Periodista.
Era demasiado impresentable la negativa de la derecha a firmar un compromiso por defender siempre la democracia y los Derechos Humanos el próximo aniversario del golpe de Estado, como reza la invitación que hace más de un mes les extendió el Presidente Gabriel Boric. De ahí que, apurados, decidieron firmar su propia declaración con ausencias obvias y acusadoras: entre otras, no nombrar la dictadura, no nombrar al dictador, no nombrar el golpe de Estado. Y por cierto, culpar de todos los males al gobierno del Presidente derrocado y de paso, al actual gobierno, por el homenaje que el Presidente Boric ha hecho a esa historia.
Era la gran oportunidad de demostrar algún mínimo arrepentimiento de su postura y el papel jugado frente al golpe militar. Hasta hoy no han hecho una autocrítica al respecto y así lo han señalado diversos personeros oficialistas. También era la oportunidad de dar señales a la ciudadanía de que los políticos –en general- podían ponerse de acuerdo, cuestión muy criticada por chilenos y chilenas. Pero una vez más, no ocurrió.
Mientras, la insistencia del Presidente en lograr un compromiso transversal dio sus frutos, al firmar los cuatro ex Presidentes de Chile y el actual Mandatario, un texto que señala que el compromiso, va «más allá de nuestras legítimas diferencias», puesto que este año se cumplen «50 años del quiebre violento de la democracia en Chile que le costó la vida, la dignidad y la libertad a tantas personas, chilenas y de otros países».
Añaden que se comprometen a “cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de Derecho. Queremos preservar y proteger esos principios civilizatorios de las amenazas autoritarias, de la intolerancia y del menosprecio por la opinión del otro; enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias, con el bienestar ciudadano en el horizonte; hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional; fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades”.
Piden además, que “cuidemos la memoria, porque es el ancla del futuro democrático que demandan nuestros pueblos”.
Sí, pero no
A la luz del texto, se entiende la postura adoptada finalmente por la presidenta de Evopoli, Gloria Hutt, tironeada probablemente por sus socios de coalición, más a la derecha que su partido. Ella señaló en una entrevista que la firma del Presidente Piñera al documento cambió el escenario en la derecha.
Consultada si ahora Chile Vamos podría firmar el compromiso, la presidenta de Evopoli respondió: “Es una posibilidad que se abrió ayer con la firma del Presidente y ahí cada uno tendrá que ver cómo lo aborda, y eso lo hemos dicho públicamente, que con el contenido de ese documento no tenemos problemas”, recalcó la también consejera constitucional”.
Y luego dio a conocer las verdaderas razones de la negativa a firmar el documento: “No es que tengamos reparos con el documento, lo que pasa es que nosotros entendemos que ese documento es parte de una invitación a participar en una ceremonia y no es el documento solo”. “Nosotros estamos muy de acuerdo con el contenido del documento del Presidente, no tenemos ningún reparo en eso, pero él nos invita a firmarlo en un contexto que nosotros no conocemos, no sabemos cómo va a ser, qué tipo de discurso, esto mismo del tono, nos gustaría que fuera una ceremonia muy convocante, como fue por ejemplo el Acuerdo de Paz de la Araucanía, donde fuimos todos los partidos políticos y con la mejor disposición”.
Es decir, aparentemente el temor de la derecha era a no ser bien recibidos en La Moneda. Frente a ello, el Presidente Boric reveló que les había planteado incluso cambiar de escenario. «Yo planteé a los presidentes de Chile Vamos específicamente que si les incomodaba participar del acto del 11 de septiembre en La Moneda, por los motivos que ellos han dicho, podíamos tener un acto institucional el día anterior en el ex Congreso Nacional solamente con las autoridades, y eso también lo descartaron».
«Les planteé directamente la posibilidad de suscribir esto en otro lugar, en otro momento, y aun así no hubo disposición. Ellos tendrán que explicar los motivos». Y terminó categórico: “Uno no puede estar rogando a partidos políticos que adhieran a un compromiso tan simple y que fue redactado para ello. No se trata de una declaración más, es un compromiso hacia el futuro. Estos dimes y diretes alejan a la ciudadanía (…) Cuando Chile está por delante, la competencia de declaraciones no ayuda”.
“El documento queda a disposición para quienes quieran adherirse a él y con la firma de los expresidentes se da el precedente histórico de la transversalidad que representamos”, añadió.
En ese sentido, el Presidente Boric recordó que “Chile Vamos no vino a las conmemoraciones de los 30 y 40 años y ahora decidieron no venir para los 50 años. Creemos que estos actos son importantes y hubiese sido deseable que haya sido un momento de encuentro, pero lo que no se puede pretender que esas diferencias se escondan. Se deben tratar con respeto. Ellos tendrán que explicar los motivos, pero yo destaco que los cuatro expresidentes en vida y yo en ejercicio, nos comprometimos a proteger la democracia”.
Provocaciones
Además de las recurrentes provocaciones del Secretario General de RN, Diego Scheler, enrostrándole al Mandatario culpas por los desórdenes que como todos los años ocurren en los días del aniversario del golpe de Estado, y de otras declaraciones en la misma línea por parte de personeros de la derecha, el ambiente de crispación también llegó al Congreso, que por lo que se vislumbra, sus ocupantes siguen viviendo en un universo paralelo.
El Presidente Boric, hizo un llamado a no cometer desmanes y condenar la violencia este lunes 11 de septiembre. “Quiero hacer un llamado a toda la ciudadanía para que la conmemoración del 11 de septiembre sea un momento de reflexión, pacífico, donde recordemos la tragedia y los sueños que inspiraron un mundo distinto”, solicitó. “Quiero que todo esto sea en forma pacífica. Nosotros condenamos la violencia y en democracia la violencia no cabe como herramienta política”.
Pero, la violencia viene del otro lado, disfrazada de provocaciones de poco nivel intelectual. Es violento lo que hizo el diputado de la UDI Sergio Bobadilla el día en que la Cámara de Diputadas y Diputados iba rendir honores a tres miembros del Congreso que fueron torturados y hechos desaparecer. El parlamentario derechista y furibundo anticomunista, llegó con una piocha que ensalza a la dictadura de Pinochet responsable de esos crímenes.
Pero no sólo eso. Bobadilla además justificó las violaciones a los DD.HH. “La interpretación que yo doy con esta piocha es que es el Día de la Liberación Nacional, en que Chile se liberó de una potencial dictadura comunista que se pretendía instaurar en Chile”. “Por eso yo estoy celebrando como millones de chilenos el Día de la Liberación Nacional, en que nos liberamos definitivamente del comunismo en nuestro país (…) Chile no tenía otra alternativa. Era esta salida o caíamos en una dictadura comunista”.
La derecha expone lo peor de sí en esta fecha, mientras en el mundo y en el país se suceden los homenajes al ex Presidente Salvador Allende. Sólo por nombrar uno que, o avergüenza o enoja aún más a Chile Vamos y a quienes hoy los dirigen: los Republicanos. Mediante un comunicado oficial, se señala que en el contexto de los 50 años del golpe de Estado en Chile, la Organización de los Estados Americanos (OEA) decidió nombrar la puerta principal de su sede en Washington con el nombre “Presidente Salvador Allende Gossen”.
