Cocinar en exceso por temor a que no alcance para todas y todos, servir porciones demasiado abundantes o no tener suficiente espacio para almacenar los alimentos son errores que pueden llevar a desperdiciar una gran cantidad de comida durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Tanto así que hay países donde el desperdicio de alimentos se duplica en las fiestas de fin de año, lo que aumenta la generación de basura, provoca un daño al presupuesto de las personas y deja un importante impacto en el medioambiente.
Frente a ello, el Colegio de Nutricionistas entregó una serie de recomendaciones para aprovechar al máximo los alimentos y evitar que terminen en la basura. Mauricio Ríos, vicepresidente del gremio, explica que «el 54% del desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de producción. Es decir, en la manipulación y en el almacenamiento post cosecha; según estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). El 46% restante ocurre en las etapas de procesamiento, de distribución y en el propio consumo de alimentos».
No planificarnos conlleva a la compra de altos volúmenes en productos como la carne y los vegetales, siendo las frutas y verduras las de mayor pérdida. El experto sostiene que «con la compra o la preparación excesiva de cereales y verduras, podemos desperdiciarlas. En cambio, cuando manejamos adecuadamente nuestra disponibilidad de alimentos, esto nos permite seleccionar aquellos que vamos a consumir de forma más rápida y tener un orden de los que tienen mayor caducidad, o que no presentan alteraciones visuales. Y que, si la presentan, podrían ser reutilizados».
De acuerdo a la FAO, 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician al año en el mundo, lo que significa un tercio de la producción global. En esto, de paso, también se pierden los recursos que fueron utilizados para su producción: agua, uso de suelo, energía, mano de obra y combustibles, entre otros.
En Chile, un estudio de la Universidad de Talca indicó que el 44,1% de los alimentos que terminan en la basura es comida preparada, el 24,4% es verduras y el 12,9% es pan. En tanto, un 26% de los encuestados aseguró que compran más alimentos de los necesarios y el 95% indicó que botar productos acumulados en el refrigerador es una práctica habitual.
¿Cómo evitar el desperdicio de alimentos en estas fechas?
Ríos indica que lo principal es planificar el consumo. «Veamos las opciones que quieren consumir quienes nos acompañan, y con esto consideramos las cantidades adecuadas y distribuimos el gasto en los distintos productos. Así seleccionamos alimentos en base a su duración y podríamos evitar aquellos que maduren más rápido porque no voy a poder guardarlos. Además, lo que nos quede en la noche de navidad o Año Nuevo, lo podemos reutilizar al día siguiente».
Si no logramos organizarnos y compramos en exceso, la clave es ordenar las preparaciones en base a las preferencias de la familia o acompañantes. Dice el experto que “si hay alguien que no consume mucho un determinado producto, no hay que prepararlo en grandes cantidades. También podemos reutilizar lo que nos queda al día siguiente en una preparación distinta, de forma que sí pueda ser aprovechado. Y, por último, busquemos alternativas de almacenamiento, como porcionar y congelar la comida, de tal forma que pueda ser reutilizada posteriormente”.
En cuanto a los productos que no fueron cocinados, podemos evitar que lleguen a un basurero a través del compostaje. Con este proceso que permite transformar la materia orgánica en un abono natural, se recuperará la energía y los nutrientes de los alimentos, y se evitará que se mezclen con otros elementos u desperdicios que atentan contra el medio ambiente. Así como sucede con el gas metano, uno de los causantes del efecto invernadero y del incremento de la temperatura de la tierra.
