El programa Habilidades para la Vida (HPV), que forma parte del subsistema de protección integral de la infancia Chile Crece Contigo y es reconocido por la Organización Panamericana de la Salud como el principal componente promocional en salud mental en la infancia en el país. Además, ha sido reconocido por diversas sociedades académicas y profesionales como un aporte al desarrollo científico y tecnológico en temáticas de salud mental y educación y en particular ha sido valorado y legitimado por integrantes de comunidades educativas de todo el país como uno de los apoyos más importantes para el cuidado y fortalecimiento del bienestar en la escuela. HPV es parte de la oferta programática del departamento de Salud de JUNAEB y desde aquí su filosofía es nivelar las desventajas educativas producidas por las necesidades en salud mental de los y las estudiantes en comunidades educativas más vulnerables de Chile.
HPV hoy día es uno de los ocho programas de salud mental escolar más grandes y sostenibles del mundo. Este resultado ha sido posible gracias a diversos factores, pero los más importantes son la fuerza de la evidencia que ha logrado recopilar a lo largo de los años, la capacidad de respuesta y de adaptación frente a los desafíos históricos del país y la constante abogacía sobre salud mental que se realiza tanto nivel local, nacional e internacional.
La investigación muestra que los programas solo obtienen resultados socialmente significativos si se aplican en contextos preparados y cuentan con los soportes de implementación adecuados. Los soportes de implementación son tanto administrativos como técnicos y están enlazados por un tipo de liderazgo específico que no solo debe ser técnico, sino que también político.
El trabajo constante y sistemático con entidades locales que han generado las coordinaciones nacionales y regionales de HPV desde JUNAEB, han construido una arquitectura administrativa sólida que ha permite el funcionamiento exitoso del programa. Situación que fue reconocido por la evaluación ex ante 2020 de la DIPRES, que recomienda incluso consolidar los equipos regionales especializándolos en la implementación del HPV. Lo que va en línea con las recomendaciones internacionales sobre la implementación de programas psicosociales. Este soporte administrativo integrado y colaborativo entre las coordinaciones nacionales, regionales y los equipos locales dependientes de municipalidades, corporaciones, universidades, gobernaciones, servicios locales y otras organizaciones territoriales hacen que las fragmentaciones de la política pública y la transferencia de recursos sean resueltas bajo la coordinación focalizada de un trabajo en equipo orientado por misiones compartidas.
Por otra parte, los soportes técnicos son otorgados por los equipos nacionales y regionales de JUNAEB que con el tiempo han desarrollado un modelo de inducción, capacitación y supervisión único en el país que resuelve los costos de la formación en salud mental escolar que es una temática que tiene una baja inserción en las mallas curriculares de profesionales de salud, la educación y las ciencias sociales. Pues no solo tiene que formar profesionales para la ejecución específica de los diversos componentes de intervención de un programa complejo de intervención psicosocial sino también tiene que formar profesionales en un área de especialización que es necesaria y urgente en el país.
Como académicos, investigadores y profesionales nos preocupa la reorganización administrativa que está experimentando JUNAEB, pues al no conocer los detalles, nos preocupa que se pierdan los soportes de implementación de HPV y con esto se afecten negativamente los impactos de este programa de las comunidades educativas con las que trabaja, que han exigido enérgicamente más apoyo en salud mental. No se puede tratar al programa HPV como se tratan otros servicios o prestaciones que entrega Junaeb, no se puede pretender elaborar una minuta o canasta de prestaciones y licitarlas a un mercado de proveedores que tenga la responsabilidad de ejecutarla en las escuelas, pues para implementar un programa psicosocial no solo requiere de un buen programa o buenos soportes de implementación, sino y por sobre todo de un contexto preparado que en el caso del HPV se basa fundamentalmente en el vínculo de colaboración entre las escuelas, las entidades locales y Juane. Un modelo de gestión pública que quiera ser exitoso debe considerar esto, por tanto, la modernización de los procesos debe potenciar los soportes de implementación sin afectar los vínculos con las escuelas, que desde la experiencia de más de 22 años de HPV se logra a través de la colaboración entre equipos estables y una supervisión especializada.
Exigimos que la modernización de JUNAEB no sea a costa de la implementación y resultados de la única vacuna psicosocial con la que contamos hoy día para hacer frente a los efectos de salud mental que provocado la pandemia en las comunidades educativas más vulnerables del país.
Cordialmente,
Dr. Rodrigo Rojas-Andrade, Centro de Salud Mental en Comunidades Educativas, UAHC
Dra. Verónica López, Centro Educación Inclusiva, PUC
