Periodista.
Hasta ahora, todo indica que las derechas y cada una por su lado –luego de un silencio casi inexplicable- están preparando a todo vapor su estrategia para salir en defensa del ex ministro del Interior del gobierno de Piñera, Andrés Chadwick, primo y amigo del fallecido Mandatario. Buscan blindarlo hasta donde se pueda. Es que su nombre aparece una y otra vez en las denuncias sobre el caso Hermosilla de los medios de comunicación no controlados por el gran empresariado. Un caso donde el dinero es el principal protagonista, acompañado de relaciones espúreas, tráfico de influencia, sobornos, y otras menudencias, que estalló por una casualidad y cuyas esquirlas están salpicando a prácticamente los tres poderes del Estado.
Tanto El Mercurio como La Tercera y La Segunda no han podido evitar referirse al escándalo de esta increíble corruptela protagonizada por el abogado Luis Hermosilla, aunque bajando el tono y tratando de encontrar el más mínimo detalle que involucre a algún personero de la centroizquierda en esta trama que ha estremecido al país.
La teoría del empate aún no se ha podido concretar. De ahí que una y otra vez sacan a relucir a Miguel Crispi, ex Subsecretario de Desarrollo Regional y hoy uno de los principales asesores del Presidente Boric. En razón de su antiguo cargo, Crispi fue involucrado en el caso Convenios –también conocido como caso Fundaciones- denunciado hace poco más de un año por malversación de fondos públicos por la fundación Democracia Viva cuyos integrantes pertenecían al Frente Amplio. A ellos fue que el Presidente trató hace unos días de “sinvergüenzas”. Ahí es donde aparece el abogado Hermosilla, por esos días conocido como uno de los buenos juristas de la plaza, que gozaba en esos días de un raro prestigio y cuyo hijo es uno de los mejores amigos del asesor.
Como de ahí era poco lo que podrían sacar, buscaron entonces en el sector más importante del socialismo democrático: el bacheletismo. Se dice en círculos políticos que probablemente el propio abogado defensor, hermano de Luis, habría deslizado los nombres de Ana Lía Uriarte y Natalia Compagnon, ex esposa del hijo de Michelle Bachelet, como personas con las cuales su hermano se habría relacionado.
“Cherry Picking”
Por algo Juan Pablo Hermosilla, en su estrategia de defensas comunicacional advirtió hace algunos días que “si uno va a abrir el teléfono de Luis Hermosilla, ábranlo entero y veamos qué fiscales le pedían favores a Luis Hermosilla, qué ministros le pedían favores. Y no vayan escogiendo, como se dice en inglés cherry picking, las cosas que a él lo disminuyen. ¿Qué pasa si hay fiscales que están relacionados con la causa que le han pedido a él favores también?”.
Lanzado en el tobogán del enojo, comparó a las autoridades con “matones”, dijo que sus declaraciones eran cercanas a “una funa” y lanzó duras críticas contra el ministro de Justicia, asegurando que “no se jugó el cuero por la democracia”. Luego de conversar con su hermano cuando lo fue a visitar a la cárcel el primer día de encierro, dio tres pasos atrás reconociendo que el Ministro Cordero, por su edad, poco o nada podía haber hecho en tiempos de dictadura y se excusó diciendo: “A veces estoy muy cansado y a lo mejor me expreso mal, pero lo que yo quiero es evitar este cuentagotas que se filtra no oficialmente y no sé con qué intenciones. ¿Por qué se escogió el de Jean Pierre Matus y por qué se filtró el del exfiscal Guerra? No tengo idea, pero hay alguien haciendo eso y que está interfiriendo el ambiente de opinión pública y afectando mi caso”.
Pero, ya había pateado la mesa y muchos comenzaron a temblar, porque quienes pueden haber tenido algún negocio “raro” con Hermosilla, solicitud de “favores” de por medio, saben que el abogado tiene nombres a mano. Y muchos temen una caza de brujas, donde una inocente conversa de amistades o incluso de clientes muy lejanos al caso en cuestión, pueden sufrir cancelaciones.
Frente a las amenazas de Hermosilla, el defensor, rápidamente tanto la Fiscalía Nacional, como la Fiscalía Oriente reaccionaron. Se afirmó -en sendos comunicados- que la fiscal Parra intercambió mensajes vía WhatsApp con Hermosilla, enviándole, su currículum cuando estaba en campaña para ser fiscal regional. Una situación que puso en conocimiento del Fiscal Nacional, quien le explicitó que a juicio del Ministerio Público no implicaba un impedimento para que siguiera en el caso.
Por su parte, la Fiscalía Nacional reconoció que el jefe del Ministerio Público, Ángel Valencia, “sostuvo conversaciones con el señor Luis Hermosilla en su labor de abogado privado antes de ocupar el actual cargo”. Se dice en círculos jurídicos que tanto Hermosilla como Chadwick, habrían hecho una campaña activa para que Valencia llegara a la Fiscalía Nacional.
¿Maniobra siniestra o corrupción pura?
Cuando el Hermosilla formalizado conoció a fines del año pasado que se había filtrado el audio de su reunión con la abogada Villalobos y el empresario Sauer, ambos en prisión preventiva, pensó que la mejor defensa era el ataque y entonces emitió un comunicado acusando que era objeto de “una maniobra siniestra” cuyos alcances “habrá que develar en el transcurso del tiempo (…). Hay en marcha una operación oscura, manejada en los subterráneos del poder, con alcances políticos y comunicacionales insospechados”. Por supuesto no entregó los nombres de quienes estaban detrás de la “maniobra siniestra”.
De ahí la ofensiva mediática de su abogado-hermano defensor, profundizando en la estrategia de la “operación política” en marcha. No le fue bien en el primer encuentro para determinar las cautelares y su hermano fue a prisión. Por eso sus respuestas ofuscadas, sus llamados a la prensa, su tufillo insolente en las respuestas al Presidente y su ministro de Justicia. La caja de Pandora, ese mítico recipiente que contenía todos los males del mundo, ya estaba abierto y a la espera de la entrega de las más de 700 mil conversaciones contenidas en el Iphone de su hermano.
Juan Pablo Hermosilla, anunció con bombos y platillos, que pidió copia de las conversaciones telefónicas de la investigación del caso Audio y una vez que obtenga la información “la voy a hacer pública”. A su juicio lo hará “Para terminar de una vez por todas, con que a lo mejor el caso esté siendo manipulado, no sé con qué intereses, por la vía de ir filtrando de a poco estas cosas, creo que es mejor ponerle término a esta discusión. El dueño de esa información, es un derecho procesal que tengo, y yo obteniendo esa información lo voy a hacer público”.
Esa copia estuvo disponible para la defensa en el edificio de la Fiscalía Oriente, en Las Condes, desde las 17.00 horas del miércoles 4 de septiembre. Justo cuando se terminaba esta novela por entregas y que obviamente continuará cuando comiencen a conocerse los contenidos que se le entregarán a la defensa. Estarán en un disco duro portátil con los videos, fotografías, WhatsApp, audios y archivos del dispositivo incautado a Hermosilla. Hay 777 mil páginas de conversaciones registradas.
El abogado comentó: “No sé cuántas páginas son para que podamos empezar a liberar, va a tener que pasar un rato. Somos un grupo reducido de personas que estamos a cargo de la causa, con un grupo de abogados jóvenes, pero estamos solos, no tengo muchos recursos, entonces vamos a estar con la mayor celeridad y en la medida en que vayamos descubriendo las cosas vamos a ir afinando los criterios”.
Dijo que dará a conocer conversaciones de interés públicos con políticos y miembros del Poder Judicial. “Con todos porque si no me van a acusar a mí de lo que yo estoy reclamando: el cherry picking”.
