado el mismo ex subsecretario, él quiere hacer su legítimo derecho a la defensa”.
El problema con la acción de la ministra es que si el sumario se inicia luego de la renuncia del subsecretario no lo pueden sancionar porque se extinguió su responsabilidad, según el Artículo 157.b del Estatuto Administrativo.
Las reacciones
Tras la salida, el expresidente de la comisión de Trabajo, Alberto Undurraga (DC), calificó de «lamentable y sorpresiva la renuncia del subsecretario Larraín», a través de Twitter. «Se había manifestado dispuesto, de buena fe, a cambios en proyecto de reforma de pensiones para llegar a un acuerdo. Espero que esto no signifique el triunfo de una visión intransigente que dificulte los acuerdos», continuó el parlamentario.
El diputado Vlado Mirosevic opinó que la renuncia de Larraín, considerado el hombre clave de la reforma, no debía tener un impacto en la tramitación y que consideraba que la reforma previsional es una promesa que “está en el corazón de este gobierno”.
La Presidenta del Partido Socialista, Paulina Vodanovic, opinó que el ex subsecretario “con su inconducta ha demostrado que no era de confianza del Presidente”. Y añadió: “Lo que él ha hecho, de revelar eventuales estrategias es una bajeza, más aún si pretende con ello tapar las acusaciones de acoso”.
El jefe de bancada de RN e integrante de la Comisión de Trabajo, Frank Sauerbaum, dijo por su parte que “es bien evidente lo que ha ocurrido, el subsecretario ha salido básicamente por sus declaraciones en contra de las cuentas nocionales, aclarando a la opinión pública que no había apoyo parlamentario, ni había disposición de hacerlo y, por lo tanto, tenían que buscar una alternativa”.
Más o menos en el mismo sentido se pronunció la UDI. “Le ofreceremos lo que el Ejecutivo le negó: un espacio formal para sus descargos”, indicaron los parlamentarios gremialistas Cristián Labbé y Henry Leal, criticando la forma en que fue despedido el exfuncionario.
Junto con calificar las explicaciones de la ministra de “opacidad” y la existencia de “graves contradicciones” en la polémica que envuelve al ex subsecretario, los parlamentarios UDI cuestionaron a la ministra Jara por solicitarle la renuncia sin abrir de manera previa un sumario administrativo en su contra, señalando que “es absolutamente inaceptable el sectarismo con el que actúa este gobierno”.
La diputada Flor Weisse (UDI) señaló que «esperamos que se hagan cargo y que se ventilen todos los antecedes por esta investigación, lo mínimo es que se inicie un proceso administrativo, esperamos que no haya distingos cuando la tarea es defender a las mujeres». Por su parte, Camila Flores (RN) preguntó «¿Dónde está ministra de la Mujer? Ella ha guardado silencio respecto a otras autoridades del Gobierno también. Si es efectivo que este ex subsecretario salió por ese motivo, han pasado varios días en que la ministra tuvo que haber salido a solidarizar con la víctima». «Espero que ministra de la Mujer no sea una feminista de cartón».
