Periodista.
Las alarmas están encendidas en prácticamente todo el espectro político. Incluyendo a los propios Republicanos que, por razones distintas, siguen atentamente el curso de las posiciones de sus socios de Chile Vamos para que no se les escapen de las manos. Porque, hasta ahora, han logrado mantenerlos como vagón de cola en sus intentos refundacionales con una nueva Constitución, pese a que algunos, el mínimo de la derecha, se han desmarcado de aprobar sus enmiendas.
Tal alarma hay que incluso el pasado lunes se reunieron los presidentes de Renovación Nacional y la UDI con la timonel de los socialistas para analizar el clima al que se está llegando en la Comisión Constitucional y las líneas rojas que se han traspasado en las aprobaciones del pleno del Consejo. Además del Presidente de la UDI, Javier Macaya, estuvieron presentes el recientemente electo presidente de RN, Rodrigo Galilea, y la presidenta del PS, Paulina Vodanovic. Asistieron también los expertos Máximo Pavez (UDI) y Juan José Ossa (RN).
La idea era, por una parte, transparentar los reparos a lo ya aprobado y lo que está por venir; y buscar puntos de acuerdo para una negociación política que permita salvaguardar este proceso constitucional. Pero las dudas quedaron a la vista en esa oportunidad. Lo que sí se filtró es que la derecha pone sus fichas en el comité de expertos cuyo texto llegará a sus manos el 7 de octubre y además, en la comisión mixta que habría al terminar la revisión de los expertos. Pero, las dudas persisten. Sobre todo por el nivel de dominio que tienen los republicanos sobre los consejeros de Chile Vamos, lo que hace sospechar del control de la derecha sobre sus propios consejeros, que han votado “disciplinadamente” con los republicanos en cada una de las enmiendas controversiales.
En todo caso, se afirma que la intención de la presidenta del socialismo para participar del encuentro era sopesar la existencia de “piso” al interior de la UDI y RN para generar un acuerdo “amplio y total”. Ni más, ni menos. De paso, la jefa socialista aprovechó de desmentir un “plan B” que algunos parlamentarios de su propio partido habían adelantado. “Hoy día discutimos largamente en la reunión de mesa del partido acerca de la posición que tenemos hoy respecto del proyecto constitucional. Esta es una sola: respetar el proceso en curso, respetar el trabajo que están haciendo los consejeros constitucionales (…). Ni siquiera ha habido una discusión ni en la comisión política o en la mesa sobre tomar otra opción”.
El rechazo en aumento
Las enmiendas republicanas desde el comienzo prendieron la luz roja en la centroizquierda de la Comisión Constitucional. Enmiendas republicanas prohijadas por Chile Vamos que significan tan increíbles aberraciones que hoy, sin que haya terminado el proceso, sin que haya campañas abiertas o a favor o en contra, están significando un rechazo mayoritario en la población.
Todas las encuestas así lo testifican. La última de este fin de semana, la Cadem, señala que la opción “a favor” de la propuesta de nueva Constitución que prepara el Consejo Constitucional alcanzó su cifra más baja en seis meses, llegando solo a un 21%. En tanto, la opción “en contra” de la propuesta constitucional logró registrar su nivel más alto, con un 59% de respaldo. De ahí la alarma de Republicanos, cuyos ojos están puestos en la elección presidencial, que no está tan próxima, más que la Carta Fundamental que debería regir a la ciudadanía en los próximos 50 años al menos.
Es que vociferar que es necesario reducir el número de integrantes de la Cámara de Diputados, apuntando a menos parlamentarios que representen a distritos más pequeños, obviamente hoy es algo que encuentra terreno fértil en el país, donde los políticos y particularmente diputados y senadores son rechazados por la población. Entonces, el pleno del Consejo Constitucional resolvió reducir en 17 los escaños a distribuir en las elecciones, los que pasan de los 155 actuales a 138, con 30 votos a favor (Partido Republicano y Chile Vamos), 17 en contra (Unidad para Chile) y tres abstenciones (Germán Becker, Gloria Hutt e Ivonne Mangelsdorff).
Nadie en la derecha ha podido explicar, hasta ahora, por qué 138 escaños, y no 140, 0 135, o lo que sea. . El presidente de la Comisión de Sistema Político, Edmundo Eluchans (UDI), fue consultado al respecto y ante la insistencia de la prensa el exdiputado lo reconoció públicamente. “Si la pregunta es por qué 138 y no 137 o 139, no tengo respuesta”. El consejero Germán Becker (RN) se limitó a decir: “Es un promedio”. ¿De qué, para qué? Silencio de la derecha.
O vociferar también que se deben eliminar las contribuciones, en circunstancias que de acuerdo al reavalúo fiscal, este 2023 deberá pagar contribuciones solamente el 23% de las viviendas habitacionales, es decir que el 77% queda exento del impuesto. Pero, suena atractivo, y esa fue otra de las enmiendas republicanas aprobadas.
O bien –como sueñan los republicanos y no pocos de la derecha tradicional – poner “en su lugar” a las mujeres, cuyos derechos, conseguidos en años de lucha, como por ejemplo el aborto en tres causales, la paridad en las elecciones a parlamentarias y otras, están en peligro.
Los representantes progresistas en el Consejo calificaron como un “terrible retroceso” la aprobación de la enmienda, impulsada por el Partido Republicano, que protege “la vida de quien está por nacer”, y aseguraron que pone en riesgo la ley de aborto en tres causales. “Lamentablemente, hoy, las mujeres chilenas nuevamente estamos en alerta porque nuestros derechos sexuales y reproductivos se encuentran en peligro con la aprobación del artículo que consagra la protección de la vida del que está por nacer, lo que pone en riesgo de constitucionalizar la ley de interrupción del embarazo en tres causales que ha permitido salvar la vida a cientos de mujeres a través del aborto”, expresó la representante del Partido Socialista, Marcela Araya.
El consejero, también del PS Alejandro Kohler acusó al Partido Republicano de “romper con el diálogo cívico” del Consejo Constitucional, y acusó a la consejera María López de injuriar e insultar a los representantes de la izquierda. “Las injuriosas y calumniosas expresiones de la señora María López rayan no solo en la ofensa a nuestro bloque, sino también son meritoria de análisis jurídico porque son altamente calumniosas e injuriosas”. Y añadió Kohler: “Nos reservamos el derecho a revisar estas declaraciones, porque estamos frente a un germen protofascista”.
¿Qué había dicho la republicana? Entre otras expresiones y tras la aprobación del artículo, María de los Ángeles López realizó un brutal cuestionamiento a la izquierda señalando: “Ustedes que hablan de la libertad de la mujer para decidir y porque somos libres, la bancada republicana elige la vida, mientras que ustedes eligen la muerte”.
Aparece Evelyn Matthei
Lo que está claro hasta ahora es que la derecha, en su conjunto, ha hecho valer su mayoría. Ha aprobado sus normas claves, por 33 votos a favor, es decir, con los 22 votos de los republicanos y 11 de Chile Vamos. Con ello, han ido más allá del quorum de aprobación de tres quintos o 30 votos mínimos para visar el articulado.
Todo esto además, ha obligado a una parte de la derecha a salir al ruedo presidencial para disputarle el lugar al republicano y populista José Antonio Kast. Y apareció su candidata Evelyn Matthei, tratando de llenar el ancho camino del medio de la derecha, que estaba quedando vacío por las votaciones extremistas de sus socios.
Además de señalar que este proceso va derecho al fracaso, expresó que “lo que estoy viendo es que lo ya redactado se parece más a un programa de gobierno que a una Constitución. No tenemos todavía un texto final, pero tengo la impresión de que hay que hacer un esfuerzo muchísimo mayor para lograr una Constitución que sea aceptable por todos los sectores”.
“No existe ese ánimo en el Consejo de tratar de hacer un esfuerzo para tener una Constitución que sea aceptable para todos los sectores. Hoy día ya aparecen Amarillos y Demócratas tomando distancia de este proceso, porque efectivamente más parece un programa de gobierno de una mayoría circunstancial que una Constitución“, prosiguió.
Para el dueño de Cadem, ex funcionario del gobierno de Piñera, “es evidente que las enmiendas no están generando un clima favorable. Y por lo tanto es urgente un cambio de estrategia de Republicanos y Kast si quieren que esto resulte”.
Pero, de acuerdo a analistas consultados, todo indica que los republicanos no están dispuestos a perder lo que en su opinión han ganado en las urnas, que la ciudadanía los apoyará cuando conozcan el texto final y que están dispuestos a aprobar, aunque sea por un voto, su nueva Constitución,
