Periodista.
Dados los últimos acontecimientos en la Convención Constitucional, el analista político y experto electoral Axel Callis, advierte sobre los problemas en la comunicación y la falta de pedagogía de la mesa de la Convención Constitucional. Porque -dice- hay que explicar cada paso, en un contexto de intereses que defenderán el status quo con todas las herramientas comunicacionales y políticas existentes para que nada cambie.
Opina también que el gobierno no puede dejar que la agenda sobre la violencia, el crimen organizado o lo que ocurre en la Araucanía invisibilice su propia agenda de transformaciones. “Ese es su gran desafío”, afirma el sociólogo.
Y guste o no a la ciudadanía, cree que el gobierno de Piñera terminará con una aprobación de alrededor del 20 por ciento. Eso, gracias a su acierto en la compra en verde de las vacunas, lo que ha permitido al país enfrentar en mejores condiciones la oleada de variantes del Covid-19.
El déficit de la Convención
-Existe una campaña orquestada en contra de la Convención Constitucional desde que se instaló. En la última encuesta de DataInfluye, se señala que un 77 por ciento de los/as consultados está interesado en el desarrollo de la Convención. ¿Cuál es su percepción?
-Lo que se muestra es que una gran parte del país está interesado, lo que no quiere decir que esté apoyando lo que está sucediendo allí. Una cosa es el interés y otra el apoyo. El apoyo estuvo bastante bajo durante los meses de septiembre y octubre. Después se recuperó un poquito no sólo en los estudios nuestros, sino también en otros similares. Y subió bastante con la elección y el prestigio de Gabriel Boric. Pero ahora, nuevamente está bajando su nivel de aprobación y yo creo que tiene que ver con la renuncia en la cual queda de manifiesto que la mesa directiva no comunica, no hace pedagogía y no explica el proceso dentro de un contexto de mucho ruido y de intereses de mucha gente para que a esto le vaya mal. Yo no diría que hay conspiraciones, hay intereses del antiguo poder que va a defender sus posiciones, lo cual me parece absolutamente normal y para eso va a usar todas las herramientas políticas, comunicacionales y de presión para que las cosas no cambien.
-Si no se arregla el problema comunicacional de la Convención, ¿se pone en peligro el resultado del plebiscito de salida?
-No es sólo el problema comunicacional. Es el ambiente de fake news, de ruidos, de verdades a medias. Yo creo que el plebiscito de salida no está garantizado, para nada. Es con voto obligatorio y creo que la mesa de la Convención tiene que hacerse cargo de lo que tiene que comunicar y enseñar, hacer pedagogía, explicar cuáles son los caminos de lo que está sucediendo; porque las personas de los poderes que se quieren transformar, los poderes constituidos de la institucionalidad, como por ejemplo el Tribunal Constitucional, van a levantar la voz para denunciar que se están haciendo las cosas mal. Entonces, teniendo en consideración eso, es una labor indispensable y casi obligatoria de la mesa, explicar los pasos de su cronograma, lo que estamos viviendo. Creo que hay un déficit grande de eso.
Mensajes hacia las Fuerzas Armadas
-¿Cuál es su apreciación de la conformación de las subsecretarías y particularmente la inclusión del PC en el ministerio de Defensa?
-Creo que la conformación de los Subsecretarios obedece más al movimiento de Apruebo Dignidad que venía de la primera vuelta. Me tiene sin mucho cuidado este up grade que se hizo, esta puesta al día de los partidos que habían quedado más rezagados con los ministros. Es parte de la política. Así es que no me parece que la sobrerrepresentación que tenga Revolución Democrática o el Partido Comunista sean preocupantes y lo poco que tiene la ex Concertación sea un problema. Hay un equilibrio bastante fuerte a nivel de ministros y subsecretarios.
Hay mensajes que se están dando desde el gobierno de Gabriel Boric hacia el mundo de las Fuerzas Armadas (FFAA). El hecho que exista una nieta de Allende y un comunista como subsecretario es un mensaje que las FFAA tienen que recoger y entender que las cosas cambiaron y lo que ocurría hace 40 años ya no es igual. En general, la preocupación podría ser que, más por el hecho de ser comunista, es una persona que habría tenido un rol importante en los aportes hacia la Universidad (Arcis). Esos son dos problemas completamente distintos. Ahora, todos quienes conocemos el ministerio de Defensa sabemos que es un ministerio que tiene muy poco margen para innovar. Es una planta de oficiales y personal calificado inamovible casi, así es que la innovación que se pueda hacer, en realidad no tiene mucho espacio en ese ministerio.
–Es un hecho que el problema de la delincuencia, el crimen organizado y particularmente el narcotráfico está desatado en Chile. ¿Cree usted que la doctora Izkia Siches y los equipos que está conformando están capacitados para enfrentar ese tremendo problema?
-Todos los problemas asociados al orden público, la inmigración, la Araucanía, el crimen organizado, son temas de larga data en Chile. Lo que pasa es que a veces se juntan todos y se apoderan de la agenda. No tengo ninguna duda que están las competencias, pero el punto es qué se hace con ellas, cuáles son las estrategias. Creo que la inmigración es un tema absolutamente aparte de todo el resto. Ahí hay una ausencia absoluta de una política y una legislación migratoria segura, ordenada y regular. No hay nada. Es el peor de los mundos, porque es la absoluta falta de orden. Así es que no lo mezclaría.
Lo que no puede pasar es que la agenda vinculada a estos temas esté por encima de la agenda de transformaciones que Chile está esperando. Ese es el desafío del gobierno próximo: no dejar que la agenda de la Araucanía, del narcotráfico, crimen organizado, migraciones, orden público mande en el diario vivir. Porque eso lo que hace a la larga, es mermar la aprobación del gobierno.
