Redefinir su postura frente al futuro gobierno y su propia posición política como partido de centro en el país en momentos en que aparece aislada de sus socios históricos, con poca representación popular y quebrada internamente, es una de las principales tareas que tendrá la nueva directiva de la Democracia Cristiana que debería sumir en una segunda vuelta después de las elecciones que realizó este pasado domingo.
Con una escasa participación – 10 mil votos, que es menos de la mitad de los militantes del partido- la DC obtuvo resultados que mantuvieron la crispación que se dio durante todo el proceso electoral y que se mantendría hasta el próximo 6 de febrero, cuando se realice la segunda vuelta.
Si bien se presentaron tres listas a la contienda, sólo dos fueron realmente competencia, al extremo que ambas ahora se declaran vencedoras. Una es la del alcalde de La Granja, Felipe Delpin y la otra es la de la diputada Joanna Pérez. El primero, apoyado por Yasna Provoste. El segundo por Fuad Chahín. La lista de Delpin obtuvo un 42,47%, casi un punto más que la segunda, que llegó al 41,51%. La lista del expresidente de la Juventud Demócrata Cristiana (JDC), Diego Calderón obtuvo el 16,02% y fue apoyada principalmente por jóvenes de distintas regiones. El representante de los jóvenes DC acusó a su partido de negarse al debate, cosa que quisieron realizar en todo el país, sin lograrlo. Sus votos -señala un dirigente consultado- serán decisivos en la conformación de la nueva directiva.
Delpin es considerado parte de una lista calificada como más progresista y el que puede facilitar el quiebre del aislamiento en que están hoy, aunque sus detractores, particularmente los considerados como conservadores o más a la derecha de ese partido, temen que si sale Delpin, la colectividad pierda la independencia que quiere mantener respecto del gobierno entrante.
Una postura de oposición constructiva -según calificó la actual Presidenta de la DC, Carmen Frei- que tiene clara el Presidente electo. De hecho, consultado en el programa Tolerancia Cero la noche del domingo pasado respecto a la posibilidad de nombrar en alguna subsecretaría a militantes DC, Gabriel Boric señaló: “No. Es algo que nosotros ya hemos dialogado al interior de la coalición y lo comunicamos también a las presidencias de los partidos de la Convergencia Progresista y esto no se trata de una señal de desprecio ni mucho menos”. Agregó que “la no inclusión que no sea lea como un desprecio. Nosotros venimos de proyectos políticos distintos. Creo que la Democracia Cristiana ha definido una posición de oposición colaborativa, tendrán que ratificarlo en su discusión interna durante las próximas semanas, pero me parece que hay que darle coherencia al gobierno”.
